El joven Ignacio Gorriti, de 20 años, cursa Sistemas en la Unicen y desarrolló un prototipo basado en inteligencia artificial, capaz de identificar el lenguaje de señas y traducirlo por escrito para facilitar la comunicación de las personas sordas.
Ignacio Gorriti tiene 20 años, es de Mar del Plata y estudia Ingeniería en Sistemas en la Universidad Nacional del Centro. Por estos días, su nombre y su cara se hicieron visibles a raíz de una novedosa idea que comenzó a desarrollar. Se trata de una tecnología especial para entender la Lengua de Señas Argentina (LSA), a partir de una inteligencia artificial que muestra en pantalla el significado de cada seña.
Él mismo difundió su proyecto a través de las redes sociales y la iniciativa fue muy bien recibida por el público. En comunicación telefónica con el programa radial "Buenas y Santas" (104.1 Tandil FM), Gorriti expuso su sorpresa por la viralización de la propuesta y las repercusiones que tuvo en diferentes niveles.
"La idea es hacer un traductor de la Lengua de Señas en tiempo real a través de un sistema de inteligencia artificial (IA) que detecta la seña y escribe el significado en pantalla. La idea de la aplicación es subirla a un sitio web para que se pueda acceder desde un teléfono o una computadora", explicó.
Por ahora el desarrollo alcanza a un prototipo que reconoce cuatro señas: hola, chau, por favor y gracias. El objetivo de la aplicación es que en un futuro se pueda apuntar con la cámara de una computadora o de un celular a la persona que se comunica a través de esta lengua, para que la IA registre la imagen y la traduzca por escrito.
El desarrollo del proyecto
A partir de la difusión que tuvo la propuesta, Ignacio fue contactado por la Confederación Argentina de Sordos, que se puso a disposición para ayudarlo en el desarrollo del proyecto, y por numerosas personas hipoacúsicas interesadas en la herramienta.
De este modo, el joven indicó que es fundamental el intercambio con los que serán los destinatarios de la app y que el propósito del video era llegar a la comunidad que usa la lengua de señas para trabajar de forma mancomunada.
"Para el desarrollo es necesario que trabajemos activamente juntos y la verdad es que todos quieren aportar de alguna forma", contó. Gorriti cursa el tercer año de la carrera en la Facultad de Ciencias Exactas de la Unicen y le tocó iniciar su vida académica en pandemia. Por este motivo, recién este año se mudó a Tandil y empezó a cursar sus estudios de manera presencial.
"Fue muy linda la virtualidad porque me permitió estar en Mar del Plata con mi familia, pero la presencialidad es otro estilo de vida; ir al aula, estar con los profesores, preguntar, la gente se presta más a la participación, los docentes dan las clases con ganas, siento que aprendí muchísimo este cuatrimestre", compartió. Una buena idea Ignacio tiene una curiosidad innata que lo empuja a probar, investigar y hacer camino al andar. Pese a ser muy joven, su gusto por diversos temas y por el diseño aplicaciones lo han llevado a generar algunos desarrollos.
De este modo, profundizó que "el interés surgió por esta materia vinculada a la me gustó el tema pero nunca me había metido de lleno y tenía ganas de hacer algo de eso. También se mezcló mi inquietud de cómo hacer para entender a una persona que se comunica con lengua de señas".
Además de mostrarse agradecido por el constante apoyo que recibe de sus profesores y compañeros de la universidad, se entusiasmó al imaginar que si la gente que se comunica con lengua de señas puede contar con esta herramienta facilitadora para su vida cotidiana, será "una forma muy linda de incluirlos" y de derribar barreras comunicativas para que el mundo sea un poco más de todos.
Cabe destacar que esta idea ya ha sido llevada a cabo en otros lugares del mundo, aunque en nuestra región e idioma nunca fue implementada.
Con información de: El Eco de Tandil