Se prevé una larga semana de calor sofocante sobre el centro y norte de la Argentina, con una ola de calor que promete ser de las más intensas registradas en los últimos años
Ante la ola de calor pronosticada para esta semana, la exposición prolongada al calor puede provocar mareo, dolor de cabeza, vómitos y sensación de cansancio y decaimiento. Estos síntomas son leves, y en general se puede tratar con descanso, un ambiente fresco e hidratación. Pero cuando llegamos al golpe de calor, la cosa se vuelve más seria y se requiere asistencia médica de inmediato.
Los seres humanos tenemos dos maneras naturales de afrontar el calor, que son respirando y sudando. Por eso la humedad es un factor importantísimo. Con temperaturas extremadamente altas y mucha humedad, una persona sudará pero el sudor no se secará en la piel, que es el mecanismo que elimina calor. Es por eso que lo que importa no es solo el calor, sino la combinación de calor y humedad, que es lo que conocemos como sensación térmica.
El otro factor importante en términos de temperatura que causa tanto la mortalidad como la morbilidad es si la temperatura desciende por la noche. Si permanece elevada aún en el periodo de descanso se produce un aumento en las muertes. El cuerpo se abruma porque no recibe el respiro que necesita para recuperarse del día. De ahí que las temperaturas mínimas también sean importantes para determinar una ola de calor.
Recomendaciones
La Secretaría de Salud del Municipio recomendó las medidas a tener en cuenta para prevenir consecuencias producto de golpes de calor.
En primer lugar, es fundamental en esta época tomar agua: sobre todo, los niños y adultos mayores de 65 años, quienes muchas veces no sienten sed, es decir, no perciben la falta de líquido corporal, condición que puede deshidratarlos y exponerlos a un golpe de calor. Por eso, en estos casos, se recomienda tomar agua aún sin sentir sed.
El riesgo de deshidratación aumenta en aquellas personas con factores de riesgo cardiovascular que toman diuréticos o algún tipo de medicación para regular la presión arterial, porque suele producirse un aumento imperceptible de la pérdida de líquido a través de la transpiración. En estos casos se recomienda concurrir al médico para regular la medicación durante los meses de verano.
¿Cómo se manifiesta la deshidratación? Las señales de alarma a tener en cuenta son: orina oscura y escasa, menor frecuencia en ir al baño, boca pastosa, piel seca, mayor cansancio y alteraciones en la presión arterial.
La única manera de hidratarnos correctamente es tomando agua. Lo ideal es beber dos litros por día, además de infusiones. Se recomienda evitar las bebidas alcohólicas, gaseosas, energizantes o con alto contenido de minerales.
Es importante además reducir la ingesta de alimentos ricos en sal, lo cual es responsable de muchos problemas de salud, no sólo relacionados con las enfermedades cardiovasculares, sino también con la insuficiencia renal, la osteoporosis o el cáncer de estómago.
En cuanto a la actividad física, nunca es recomendable suspenderla, pero con altas temperaturas se recomienda esperar a que baje el sol en caso de ejercitarse al aire libre y, si es necesario, reducir la exigencia.