El olavarriense Antonio Scipione fue sinónimo de austeridad y honestidad, que lo caracterizó durante toda su trayectoria gremial como digno integrante del movimiento obrero argentino. Se inició como dirigente gremial de la Unión Ferroviaria local en la década de 1950 y llegó a ser secretario general de dicho gremio a nivel nacional entre 1957 y 1967.
Reynaldo Warman (*)
En el movimiento obrero argentino, don Antonio Scipione fue un dirigente obrero que prestigió al sindicalismo.
Su mejor tarjeta de presentación fue un modesto haber jubilatorio y una vivienda, construida con sacrificios, sin lujos, ahorrando y con algunos préstamos, como el del almacenero, al que le cumplió religiosamente.
Este convecino olavarriense fue el promotor de los policlínicos ferroviarios (hoy sede de la Facultad de Medicina dependiente de la Unicén), así como de viviendas para trabajadores ferroviarios.
En su juventud practicó y fue campeón de boxeo, una disciplina que lo capacitó para la intensa y dura lucha afirmando su carácter y templándolo para la actividad gremial.
En 1926 se profesionalizó y casi por casualidad demostró sus condiciones para el boxeo, debutando en Quilmes. La lesión del contrincante del norteamericano Willim Palmer hizo que se ofreciera a enfrentarlo. Scipione lo venció en un combate memorable, que marcó su excelente trayectoria boxística.
En la década de 1940 comenzó a militar en la Unión Cívica Radical, ocupando una banca en el Honorable Concejo Deliberante de Olavarría entre 1948 y 1950, y luego fue elegido por un nuevo período. Fue además candidato a senador en 1952 y a diputado nacional en 1962, ocupando asimismo la presidencia del Comité de la UCR local.
Paralelamente, este ferroviario olavarriense inició su trámite en el gremialismo (década de 1950) en la Unión Ferroviaria, entonces la organización sindical más importante del país, con 225.000 afiliados, presidiéndola por más de una década. En reconocimiento a su accionar fue distinguido como socio vitalicio de la misma. Scipione fue sinónimo de austeridad y honestidad, que lo caracterizó durante toda su trayectoria gremial como digno integrante del movimiento obrero argentino.
Una anécdota lo pinta muy bien cuando se produce la gran huelga ferroviaria de 1961, poniendo una importante suma de dinero a buen resguardo. Finalizado el conflicto, inmediatamente restituyó dicha suma millonaria a la caja del gremio.
Retirado del gremialismo, para siempre, vivió modestamente pero con dignidad en su Olavarría natal, junto a su familia y a la legión de amigos que supo ganarse a través de los años.
Falleció en nuestra ciudad en vísperas del Día de la Patria, el 24 de mayo de 1990. Poco tiempo después, Lorenzo Pepe, otro recordado gremialista y ferroviario como Scipione y además diputado nacional, le mandó una conceptuosa carta a su esposa Beatriz Nélida Beiro, que un pasaje expresaba: "Nuestro comienzo en la relación fue de duro enfrentamiento hasta que tuvimos la suerte de compartir la dirección de la querida organización, la Unión Ferroviaria, en la que pudimos fusionar no solamente el esfuerzo por reivindicar a nuestro gremio y a la empresa ferroviaria, sino también, y lo que para mí es más importante, nuestros propios sentimientos.
"No hay palabras para llenar un vacío de esta naturaleza, pero todos sabemos que los seres a los que hemos amado profundamente no terminan de morir nunca".
Estos conceptos, expresados por un gremialista del fuste de Pepe sobre un compañero de lucha, adquieren un valor relevante.
En esta pincelada de don Antonio va mi afecto a doña Beatriz, su esposa y consecuente clienta del negocio de mi padre, y a su hija Beatriz Norma Scipione de Lajud, "Pocha", que siempre me recuerda el placer de haber acompañado a su mamá en las periódicas visitas de compra, percibiendo ese particular aroma producido por las telas, prendas y perfumes en la tienda de mis queridos padres.
(*) Este texto está incluido en la 4ª edición del libro "80 Veces Gracias", escrito por el periodista, locutor y publicitario Reynaldo Miguel Warman, al cumplir 80 años de edad.
Biografía deAntonio Scipione
Antonio Scipione nació en Olavarría el 27 de mayo de 1906, hijo de Juan B. Scipione y Angela Scipione. Casado con Beatriz N. Beiro, fueron padres de cuatro hijos: Walter O., Edith Mabel, Beatriz N. y Hugo A.
Fue concejal municipal por la Unión Cívica Radical en los períodos 1948-1950 y 1950-1951, año en que fue detenido por causas gremiales, motivando la ausencia solidaria de compañeros de bloque y la subsecuente intervención al Concejo Deliberante.
Luego fue candidato a senador provincial en 1952 y a diputado nacional en 1962. En 1957 fue electo presidente del Comité de la Unión Cívica local. También fue presidente constituyente del Club Social y Deportivo El Fortín; directivo del Tribunal del Penas de la Liga de Fútbol de Olavarría; y presidente de la Biblioteca Popular Ferroviaria en 1930.
Desde 1946, presidió en varios períodos la Comisión de la Unión Ferroviaria de Olavarría. A nivel nacional, fue presidente de la Comisión Directiva central de la Unión Ferroviaria desde 1957 hasta su intervención en 1967; derivado de dicho cargo, fue miembro de la Confederación General del Trabajo (CGT); luego fue secretario de Hacienda de la CGT "de los Argentinos"; estos cargos lo hicieron intervenir en congresos gremiales nacionales e internacionales (Alemania, EE.UU., Chile y Perú) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra (Suiza) como representante argentino (1966). Fue el primer secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte.
En su juventud se destacó como boxeador a nivel zonal y llegó a ser semifinalista en la categoría livianos en el Campeonato Argentino de 1924.
Falleció en Olavarría el 24 de mayo de 1990.