La Unicen y Wayro SA rompieron el vínculo luego del conflictivo cierre de año. Habrá nueva licitación y otra contratista como consecuencia de las pugnas por los retrasos en la obra y la falta de pago a los trabajadores. El decano Héctor Trebucq analizó la situación y se refirió a los inconvenientes que podrían afrontar para la reanudación de las clases presenciales.
Daniel Lovano
La historia entre las partes aún no terminó, aunque el presente diga que la Universidad Nacional del Centro (Unicen) y la empresa constructora Wayro Ingeniería SA hayan rescindido el vínculo que los unía para la remodelación del edificio de la Facultad de Ciencias de la Salud.
Así lo confirmaron ayer en diálogo con este medio el decano de la casa de altos estudios (doctor Héctor Trebucq) y el doctor Luciano Corres, abogado y subsecretario general del rectorado.
Haciendo una mirada retrospectiva, las tareas se iniciaron a mediados de octubre y el primer día de trabajo un obrero sufrió un grave accidente al recibir una fuerte descarga eléctrica por cortar un cable subterráneo de media tensión mientras manipulaba una patarrera.
Lo que empezó mal siguió peor.
A mediados de diciembre la obra se paralizó por una medida de fuerza de los trabajadores, que reclamaban el pago de sueldos atrasados; en concreto las dos quincenas correspondientes al mes de noviembre y el medio aguinaldo.
Se produjo una intervención de Lucas Miriuka (delegado Regional del Ministerio de Trabajo de la Provincia), y se concretó una reunión virtual con las partes (representantes de UOCRA y de la firma empleadora) pero sin resultados, al aducir Wayro Ingeniería SA la imposibilidad de afrontar los compromisos.
La adjudicataria de la obra en primera instancia responsabilizó al Ministerio de Obras Públicas de la Nación por falta de desembolsos; desde la cartera respondieron que los pagos no se hicieron, en tanto el estado de la obra tenía un importante retraso en función de los plazos impuestos en el pliego.
Medió el Ministerio de Obras Públicas, llamó a las autoridades de la firma y a los representantes del rectorado de la Universidad Nacional del Centro.
Participaron por la Unicen el doctor Luciano Corres y el arquitecto Osvaldo Dadiego (director general de obras de la Universidad). También actuaron el coordinador técnico de la cartera, Juan José Rizzo (supervisor de obras) y por la empresa Wayro Ingeniería lo hizo uno de los socios (Adrián Navarro).
En la previa a la Navidad, Wayro Ingeniería SA hizo un pago de 15 mil pesos a todos los trabajadores.
Sin más respuestas, el 28 de diciembre el conflicto tocó su punto más álgido con graves disturbios en el predio que ocupa la Facultad de Ciencias de la Salud, que incluyeron quema de neumáticos, vandalización de las instalaciones y saqueos de materiales, herramientas y aberturas.
No tardó en llegar, entonces, un desenlace lógico: la rescisión de contrato.
"Siempre aclaro que la empresa Wayro Ingeniería SA era la receptora del dinero, el Ministerio de Obras Públicas de la Nación hacía los pagos y el rol de nuestra Universidad era monitorear las distintas etapas de la obra" comentó el doctor Trebucq, decano de la FCS.
"En el momento del conflicto le habían entregado a la empresa alrededor de 30 millones de pesos, que eran para comenzar con el acopio de materiales y el pago de salarios a los trabajadores. Al poco tiempo se hicieron un par de advertencias sobre que los avances de la obra no se hacían en tiempo y forma" recordó.
Trebucq precisó que se sucedieron las charlas, pero el Ministerio exigió un mayor avance antes de destrabar los pagos. "Hubo una serie de negociaciones, que culminaron con el pedido de rescisión de contrato por parte de la Universidad y también por parte de la empresa Wayro" relató.
Los trabajos están hoy en un punto al que las autoridades universitarias no hubieran querido llegar: "En estos momentos la obra está en una situación trunca, partes empezadas y sin terminar, por supuesto".
"Producto del saqueo y de los hechos vandálicos hay un montón de vidrios rotos y, por más que estemos en un momento cruzado en la rescisión del contrato, la obra sigue en posesión de la empresa Wayro hasta tanto se resuelva el litigio, lo cual nos dificulta la posibilidad de avanzar de aquí al comienzo de las cursadas a fines de marzo o principios de abril" lamentó el doctor Trebucq.
Habrá una nueva licitación pública, aunque no parece que sea en el corto plazo. "Los períodos legales en el litigio hacen que este trámite aún no esté resuelto" apuntó el doctor Trebucq.
El decano aclaró que Wayro fue el único oferente en la licitación anterior para las obras de ampliación y remodelación en la Facultad de Ciencias de la Salud: "Ninguna otra empresa, local ni nacional, se presentó".
"Había antecedentes de todo tipo, como en toda empresa: buenos, regulares y malos. Pero se trataba de una buena oferta económica, que cumplida las etapas se iba a ir ajustando los montos, y pensamos que esto se iba a resolver de otra forma" reconoció.
La reforma, que arrancó en la primera quincena de octubre pasado, tenía prevista su conclusión durante el primer trimestre de 2023.
Lo expuesto hasta aquí es una parte del contratiempo; vinculada está la reanudación de las clases presenciales en un predio que, no sólo dista de estar mejor que en la prepandemia, sino que ofrece falencias que antes no existían.
"El martes tuvimos una reunión con el rector (Marcelo Aba) y con la vicerectora de la Universidad (Alicia Spinello); ya veníamos abordando esta complejidad desde diciembre pasado" subrayó el doctor Trebucq.
"Se está trabajando en la posibilidad negociar una intervención en la posesión de la obra que tiene la empresa Wayro para hacer trabajos en un cuerpo de baños y en una puerta que comunique un sector de la calle Merlo con un sector sobre la avenida Pringles, donde hay dos aulas nuevas que habían sido hechas anteriormente" acotó.
Hay a disposición de las cursadas una tercera aula contigua al laboratorio y el SUM donde funcionará hasta mediados de marzo uno de los vacunatorios de la Región Sanitaria IX.
"Si podemos intervenir llegaríamos a tener alrededor de 460 lugares, siempre y cuando contemos con esos baños o con baños químicos en serio para poder funcionar" afirmó.
La Facultad de Ciencias de la Salud (que incluye las cursadas de medicina y enfermería) reunía a fines de 2021 unos 1500 estudiantes.
"Es un número que hay que planificar y a eso hay que agregar que ahora tenemos alrededor de 900 preinscriptos este año que van comenzar el curso de ingreso la semana que viene. Ahí vamos a sumar otros 300 o un poco más de estudiantes, así que todavía no sabemos el número final para este año" describió el doctor Trebucq.
"Empezar con lo que hay" es la postura de las autoridades universitarias.
No se descartan otras opciones, adelantó Trebucq: "En algún momento de la semana que viene van a venir a Olavarría las autoridades de nuestra Universidad para conversar con las autoridades de Ingeniería, de Sociales y de la Enape para poder trabajar en aulas del campus en forma complementaria de ser necesario".
Sobre el conflicto legal que obstruye la continuidad de la obra y el buen funcionamiento del predio, el decano de la FCS sólo comunicó que "el tema está en manos del departamento legal. Desconozco los pormenores sobre el tiempo, aunque admito que esto recién empieza y seguramente habrá que empezar a pensar en un acuerdo extra judicial con la empresa Wayro".
En una breve comunicación desde Tandil, el doctor Luciano Corres resumió ayer la cuestión legal con estas palabras: "En este momento estamos en el intercambio de la rescisión del contrato y en breve tendremos novedades. Para nosotros ha sido una gran desilusión, pero no nos desanimamos y este es el camino que hay que seguir para volver a poner la obra en marcha con una nueva licitación y con otra empresa".