Gladys Rodríguez, comenzó a pintar en pandemia, experimentando con piedras y paredes, ahora sus diseños decoran mates, yerberas, tablitas y todo tipo de objetos de madera.
El año 2020, con la pandemia, generó en muchas personas un deseo de expresarse a través del arte, y Gladys Rodríguez, auxiliar de la escuela 503, no fue la excepción. Y al darse cuenta que tenía que ocupar el tiempo en algo, comenzó a pintar.
Gladys nos cuenta que "yo siempre dibujé y pinté, pero nunca había pensado que me iba a dedicar a esto. En la pandemia, cuando ya nos encerraron, yo tenía algunos acrílicos y en el patio había una piedrita chatita y lo que hice fue pintar una Mariquita. Así empecé, y al otro día comencé a hacer un mandala gigante de tres metros por dos en una pared del patio que estaba libre. Tardé nueve días en hacerlo, me despertaba y era la ansiedad de ir al patio para terminarlo, y sin saber si iba a llover o no, porque en ese momento no sabía si el acrílico se iba con la lluvia. Hasta que mi hermana me asesoró con una chica que pinta murales en La Plata, así que lo protegí y hace ya tres años que lo tengo".
"Para mi cumpleaños", recuerda Gladys, "me regalaron una caja grande con algunas pinturas, pinceles, y yo la pinté toda, le hice unos arabescos, esa es mía, personal, la uso para transportar mis pinturas. También pinté cajitas de madera para `Bombones de Amor?. Todo de madera, con distintos diseños pintados, eran para regalito. Empezamos con Flor en la semana de la dulzura, ella llenaba esas cajitas con bombones. Y era un hermoso presente, la gente nos encargaba para regalar a algún ser querido las cajitas con bombones. Era una forma de acercarse a las personas en esa época de encierro. Como gustaban tanto mis cajitas decoradas, empecé a hacerlas no sólo para vender, sino también para regalar a otras personas, hacerles un presente a amigos y familiares".
En el comienzo, el mate
"Mucho antes de la pandemia, mi hijo me había dicho, por qué no me dedicaba a pintar y vender mates, no le daba importancia, pero la pandemia cambió todo", recuerda Gladys, "así que hice los primeros pedidos de mates y cazuelitas de madera a Buenos Aires y a Córdoba, pedidos chiquitos. No sabía bien cómo se trataba la madera, así que comencé a ver en Instagram tutoriales que compartían el proceso que necesitaba la madera, para poder pintarla luego. Los diseños los fui haciendo yo a partir de imágenes que me gustaban y los plasmaba dejando volar mi imaginación. Así empecé, pintando mates y cajitas. Yo no tenía Instagram, así que abrí una cuenta que es del emprendimiento, le puse @gladys.rodriguez22, porque es mi nombre y veintidós, porque es mi número, el número que me gusta. El diseño del logo son mis iniciales G y R. La gente ya me conoce, sabe que esas iniciales representan mi emprendimiento".
Gladys tiene variedad en los productos que ofrece. "Empecé con mates, yerberas, azucareras, tablitas para colocar galletitas o los cuenquitos de distintos tamaños, y que también sirven para las picadas, junto con los pinchos, que también son de madera y los pinto. Quedan muy bonitos para hacer regalos. Las macetas se venden más en el tiempo de primavera, cuando empieza la primavera, muchos las quieren para poner una suculenta, una plantita chiquita o para regalar. Ahora, para el día del padre tengo las promociones para hacer los set de picadas, con la tablita y los cuencos o tablas solas. Mates personalizados, trabajo mucho con gente que pide los set personalizados. Un encargue muy lindo que me hicieron fue un set completo con la imagen de Cerati. Hice todo desde la tablita, hasta la azucarera y el mate, todo con la imagen de Gustavo Cerati, completando con una frase de una de sus canciones. Ése trabajo quedó muy bonito. El último encargue personalizado que hice, fue Frida Kahlo, hermosa, también con una frase de Frida del otro lado del mate. Yo les digo siempre a mis clientes, que para mantener los mates, tablas y cuencos en buen estado, luego de lavarlos, hay que secarlos muy bien, tratar de mantenerlos sequitos, y van a poder disfrutar mucho tiempo del producto.Y siempre para cada fecha trato de hacer algo especial. Y ahora agregué las velas de soja en los cuenquitos de madera, pintados o sin pintar".
Un gran incentivo
"Sigo mirando tutoriales", continúa Gladys, "y la chica a quien le compro los productos, nos da muchos tips sobre cómo trabajar la madera, cómo pintar. También hace vivos de Instagram con gente que también trabaja la madera y enseñan cómo prepararla, por ejemplo para un mate. Porque la madera tiene que tener también un trabajo especial, ya que no es lo mismo pintar un objeto que va a ser usado solo como decoración, que algo en el que se van a apoyar alimentos, como una tablita o el mate. No es solamente decir, agarro un pincel, un acrílico y pinto, todo tiene un proceso. Con mi proveedora gané un concurso. En plena pandemia, teníamos que mandarle varias fotos de los productos que le habíamos comprado a ella y que habíamos intervenido. Fui pasando de etapas en el concurso y llegué a la final, quedé tercera y gané una orden de compra, re importante. Después elegí lo que yo quería y me lo mandaron. Fue un incentivo enorme".
"Me gusta participar de las ferias. Aunque últimamente estoy trabajando más en forma online, o con compañeras o gente que ya me conoce y que me sigue pidiendo para hacer un presente o para ellos mismos. Gente que ya conoce mis productos. Tomo este emprendimiento como algo que me relaja, porque hay momentos en los que no pinto, no lo tengo como una obligación, salvo que haya aceptado un encargue. Quiero disfrutar del proceso de pintar, no me exijo, me gusta que todo fluya". Finaliza Gladys.