En los últimos días las precipitaciones trajeron alivio para el agro pero sobrepasaron la situación y los anegamientos se convirtieron en una nueva amenaza.
Durante diciembre y enero una de las mayores preocupaciones (sino la mayor) para el sector agropecuario fue la sequía. Las temperaturas no daban respiro, las lluvias no llegaban y los productores temían por sus producciones. Ahora, la situación se invirtió y el exceso de agua empezó a hacer sonar la alarma de nuevo.
En campos de diferentes partes del país se difundieron imágenes y vídeos que demuestran cómo las incesantes lluvias de los últimos días no trajeron alivio sino una nueva preocupación: las inundaciones, tan tremendas como la sequía.
En este sentido, el epicentro de las últimas lluvias fue el centro y oeste de Buenos Aires, sur de Córdoba y el norte de La Pampa. Mientras la situación no siga agudizándose, será un respiro. Caso contrario, los anegamientos generarán una nueva y seria preocupación para los productores.
Fuente: Tranquera.com.ar
