La quema de las antorchas es una de las tradiciones mejor conservadas por los vecinos en Galicia, en la localidad de Taboada el rito ha sido reconocido como Fiesta de Interés Turístico.
Las fachas o antorchas están compuestas por 'argucios', en gallego, o tallos de asfódelo blanco, en castellano, un arbusto que cada vez resulta más difícil encontrar en los prados de la región. Uno de los hombres más longevos del lugar explica que han recolectado las plantas durante varias semanas, un trabajo para el que han contado con la ayuda de los más jóvenes de la casa.
La quema de las antorchas abre ahora las fiestas patronales, aunque se cree que durante los asentamientos de los castrexos, época a la que se remonta la tradición (anterior a la dominación romana), se realizaba el ritual como una ofrenda a los dioses en agradecimiento por las buenas cosechas. Es obvio que ya desde hace un buen puñado de siglos no se queman las antorchas para los dioses en abstracto; pero el hábito permanece, como modo de recibir el otoño, la estación entrante y, fundamentalmente, como aviso a las poblaciones limítrofes de la Ribeira Sacra del inicio de las fiestas.