Aprender música, pero con una base social

La Orquesta Escuela Municipal ofrece la posibilidad de que chicos de distintos barrios puedan aprender a tocar un instrumento. Pero además tiene hay un objetivo social, ya que busca que todos puedan relacionarse a través de la música. Walter Salvareschi destaca la importancia de contar con un programa de tales características y resalta el ida y vuelta entre los docentes, los chicos y las familias.

Rodrigo Fernández - [email protected]

"Sembramos la semillita, si después prende fantástico", dice Walter Salvareschi, quien está a cargo de la coordinación de la Orquesta Escuela Municipal, un espacio donde la música une y reúne a chicos de edades y barrios diferentes. 

Es su primera nota y por eso pide paciencia para responder. Pero cuando llega la primera pregunta Walter comienza sin prisa, pero sin pausa, a narrar los inicios del proyecto que coordina. Enseguida uno se da cuenta de la pasión con que desempeña su trabajo junto a un grupo de docentes en las sedes que tienen en distintos barrios de la ciudad.

"La Orquesta Escuela pasó bajo la órbita municipal a partir del 2007 cuando estaba como subsecretario de Cultura Diego Lurbe", recuerda, y cuenta que fue a partir de ese momento que se conformó un equipo de docentes de violín, viola, chelo, contrabajo y flauta, "que empezaron en el CIC del barrio Facundo Quiroga 1". Ahí comenzaron a dar clases, convocaron a los chicos y se sumaron varios. "Los primeros instrumentos fueron donados por el Rotary San Vicente, después el Municipio aportó instrumentos". 

De aquellos días ya pasaron casi 15 años y hoy la matrícula de alumnos en todas sus sedes supera los 45 alumnos y un día a la semana se suman alumnos del Conservatorio y la Escuela de Música. 

"El objetivo de los talleres culturales en los barrios y en las localidades es, por un lado, acercar las distintas disciplinas, como danza, música y artes plásticas, a la comunidad que no puede concurrir a las sedes de las escuelas municipales", comenta el director de Cultura, Mariano Sarthou, y declara que "también es para crear un ámbito de integración y de inclusión social. Más que nada en los barrios donde los estamos dictando, como los servicios territoriales o instituciones intermedias como centros de jubilados, bibliotecas o clubes". 

Tocar y socializar 

En el 2008 ,Walter Salvarescchi fue convocado para que se hiciera cargo de la sede en el Servicio Territorial 1, ubicado en Fassina y Alberdi, y explica que enseguida se puso a trabajar para poder cumplir con los objetivos que se propusieron desde el inicio del programa. 

"Uno de los pilares de la Orquesta Escuela es el rol social", explica, y señala que ello se logra "integrando chicos de distintos barrios para que se vayan vinculando unos con otros y cada uno expresando su idiosincrasia". Otro de los pilares es la parte educativa. "A los chicos de los barrios les enseñamos a tocar un instrumento, como el violín, viola, violonchelo, contrabajo y flauta traversa".

Durante mucho tiempo estuvo como coordinadora general María Julia Milán y Walter recuerda que "fueron años en los cuales pudieron tocar en muchos lugares. Algunos de ellos fueron en escuelas primarias, todos los años participamos para los festejos por el Día del Niño. También fuimos a tocar en formato de concierto didáctico a Recalde, Espigas, Loma Negra y Sierras Bayas, y en su momento tuvimos la oportunidad de viajar a Moreno, donde también funciona una Orquesta Escuela. Ellos habían venido a Olavarría y después nos devolvieron la gentiliza y tocamos en una escuela, en una iglesia, en el playón de la Basílica de Luján, y tuvimos la gran satisfacción de hacer una visita guiada al Teatro Colón. Para los chicos fue un momento muy lindo". 

"En la actualidad estamos trabajando en tres lugares: en el Servicio Territorial 1, donde damos clases los miércoles y los viernes de 17 a 19, en el Territorial 2 vamos los lunes y los viernes de las 14 a las 16 y también los martes de 9 a 11 estamos en una sala que tenemos en La Máxima". Las sedes buscan que la mayor cantidad de chicos de todas las edades pueden sumarse en cualquier barrio.

"Me hice cargo de la coordinación hace cinco años cuando María Julia dejó el cargo. Me lo propusieron desde el Municipio y también apoyado por el maestro Federico Sánchez, quien es el coordinador de la Escuela de Música Hermanos Rossi", cuenta, y agrega que "la Orquesta Escuela depende de la Escuela de Música, lo único es que hacemos un trabajo diferente. Nosotros trabajamos en forma grupal y por eso fue necesario que siempre hubiese un coordinador que se dedicara exclusivamente a la Orquesta Escuela".

"Además de los lugares donde damos clases, todos los sábados a la mañana nos reunimos en la Casa del Bicentenario, donde se congregan todos los chicos de los distintos barrios. El Municipio nos aporta el servicio de micro que hace el recorrido por los barrios. También contamos con la merienda, con facturas y té que brinda el Municipio". 

"La Orquesta Escuela articula con el Conservatorio Mogávero. María Julia Milán es docente e invita a sus alumnos a que se acerquen, y los sábados ellos también se suman. Lo mismo ocurre con la Escuela de Música. Así vamos incrementando el número de participantes y ahí se cumple con la parte social, que es la integración de chicos y adolescentes de distintos barrios", asegura, para luego remarcar que la Orquesta Escuela Municipal se sostiene por tres pilares: "la parte educativa, en donde a los alumnos se los provee de un instrumento, se le enseña a tocar, a leer música. También cumplimos con la parte social, porque se vinculan chicos de distintas edades y niveles sociales. Y con lo cultural, porque hacemos música que generalmente no se oye mucho en las radios, como la música clásica y de películas. Los chicos se ven atraídos con este repertorio y el hecho de que sean ellos los ejecutantes los reconforta y los fortalece, les da alegría poder participar de este hermoso proyecto". 

Para hacer todo esto posible hay un plantel de profesores como "Yanina Caponi, Agustina Carosella, Génesis Tosti y Yesica Banegas, en violín; en viola Belena Ferreyra y Lidia Horms; en chelo, Marco Lorenzo; en contrabajo a Nicolás Hailand; y en flauta traversa a Luz Romero". Walter se encarga de la coordinación general, mientras que Federico Sánchez es el coordinador de la Escuela de Música Hermanos Rossi. A ellos además se suman el director musical de la Orquesta Escuela, Marco Lorenzo, quien también es arreglador de algunas músicas, y Daniel Rodríguez, que se ocupa de hacer los arreglos musicales".

Alumnos que vienen y otros que se van 

Si bien la semana pasada se hizo un llamado a formar parte de la Orquesta Escuela, Walter explica que "la inscripción es permanente. Los chicos pueden ingresar en cualquier época del año mientras que estemos trabajando. Los que quieren incursionar en el tema o probar de qué se trata se pueden acercar en cualquier momento del año". 

Desde el tiempo que estoy en el Territorial 1 han pasado cerca de 130 chicos

"Ellos tienen la fantástica idea o el coraje de querer acercarse y ver de qué se trata. A veces se encuentran con que aprender a tocar el violín no es nada sencillo y así como vienen también dejan, porque por ahí no es la expectativa que tenían. Algunos chicos vienen con intención de que sea un juego con la música, pero nosotros no tenemos esa temática. Nuestra forma de trabajo es enseñar a leer música y a tocar el instrumento, que requiere mucho trabajo y no es nada sencillo. Lleva mucho trabajo de estudio y eso hace que los chicos se cansen de no poder sacar una melodía rápidamente o de querer tocar la música que les gusta. Vienen con entusiasmo, pero después se ve que no era lo que les gustaba" explica. "Otra cuestión es aquella en la que a los chicos sí les gusta. Arrancan a los 7 años y cuando llegan a la Secundaria empiezan a dejar porque tienen otros intereses". 

Sin embargo, hay otros alumnos que han seguido y menciona el caso de Yanina Caponi, "que comenzó desde muy chica y hoy es profesora de la orquesta y además es docente en el Conservatorio"

"Imaginate lo lindo que ha sido para nosotros y para ella haber alcanzado este objetivo de ser profesora de violín", afirma orgulloso. 

Sembramos la semillita, si después prende fantástico, porque nosotros empezamos a trabajar arduamente con ese chico que tiene ese entusiasmo

"Los alumnos que se acercan generalmente no tienen instrumentos, entonces nosotros vamos prestándolos con la consigna de si piensa dejar debe devolverlo así se los prestamos a otros alumnos. Sembramos la semillita, si después prende fantástico, porque nosotros empezamos a trabajar arduamente con ese chico que tiene ese entusiasmo", dice. También menciona que tienen alumnos que "han dejado, que son madres, y de todas formas cuando tienen un tiempo se acercan los sábados a ensayar. Eso nos da una alegría inmensa. Vemos la alegría en sus caras y en sus cuerpos, en las ganas de tocar y de reencontrarnos. Es muy lindo".

"Esta alegría que sentimos por formar parte y que todos los profesores se las transmiten a sus alumnos, y luego se ve reflejado en ellos. Esa convocatoria, amabilidad, que tenemos con los alumnos de acompañarlos en su aprendizaje. Nos vamos adaptando a los requerimientos de cada uno porque todos tienen un aprendizaje diferente", explica.

"La parte social es un pilar muy importante y dentro de nuestro organismo está dado por esta cuestión de hacer que chicos de distintos barrios compartan un tiempo de música y de charla. No quiero dejar de lado la participación de la familia de cada uno de los niños. Cada vez que hacemos una presentación nos acompañan. La Orquesta Escuela también genera una parte social en los adultos", concluye.

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