"El productor está con bronca y muy preocupado porque ve una inestabilidad en el Gobierno"

Horacio Salaverri, titular de Carbap, cuestionó las políticas del Ejecutivo dirigidas hacia el sector. Planteó el malestar del sector ante un contexto favorable para las exportaciones y las potenciales intervenciones estatales en los distintos mercados. "No hay ideas claras, no hay previsibilidad", disparó.

Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), realizó un pormenorizado análisis sobre la situación del sector agropecuario ante los últimos anuncios realizados desde el gobierno nacional respecto de las exportaciones de diversos productos.

En ese contexto, el dirigente apuntó a la reciente intervención estatal respecto de "un tema que no es menor, que se ha prohibido por el momento la exportación de harina de soja y aceite de soja. Esta es la raíz (del malestar), éste es un tema muy grave porque Argentina es líder en el mundo, con primero y segundo lugar en la exportación de harina y de aceite de soja", definió.

Con esa mirada, se permitió realizar una comparación y consideró que "sería lo mismo que los árabes mañana dijeran que 'no vamos a exportar petróleo por un tiempito, vamos a ver qué hacemos', y esto es la realidad de lo que está haciendo Argentina, lo cual es un disparate en términos comerciales".

El productor reiteró que esa intervención "me parece de una gravedad impresionante: es el principal producto que el año pasado recibió 12.800 millones de dólares de exportación, entonces claramente estamos entrando en un terreno muy equivocado en prohibir casi los productos estrella de Argentina".

En ese contexto, Salaverri apunto además "otra cuestión que es muy interesante tenerla en el conocimiento: estos productos no se consumen en el país prácticamente. ¿Por qué digo esto? Porque no generan tensión interna con los precios, no afectan la mesa o la calidad alimenticia de ningún argentino", resaltó.

Así, estableció que "la soja es un producto que se considera que tiene las facultades que cualquier país quiere tener porque es un producto que se produce en el país, no se consume en el país y el mundo lo quiere comprar, que es lo que les pasa a los países que producen petróleo". En consecuencia, si se afectara la comercialización de esa oleaginosa "es un tema delicado".

Por otro lado, planteó que "lo que hace más preocupante es que ahora quieren trasladar un incremento de retenciones a la parte agroindustrial del 2 por ciento más y eso nosotros tenemos un cálculo que significaría casi 16 dólares menos en la cotización de la soja en el país, quiere decir que indirectamente vuelven sobre los productores para aumentar las retenciones, que era lo que decía el Ministro (de Agricultura, Julián Domínguez) que no se iba a hacer", denunció Salaverri.

En cuanto a las declaraciones formuladas ayer por el ministro Julián Dominguez (ver página 6) respecto de las exportaciones y posibles restricciones si no se destina un porcentaje de la producción cárnica al consumo interno, el dirigente explicó que "nosotros no somos parte de los exportadores, del grupo ABC, entonces tampoco conocemos, y esto desde el punto de vista legal, el compromiso o las sanciones que preveían este tipo de acuerdos".

Sin embargo, "lo que sí nos queda claro, y esto lo tenemos como principio, es que nunca vamos a aceptar que un castigo sea la restricción del ejercicio del comercio y de cercenar la posibilidad de exportar un producto que es líder en el mundo y a exportadores que generan mucho trabajo y actividad económica, y no se puede cumplir con los compromisos en el exterior".

Frente a esas posibles restricciones "el productor está con bronca y está muy preocupado hacia adelante, porque en realidad ve una inestabilidad en el Gobierno, propia de la alianza gobernante, y no hay ideas claras, no hay previsibilidad, porque el productor hunde miles de millones de dólares cada año en la tierra".

"Por eso hay preocupación en el sentido de cómo encarar la siembra, cómo encarar el negocio de la carne, o los lácteos, que también fueron amenazados con restringir las exportaciones; en este contexto la preocupación es cómo nos vamos a manejar hacia adelante".

En definitiva, "estamos ante una siembra difícil, de mayor costo, y si tenemos inestabilidad de saber cómo vamos a vender, eso genera preocupación", declaró Horacio Salaverri, presidente de Carbap.

"La bronca es que no tengan una mirada a largo plazo"

Esta semana, desde Carbap se difundieron dos comunicados donde se "rechazó cualquier aumento en las retenciones", dirigidos a los gobernadores de las provincias de Buenos Aires y La Pampa, a cuyos productores representan.

Salaverri aseguró que "hasta el momento ningún tipo de respuesta. Lo que hemos dicho que, como ha hecho (el gobernador de Santa Fe, Omar) Perotti, o como a hecho (el gobernador de Córdoba, Juan) Schiarettis, que lo hacen en protección de sus productores".

Por esa razón "entendemos que el gobernador Kicillof y también se pidió al gobernador de La Pampa, Ziliotto, que hagan lo mismo e intercedan ante el gobierno nacional en base a los intereses de su propia provincia cuando estamos hablando de un producto de estas características tan importantes para provincias agroindustriales como son las nuestras", enfatizó.

Frente a esa realidad, entre los productores "la situación es que hay una preocupación y un hartazgo por parte del sector en sentido de que estamos tomando medidas que se dijeron que no se iban a tomar y siempre las medidas están direccionadas a aumentar la presión tributaria sobre el sector".

"Inclusive todo esto del trigo son limitaciones que hacen a la comercialización y volvemos a ver un cuadro muy delicado en ese sentido hacia lo nuestro y nosotros creemos con claridad, y máxime en el trigo, que tenemos una oportunidad desgraciada porque es producto de la invasión rusa a Ucrania pero va a haber una oportunidad de venta de trigo mayor a la que tenemos".

De no prosperar esas posibles limitaciones, "se podría dar que Argentina pueda aprovechar la oportunidad para hacer hasta 27 millones de toneladas de trigo y exportar 19 millones por lo menos y eso daría 8.000 millones de dólares de ingreso de divisas que va a necesitar el país".

"Entonces la bronca es que no tengan una mirada a largo plazo y decir 'vamos a aprovechar las oportunidades', que esto genera divisas, y al otro día hacen un fideicomiso. Pero cómo se va a arriesgar a sembrar alguien si no sabe si le aumentan el fideicomiso o colocan otro; la previsibilidad es fundamental en este negocio", explicó Salaverri.

Fideicomiso

Asimismo, Horacio Salaverri se refirió a otro de los cuestionamientos del sector hacia el gobierno y lamentó que "hay otras cuestiones como la del trigo propiamente dicho, donde han colocado un fideicomiso para juntar 25 millones de dólares para un subsidio a la harina, indirectamente al pan, y básicamente a los fideos de medio kilo".

De esa manera, apuntó a la potencial ineficacia de la medida porque a ese costo "seguramente el intermediario no lo va a absorber y lo va a trasladar al valor, se lo traslada al productor. Nosotros entendemos la situación en que estamos y también decimos que el productor triguero a lo largo del año pasado y a lo largo de este año va a tributar más de 400 millones de dólares en retenciones", advirtió.

Desde ese punto de vista, desestimó un nuevo tributo del sector. "Es decir que si el Estado necesita un aporte, ahí ya lo tiene. Aún más, las retenciones son de 8.900 millones de dólares por todo concepto en el año, entonces si el Estado quiere y necesita dinero, el campo o el sector ya lo ha puesto y lo va a poner durante a lo largo de todo este año".

En su análisis de las políticas dirigidas al campo, Salaverri cuestionó que "el problema es que el Estado o el gobierno utiliza el dinero para otra cosa y se ha quedado sin dinero para subsidiar de alguna manera lo que tendría que hacer en una cuestión tan compleja como bajar los precios internos de los productos en base a este tipo de fideicomiso".

Desde Carbap se criticó el ahogo del sector sobre la base de los impuestos y su titular enumeró que en cuanto al mercado de trigo se ha establecido "un fideicomiso estatal además de las retenciones que ya están dadas más el exceso de retenciones, que van a ser de 900 millones de dólares este año y utilizarlo para eso pero no con cosas que afectan al mercado".

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