La doctora Lan es coordinadora de la cátedra libre "Género, sexualidad y violencia" de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNICEN, abordó la temática que puso en el tapete la decisión del jefe de gobierno porteño. La nota de diario El Popular.
Pese a que tiempo atrás las autoridades de CABA lo institucionalizaron en su cartelería y en cursos y talleres, a través de la Resolución 2022-2566 el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta dispuso que deje de usarse el lenguaje incluyente en todos los contenidos que dictan los y las docentes de las escuelas porteñas, como también en el material que se entrega a estudiantes y en documentos administrativos.
Esta medida, que entró en vigencia el viernes de la semana pasada, prohíbe el uso de expresiones con e, x y/o @ en el nivel inicial, la escuela primaria y el colegio secundario.
Sin mencionar a las identidades que se reconocen por fuera de los géneros binarios socialmente establecidos -masculino/femenino-, a su turno la polémica ministra de Educación porteña Soledad Acuña justificó la medida al considerar "distorsivo" al lenguaje incluyente.
Por supuesto, no tardaron de aparecer las críticas desde distintos sectores y opiniones disidentes.
La doctora Diana Lan es coordinadora de la cátedra libre "Género, sexualidad y violencia" de la Facultad de Ciencias Humanas de Universidad Nacional del Centro en su sede Tandil y se refirió tanto al lenguaje incluyente como la medida adoptada en la Capital Federal.
La docente contó que "desde la cátedra libre nosotres impulsamos el uso del lenguaje incluyente en la Universidad, fue aprobado por el Consejo Académico y acabo de dar una capacitación sobre lenguaje incluyente, no sexista y no discriminatorio para la Facultad".
"Estamos hablando con lenguaje incluyente, escribiendo todos los reglamentos con el lenguaje incluyente y estamos trabajando con las diversidades, entonces este posicionamiento político es el que vamos a defender" afirmó.
"Esto no quiere decir que sea obligatorio; lo que pedimos es que nos habiliten la posibilidad de utilizarlo y, de hecho, en la Universidad tenemos facultades que ya también lo aprobaron, como las de Derecho, Sociales, Arte y nosotros" apuntó.
Las autoridades porteñas justificaron la medida restrictiva en que de las pruebas de rendimiento (recientemente difundidas) con resultados negativos en la enseñanza primaria y secundaria "surge que el mayor impacto en los aprendizajes se produjo en prácticas del lenguaje y lengua y literatura respectivamente".
Al respecto, la doctora Lan sostuvo que "el lenguaje incluyente no tiene ninguna vinculación, en el sentido que el habla es anterior al lenguaje. Primero hablamos y después se construye un lenguaje".
"La lengua está viva, es algo que se va construyendo socialmente. Por un lado decimos que el lenguaje incluyente -o inclusivo, como algunos lo nombran- no está aprobado. Es un proceso que se está dando y si no está aprobado en ningún lado no es obligatorio, por lo tanto no se tiene que prohibir algo que todavía no tiene una entidad proveniente de la RAE, por ejemplo" indicó.
"Sí -subrayó- es una forma de vincularse a partir de la identidad de género, a partir de las disidencias que es necesario entender. La lengua evoluciona y se torna también un posicionamiento político. Quienes hacemos la lengua somos los hablantes y su construcción es previa a la institucionalización". La doctora Lan marcó la flexibilidad de la lengua.
"Necesitamos de herramientas para poder entender a las personas, por eso debemos habilitar el uso de otras formas de lenguas vivas. Ahí el sexismo que atraviesa al lenguaje, y tratamos de demostrar una discriminación hacia aquellas identidades que se autoperciben de otras formas que no sean el masculino" observó la docente universitaria.
"Decimos que cuando hablamos con un lenguaje incluyente lo asumimos como parte de nuestra construcción social; que se debe visibilizar y nombrar de manera adecuada, respetuosa, empática, libre de prejuicios. Con un lenguaje que contenga esos términos representados por las instituciones, pero que a su vez se vayan adaptando para repensar la forma en la que se autoperciben las personas" señaló.
Del lenguaje incluyente reveló que no es un debate exclusivo de la Argentina.
"Es un proceso mundial que se está dando. Decimos que lo que no se nombra no existe, entonces todo lo que tiene que ver con la lucha por la identidad esas personas que se perciben no binariamente va más allá de la cuestión hombre - mujer o femenino - masculino".
"Quieren que les nombremos, son visibles, y con la 'a' y la 'o' no alcanza para nombrarlas" explicó.
La doctora Lan cuestionó la postura de la RAE sobre el masculino genérico: "Se dice que no tiene marca de género, como que es universal, que todo lo que digamos en plural se pone en masculino, y resulta que ahí existe una invisibilidad del concepto de las mujeres".
"Todo lo que es la otredad tiene la marca de género, por ejemplo las mujeres y las disidencias y demás, entonces cuando tenemos que hablar en plural le ponemos la 'o'. Ahí está la contradicción y eso tiene que ver cuando hablamos de personas" aclaró.
"Cuando de repente nos preguntan '¿cómo decís, perro, perra, perre?'. No, porque estamos hablando de personas y las personas se autoperciben de diferentes maneras" añadió.
Frente a esta prohibición que relanzó el debate sobre el lenguaje incluyente, la doctora Lan se mostró optimista: "Creo que los prejuicios sociales no se detienen con un decreto, o con una prohibición. Es como querer tapar el sol con las manos. Confío en el progreso de cómo se va instalando el lenguaje".
"En realidad, ahora nos llama la atención porque aparece de alguna manera una intencionalidad que es política, de la misma manera que es político el posicionamiento para reconocer a aquellas personas que quieren ser nombradas. Es algo que no se puede detener, y que no sabemos cómo va a terminar" advirtió.
En tal sentido, puso en cuestión si va a girar sobre la 'e', o si va tomar otras formas.
"Estamos en el medio del proceso, por eso los que intentan detener este proceso es solamente para atacar la coyuntura, y no una cuestión estructural de cómo se van dando los procesos sociales" juzgó.
En su reflexión final, la doctora Lan consideró que "estemos observando los procesos que se van dando permanentemente dentro de la sociedad, y el lenguaje es una de las manifestaciones a las que tenemos que prestar atención".
"Si queremos una sociedad inclusiva, no sexista tenemos que atender lo que está sucediendo, entonces prohibir es justamente lo contrario a lo que se pretende. En democracia no podemos estar pensando en prohibiciones" completó.
¿Qué dice la lingüística?
Un conjunto de profesionales de la lingüística, docentes universitarios - investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), elaboraron un documento con el título "Lo que dice la lingüística sobre el lenguaje inclusivo".
Son ellos: Juan Eduardo Bonnin (CONICET/UNSAM), Gabriel Dvoskin (CONICET/ UBA/UNIPE), Daniela Lauría (CONICET/UBA/UNIPE), María López García (CONICET/UNSAM), Paula Salerno (CONICET/UNSAM/UBA), Carolina Tosi (CONICET/UBA/UNLZ) y Gabriela Mariel Zunino (CONICET/UBA).
"Existen diversas taxonomías, pero en general se distingue entre cinco tipos de lenguas: con género gramatical, con combinación de género gramatical y natural, con género natural, sin género con algunos rastros de género gramatical, y sin género. Y dentro de las lenguas con género gramatical, existen lenguas con dos o más géneros, por ejemplo, el alemán tiene tres" menciona el trabajo.
Sobre el lenguaje inclusivo destaca que "se presenta en muchos países de Latinoamérica y no es un fenómeno nuevo".
"Pero, además en muchas lenguas diferentes existen iniciativas parecidas. En el francés se propone, entre otras opciones, el uso del punto medio para indicar al mismo tiempo las opciones femenina y masculina (como en 'ami-e-s', es decir, 'amig@s') y cuenta, además, con pronombres no binarios como 'iels' o 'elleux' (es decir, 'elles')".
"En inglés se usa el pronombre 'they/them' como singular no binario ('elle'), y fenómenos parecidos se observan en el hebreo o el árabe, entre otros. En el caso de Suecia, el diccionario oficial de sueco incluye desde 2015 el pronombre neutro 'hen' ('elle'), y su uso es impulsado desde el Estado nacional" acota el dossier.
El informe rebatió que el lenguaje incluyente dificulte la comprensión: "En la Argentina se realizaron dos estudios recientes en más de 500 personas sobre el tema. En uno de ellos se comprobó que, en palabras estereotípicamente masculinas, el masculino genérico es menos eficaz que el inclusivo para representar un grupo de personas diversas".
Sobre la enseñanza en las escuelas, los docentes valoraron que "los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios del Consejo Federal de Educación indican que la Escuela debe alentar la reflexión sobre el lenguaje. Conocer cómo funciona el género gramatical y entender el surgimiento de formas no binarias representa una invalorable oportunidad de aprendizaje".
En cuanto a la normativa ortográfica concluyeron que "el lenguaje inclusivo no representa ningún problema, puesto que se escribe con las mismas reglas ortográficas unificadas para todo el ámbito hispánico".
De si se trata de un fenómeno lingüístico o político, los investigadores coincidieron en que "todo fenómeno lingüístico tiene una dimensión política, y todo fenómeno político tiene un correlato en el uso de la lengua".
Sobre este punto, argumentaron que "como todo fenómeno político de peso, estos procesos también toman a la lengua como un campo de disputa. Las palabras 'juez' o 'presidente' comenzaron a flexionar en femenino cuando se abrió la posibilidad de que las mujeres fueran 'juezas' o 'presidentas'. En la actualidad, el cuestionamiento de una concepción binaria y patriarcal de la identidad de género tiene su correlato en el cuestionamiento del masculino genérico y otras formas sexistas del lenguaje".