El arquitecto Fabián Rúbare y una profesión que lo sigue apasionando como hace 30 años

Fabián Rúbare es olavarriense, de la localidad de Sierra Chica. En esa localidad llevó a cabo sus estudios primarios en la escuela Nº 2. La formación secundaria la hizo en el ex Colegio Nacional. 

Si bien no tiene a nadie cercano en su familia a la profesión de arquitecto, decidió ir a estudiar a Mar del Plata esa carrera, sin saber que iba a ser de su total agrado. Sólo eligió Mar del Plata porque era un lugar donde tenía más posibilidades de ir a vivir. 

Hace más de 30 años que se fue a Mar del Plata para anotarse en la carrera de arquitectura en la facultad, de la Universidad Nacional de Mar del Plata "a probar" y, sin embargo, "desde el primer momento fue una carrera que me encantó", dice el arquitecto Fabián Rúbare.

En diálogo con el Popular Medios, Fabián contó que "la carrera es integral, integra varias disciplinas y eso es lo que te va gustando. Tenés toda una parte que es la parte de construcción y otra parte que es el trato con el cliente, el diseño. Son dos temas que si te metés y te gusta te das cuenta que por ahí podés llegar a vivir de esto. Y así fue, terminé mi carrera en seis años y medio".

De vuelta a su ciudad, tenía que insertarse laboralmente, pero no le costó mucho. "Después de tres meses de haberme recibido ingresé a la municipalidad y aquí estoy, hace 30 años", cuenta Fabián, quien ingresó cuando don Helios Eseverri se encontraba como jefe comunal. Hoy, es director de Desarrollo Urbano. 

"Si tuviera que volver a elegir una carrera, elegiría arquitectura otra vez, es muy linda carrera. Por ahí, económicamente no sé si es tan redituable como otras profesiones. Pero respecto a la carrera, a mí me parece que es una carrera que te gusta de entrada", señala Fabián, quien analiza también la inserción laboral, señalando que "creo que la inserción laboral depende de las épocas que vive el país. Nosotros hemos tenido épocas prósperas respecto a la profesión en donde se reactiva un poco más la construcción y ahí es donde se trabaja más. El trabajo en relación de dependencia de la Municipalidad es constante. Vengo todos los días, de 7 a 1 de la tarde. Y lo que hago también, aparte, es tener un estudio particular. Entonces, eso me permite trabajar en los dos ámbitos: en el público y en el privado".

"En general nosotros somos un grupo de 9 arquitectos y todos tienen trabajo privado y particular a la tarde. En general, todos estamos haciendo lo mismo. La Municipalidad te permite dedicarle la tarde al trabajo privado".

Rúbare ha estado trabajando en sus 30 años que lleva en el Palacio Municipal, situación que le ha permitido trabajar con distintas gestiones de gobierno. En ese sentido expresó que "en realidad yo siempre me sentí a gusto con las distintas gestiones porque trabajar para un profesional, trabajar en la parte pública, es una cosa totalmente atrapante porque es el único momento en donde vos vas a intervenir. Plaza, hospital, no sé, escuelas. En la parte privada eso no pasa. Entonces, a lo largo de mi recorrido en la Municipalidad me ha pasado eso, que siempre me engancho con los trabajos porque son, en realidad, trabajos de transformación urbana, que todo el mundo los ve, que todo el mundo los puede disfrutar. Entonces eso te reconforta cuando ves la obra terminada". 

Todo proyecto es un desafío, con una etapa de desarrollo y maduración

"Cada proyecto es un nuevo desafío. Nosotros nos encargamos de todo lo que es obra pública, que no sean redes. Yo no tengo ni redes de agua, ni asfalto, ni mantenimiento de calles, ni cordón cuneta. Lo mío son edificios, pura y exclusivamente, Y espacios abiertos, plazas, recreo, parques", señala Fabián Rúbare.

Fabián define que cuando comienza el proyecto de una obra, siempre lo hace de la misma manera, sea tanto del sector público como privado, señalando que "el cliente viene, te propone qué es lo que quiere hacer y vos empezás a diseñar, a trabajar en el espacio y llegás a un número estimado. Entonces a partir de ese número seguimos adelante con el proyecto o no. Pero en general tiene que ver -si hablamos netamente con lo político- tiene que ver con la visión del intendente hacia el espacio público. Y siempre los intendentes que hemos tenido se han preocupado por el espacio público. O sea, no es una cosa menor".

En 30 años de ejercicio de la profesión, Fabián ha participado en el nacimiento o reforma de muchos de edificios, pero consultado sobre cuál de todos ellos es el que más le gustó respondió que "en general, a uno siempre le gusta más el proyecto que está por venir. Disfrutás haciendo algo en donde todo tiene un desarrollo, que es largo. A algunos les parece que haber hecho algún edificio es una cosa simple, pero no, es un proceso largo. Pero una vez que ya está hecho y después la gente lo empieza a usar, como que lo soltás y te encargás ya, de pensar en el otro. Hay muchas cosas que hemos hecho que yo te podría decir que son significativas, pero en general siempre te gusta más lo que está por venir o lo que vas a hacer en el futuro".

Los beneficios del trabajo en equipo

Fabián rescata la posibilidad del trabajo colectivo, en grupo. La posibilidad de poner a consideración entre los pares cada proyecto, termina siendo ese momento muy enriquecedor para la profesión. En la oficina hay profesionales que se ha ido especializando más en algún área determinada. Entonces, "no es que pasa por una sola persona cada uno de los proyectos. Eso a diferencia del trabajo tal vez más individual de la vida privada".

"Acá se comparte todo el proyecto, es más comunitario, si vamos al caso todo el proceso es más comunitario. Una vez que lo terminás, después cuando arranca la obra, ya lo tienen a cargo los inspectores de obra, son otros profesionales que se van a encargar de hacer todo el seguimiento hasta que termine la obra". "Eso pasa. Por eso es apasionante trabajar en la Municipalidad. Porque hay edificios como el Centro Cultural San José, que eran una ruina y vos los ves, pasó el tiempo y se sigue usando bien. La gestión que vino después, como que también se encargó de no de tirar abajo lo que habíamos hecho, sino de fortalecer. Y siempre se están haciendo cosas, porque lo importante en la obra pública, también es el mantenimiento de lo que hay. Es muy lindo hacer, pero hay que mantenerlo. Todos los edificios nuevos que incorporas a la Municipalidad, después, a futuro, vas a tener que mantenerlo. Y eso es tan importante como hacerlo".

En este sentido se trabaja mucho en los parques, en el mantenimiento de los mismos. Y todo cambia con los cambios sociales, que a veces tiene que ver con la conducta social. En los parques, por citar un ejemplo, que todos los días están colmados de gente, se colocan estructuras antivandálicas. En este sentido, Fabián dice que "los edificios nuevos que estamos haciendo, todos tenemos que hacer alguna cuestión antivandálica, respecto a sanitario, a la grifería, cosas que cada vez tenés que ir fijándote más. Da tristeza también que un edificio esté roto y hay veces que se puede arreglar y hay veces que no se puede arreglar, porque para arreglarlo tienen que hacer otra inversión que no la tenían prevista. Entonces por ahí quedan rotos". 

El Monumento al Trabajo y la impronta olavarriense

Consultado sobre el futuro monumento al trabajo, que se estaría proyectando, Rúbare dice que "a mí siempre me gusta trabajar en edificios, más que nada. Pero también es atendible cuando existe la necesidad de destacar algún sector o ver qué es lo que se puede poner para que la ciudad tenga alguna otra impronta que no sea solamente edilicia. El monumento al trabajo es algo que por ahí quedó como en la memoria. Es un monumento que en una época se tiró abajo, y es como que queda ese vacío en donde por ahí hay personas específicamente que se van a encargar de diseñar ese monumento. Un poco con el consenso general y con la participación se pueden lograr cosas que no significan traer el monumento viejo a la actualidad, sino que por ahí hay que repensarlo y hacer una señal de contemporaneidad. Al día de hoy se puede hacer eso. Que sea representativo de la ciudad, que aparezcan por ahí algunos íconos que indiquen que es de Olavarría".

Construir un edificio implica un abordaje muy amplio, que involucra una multiplicidad de miradas. En este sentido, Fabián sostiene que "hay varios puntos que nosotros tenemos que tratar. Respecto al uso, cuál va a ser el uso específico del edificio. Eso es importante saberlo, si es un edificio donde va a haber acceso al público o es solamente un edificio interno de la Municipalidad, tiene distintas características. Los edificios que tienen acceso al público siempre hay que reforzar los ingresos, los holes, donde va a haber público. En cambio, los internos es como que vos tenés que tener otro tipo de consideración. Ya te digo, primero es el uso, después es cómo impacta el edificio en el lugar, cuál es el entorno, si lo querés hacer amigable, si lo querés destacar, si lo querés camuflar con el resto y después los materiales que vas a usar. Si querés usar materiales locales para reforzar la idea de que estás en Olavarría y que hay materiales que se pueden conseguir acá o querés hacer alguna cosa totalmente nueva. Son parámetros que uno tiene que ir más o menos decidiendo a lo largo del proceso".

El desarrollo urbanístico de la ciudad

Rúbare abordó también el desarrollo urbanístico de la ciudad, señalando que "para el lado de Loma Negra es como el crecimiento natural de la ciudad. Siempre la ciudad, se extendió para ese eje. Hay varias urbanizaciones que se están desarrollando siempre para ese lugar", señala Fabián Rúbare.

"Por eso hay varias urbanizaciones que se están desarrollando siempre para ese lugar y después, nosotros teníamos como un impedimento, que era el terraplén (ex Provincial). Pero gracias a unas nuevas ordenanzas se ha podido extender la ciudad también para aquel lado. Hay varios lugares que se están desarrollando urbanísticamente, se están abriendo calles que pertenecen a privados. Va a haber mucho emprendimiento de ese tipo, mucho loteo en toda la ciudad. Aunque el eje siempre es Loma Negra".

Todo proyecto urbanístico, implica también regular muchas cosas, como son los servicios. "Son un montón de cosas: Iluminación, gas, agua, pozos de agua, gas. Todos los servicios, recolección de residuos, el transporte público, todos los servicios que la Municipalidad regula o tiene injerencia. Hay que pensarlo. Entonces, no se puede aprobar algún proyecto en algún lugar que vos después va a ser difícil o imposible, llevarle servicios".

La arquitectura como patrimonio

Rúbare fue integrante en sus inicios del Patrimonio Arquitectónico Olavarriense (PAO). Hoy no está en esa función, pero "también me interesa. Esa parte también es interesante para desarrollar. "No somos Europa, pero nosotros tenemos también patrimonio que por ahí hay que rescatar, hay que revalorizar. Es importante el tema de la historia urbana. Hay elementos que vos tenés que preservar y hay cosas que tenés que cuidar. Pero después vos podés hacer algún mix y responder un poco a la situación actual. Siempre pasa que no es que no se pueda tocar el edificio, sino que vos podés refuncionalizarlo. Por ejemplo, vos podés tener un interior distinto al original, que no es necesario seguir teniendo, la casa chorizo en donde tenés una sucesión de habitaciones a través de un corredor. Vos por ahí podés hacer otra cosa, pero sí conservar un poco el espíritu. El Centro Cultural San José, es uno de los ejemplos. Pasó con los edificios de los bancos tradicionales de la ciudad que se han refuncionalizado. También, esto hay que decirlo, que para los propietarios también es un problema no poder tocar nada. Porque si no, se transforman en edificios que comercialmente no van a servir nunca más. Porque si vos no los podés tocar, es también como con una carga que tiene el propietario". 

"Uno con los reglamentos puede ir armonizando esto. Yo creo que no hay que ser tan estricto. Hay edificios que son importantes. Hay elementos que son importantes para conservar. Pero también puede haber una refuncionalización de eso. Conservando fachadas, conservando interiores, patios. Y después, refuncionalizar el edificio", dice Fabián Rúbare.

Consultado sobre si tiene algún proyecto en particular para llevar adelante, el arquitecto Fabián Rúbare, de perfil bajo, en su modesta oficina, responde que "sí, hay muchas cosas. Hay muchas cosas que me gustaría hacer. Yo siempre respondo a un esquema o a una bajada de línea. Uno en la cabeza siempre tiene mil cosas para hacer. Pero bueno, hay veces que se pueden llevar a cabo, otras veces se pueden llevar en parte, y otras veces directamente a nadie le interesa o no son rentables. Acá se ponen varias cosas en juego cuando se decide atacar algún tema en general, después, uno hace lo mejor que puede respecto a su profesión. Lo más honesto", dice Fabián, quien antes de finalizar la entrevista aprovechó la ocasión para saludar a todos los profesionales arquitectos que han abrazado esta profesión, y en particular a aquellos con los que tiene la suerte de compartir a diario el trabajo en el Palacio Municipal.

Ultimas Noticias
Otras Noticias