Nestor "lalo" Ferreira es docente de la Facultad de Ingeniería con más de 25 años de experiencia en la profesión. En la actualidad ocupa el cargo de Secretario General de la FIO. En esta ocasión recorre la institucionalización en la pandemia, la inserción de la Facultad de Ingeniería en el tejido político, social y productivo de la región y su visión de lo que espera para el futuro.
Si alguien puede considerarse con derecho a mirar la Facultad de Ingeniería en perspectiva, es Néstor Ferreyra. Egresado en esta unidad académica como Ingeniero en Construcciones, lleva más de 25 años ejerciendo la docencia y, en paralelo, ocupando cargos de gestión. Actualmente dirige la Secretaría General de la FIO, y carga sobre su espalda antecedentes de militancia estudiantil, pasando por el Consejo Académico y otras funciones de conducción. Lalo, un apodo que superó a su propio nombre, mira hacia atrás para proyectar lo que viene.
¿Cómo ve en perspectiva la evolución de la Facultad de Ingeniería, desde que comenzó como Instituto Universitario hasta ahora?
Somos parte de este proceso histórico que es la Facultad de Ingeniería que, desde su creación, tuvo un impulso muy marcado para que la facultad tenga inserción social
Siempre hemos estado escuchando a la comunidad y esto ha dado nuestra orientación, posicionamiento y reconocimiento que creo tenemos de la sociedad. También hubo un acompañamiento al crecimiento de la Universidad en su conjunto cuando las temáticas trasvasaban el continente que puede tener la FIO. Cuando se creó la Facultad de Ciencias Sociales, Ingeniería tuvo una tarea importante en el desarrollo y acompañamiento de esa "nueva facultad" para Olavarría, que se elaboró en función de la demanda de su comunidad. Posteriormente fue a través de Ciencias de la Salud, cuyo origen se dio desde el Gobierno Municipal y, como parte de la Universidad, apoyamos a encauzar el proyecto en el seno de la Universidad, y hoy tenemos tres unidades académicas de la envergadura de Ingeniería, Sociales y Salud.
Hemos estado respondiendo a las necesidades tanto en el ámbito social como productivo que en los orígenes tuvieron un apoyo, con un impulso muy importante de parte del Municipio y de alguna de las compañías mineras de Olavarría. Ese Instituto Universitario absorbió una demanda social contenida de jóvenes que necesitaban formarse y la cuestión económica era una limitante. En los '70, esos jóvenes tenían que ir a Buenos Aires, La Plata o Bahía Blanca para poder estudiar. En los últimos años, a nivel nacional hay una política de creación de universidades con política similar, mayormente en el Conurbano, de acercar la Universidad a sectores que no podían acceder a ella por cuestiones económicas; política que acá se viene desarrollando desde los años '60.
Asumiendo que la FIO se ha insertado exitosamente en la región, ¿cuáles cree que fueron las claves de ese proceso?
La clave del éxito tiene que ver con que siempre se trabajó en función de la pertinencia social, orientada a las demandas socioproductivas de la región, acompañando con la calidad que es algo que se imprime permanentemente en los procesos tanto educativos como de investigación, de transferencia de conocimiento al medio.
La calidad y la equidad en función de un mandato de origen que era poder acercar la Universidad a sectores que no podían.
Las falencias que tenemos obedecen a un problema central del sistema educativo general donde está incluida la Universidad. Una de las acciones para mejorar este proceso tiene que ver con articulación con niveles previos, y se hace muy difícil cuando la estructura del sistema educativo secundario está tan centralizada y nunca se lleva a un contacto con los responsables primeros que tienen que tomar acciones para hacer alguna reforma. En Olavarría trabajamos con muchas escuelas que hacen procesos a voluntad pero con la limitante en el accionar.
¿Cómo ve la inserción de la Facultad de Ingeniería en el tejido político, social y productivo de la región?
La inserción de la Facultad es esta cuestión de origen, de la pertinencia social de su actividad. Eso hace que la relación con sectores sociales tanto de gobierno, la comunidad y sector productivo sea muy fluida en función de que se responde siempre, en la medida de las posibilidades, a las demandas. Una de los mayores orgullos de la Facultad es que los graduados están mayoritariamente insertos en lo laboral. Buscamos alumnos muy avanzados o recién graduados y no los conseguimos porque están insertos en distintos trabajos o municipios de la región. Una acción que hicimos fue ayudar a profesionalizar municipios de la región y hoy hay muchos graduados insertos en estos lugares.
La pertinencia en cuanto a los sectores de lo laboral ha hecho que en muchas de las industrias de la región haya graduados de la Facultad trabajando no solo en áreas técnicas sino de gestión y de mando. Esto al principio de la historia no ocurrió, pero hoy la colaboración para el desarrollo de muchas actividades en empresas de la región es muy fluida; esto es porque son graduados nuestros lo que están trabajando en esos lugares y la relación es mutua. Los beneficios que tenemos al conocer cuáles son sus necesidades nos ayudan a reposicionarnos y replantearnos en procesos de mejora continua y las empresas tienen el beneficio de que, cuando requieran de profesionales, los que salen de esta Facultad pueden ser insertados en ese mercado laboral local, regional e internacional por el reconocimiento que tenemos. Tratamos de mantener el contacto con los graduados y el Centro de Graduados de la FIO está colaborando fuertemente en tener localizados y posicionados a graduados para saber qué hacen y necesitan, y con qué pueden ayudar.
¿Qué cambios en la visión institucional forzó la pandemia?
La pandemia forzó la necesidad de estructurarnos personal e individualmente, cada uno de los docentes, para desarrollar de forma virtual las actividades. Gracias a eso se pudo salir adelante en una situación que no estaba planeada ni conocíamos nuestras capacidades de hacerlo. En paralelo, la activad administrativa y de gestión también desarrolló actividades con colaboración personal, más allá del compromiso institucional y la relación de dependencia laboral, en función de poder seguir adelante en forma remota. La adquisición de algunos bienes empezó a ser parte de la programación de la institución para repensar cómo iba a ser la vuelta en la pospandemia, proceso en el que estamos actualmente. Logramos equipar y formar las aulas híbridas, donde se da una clase presencial y otros actores participan en forma remota. También tuvimos que adaptar rápidamente el desarrollo de actividades prácticas. Ingeniería no es una carrera que se pueda hacer en forma virtual o a distancia, participan en laboratorio, en tareas de campo y lo adaptamos para hacer actividades en forma segura el primer año. La graduación no se vio afectada en términos numéricos.
La inscripción tampoco se vio afectada, y quizá en algún sector, se vio beneficiada. Muchos no se hubieran inscripto, pero viendo que era a distancia y había actividades asincrónicas, se inscribieron. El numero de la matrícula central no se vio fuertemente afectada. El impacto que la pandemia nos dejó como beneficioso es esta posibilidad de hacer actividades no tan presenciales. Las carreras de ingeniería no son virtuales pero pueden tener componentes que se hagan en virtualidad.
¿Cuál es su mirada de lo que se viene?
Lo que se viene en la sociedad tiene que ver con las cuestiones de igualdad de género y esto también viene aparejado con una política muy fuerte que viene desarrollando la FIO dentro de este estereotipo consolidado de que era una carrera mayoritariamente de hombres
Dentro de la pertinencia social, lo que se viene en la sociedad tiene que ver con las cuestiones de igualdad de género y esto también viene aparejado con una política muy fuerte que viene desarrollando la FIO dentro de este estereotipo consolidado de que era una carrera mayoritariamente de hombres. Tenemos datos concretos de que esto se ha revertido y trabajamos para eso. En la FIO tenemos un grado de avance mayor que a nivel nacional.
La equidad es uno de los componentes de éxito y hoy esa inserción se da no solo por lo económico sino por cuestiones de género.
La otra cuestión que estamos abordando transversalmente en todas las carreras es el tema ambiental. Muchas veces la Ingeniería es vista como el avasallamiento, con la tecnología, del medioambiente. Trabajamos para lo contrario, trabajamos para la sustentabilidad del desarrollo productivo de la región y, en general, acompañando lo que tiene que ver con el abordaje de la afección del clima y cómo mitigar el cambio climático. Género, medio ambiente y sustentabilidad. En esas líneas se está trabajando.
Fuente: FIO.