Alumnos de 3º y 4º año del Primario utilizan una plataforma especial donde los números y las situaciones problemáticas se resuelven a través del juego.
Es aprender matemática pero utilizando Redes, a través de videojuegos. Con pocos recursos pero mucho ingenio, el nivel Primario del Colegio Fray Mamerto Esquiú trabaja por segundo año consecutivo con la plataforma Matific donde los números y las situaciones problemáticas se resuelven jugando y creando.
La iniciativa surgió el año pasado a partir de una propuesta que llegó de la mano del Municipio. Eso dio pie a participar también de la Olimpíada de Matemática Matific que incluyó a escuelas de Latinoamérica. Quedaron en el octavo puesto y ahora redoblan la apuesta: con un subsidio municipal pueden seguir accediendo a la plataforma.
Fue Natalia Paz, directora de Modernización Administrativa del Municipio quien "nos habló por primera vez sobre esta plataforma y si queríamos acceder a ella. La desconocíamos en ese momento y empezamos a buscar la información. En realidad los chicos ingresan en su casa desde los dispositivos que tienen, y la docente puede subir a la plataforma actividades para que ellos realicen, siempre relacionadas con los contenidos", explicó a EL POPULAR Alexia Mentaste, la directora del colegio.
La herramienta "es muy productiva y a los chicos les gusta muchísimo", confesó ubicándose en la misma línea que la vicedirectora, Mitra Barragán: "es sabido que la virtualidad es más atractiva y la plataforma tiene, por ejemplo, para que ellos hagan su mascota virtual, le pongan nombre, etc. Van pasando distintos niveles, siempre viendo contenidos de matemática y pensamiento lateral".
Matific es una plataforma paga que demanda de dispositivos tecnológicos y conexión Wifi. No fue sencillo trabajar en ella en un contexto social que es complejo. Fray Mamerto Esquiú es un colegio público de gestión privada que no cobra cuota mensual, sino una contribución a las familias que están en condiciones de hacerlo.
Desafíos
"Muchos de nuestros alumnos no tienen conexión o no cuentan con los dispositivos necesarios", de ahí que a la ayuda municipal que absorbe el presupuesto de la plataforma debe sumarse el ingenio de docentes y directivos de la comunidad educativa de esta institución que funciona desde hace seis décadas en del Valle 5270.
"Durante la olimpíada Matific, Marlene Cortavarría que es la Orientadora Educacional del Colegio los impulsaba y les mandaba mensaje a las familias porque los chicos tenían que ingresar desde sus domicilios y participar, hacer juegos en una ventana de esa plataforma, eso sumaba puntos. De ahí la importancia de que todos jugaran en equipo. Un día les pedimos que trajeran sus dispositivos, los que tuvieran, y los reunimos en Dirección. Sumamos los equipos tecnológicos que nosotras teníamos porque la idea era sumar minutos de juego" contaron quienes integran el equipo directivo.
"En esta escuela no tenemos un gabinete de computación. Las computadoras que tenemos han sido donadas por empresas que ya no las utilizan y los alumnos de la Escuela Industrial las programan. Lo mismo pasa con Internet: tenemos Wifi que paga la escuela para las cuestiones administrativas, entonces traíamos a los chicos y más de 10 dispositivos no podían conectarse al mismo tiempo. Fue todo un desafío participar de la olimpíada con los pocos recursos que teníamos", expresaron.
Así todo, la participación en la competencia ubicó al Colegio Fray Mamerto Esquiú en el octavo lugar y además se ganaron una notebook.
"Cuando vinieron de Matific a traernos el premio el año pasado, muchos chicos planteaban la posibilidad de si podíamos seguir en este año utilizando la plataforma. Este año, apenas empezamos las clases volvió a comunicarse Natalia Paz y me dijo que si queríamos desde la Municipalidad nos subsidiaban el costo de la plataforma, una suma que para nosotros es imposible afrontar".
Utilizar Matific demanda unos 80 mil pesos. En Fray Mamerto Esquiú está destinada a los alumnos de 4º año que tienen una continuidad porque son los que ya la utilizaban el año pasado, y se suman los estudiantes de 3º.
"Para nosotros es algo que nunca hubiéramos podido hacer así que estamos muy contentas con esta posibilidad", enfatizó la vicedirectora.
El Colegio Equiú recibe alumnos que viven en los barrios cercanos a la escuela: Villa Magdalena, Villa Mailín y Provincias Unidas principalmente. "Recibimos a niños desde nivel Inicial que continúan después el Secundario que se dicta en el turno mañana".
Hay una sola división por casa año. Y una característica significativa es que los padres y hasta los abuelos de estos alumnos también han realizado su trayectoria educativa en esta escuela.
En la institución, "tratamos de no tener más de 25 chicos por aula. Al ser una escuela antigua, los salones no son muy amplios, pero además, nos focalizamos mucho en los niños y sus familias. No solo nos ocupamos de lo pedagógico sino también de los social".
Lo cierto es que el acceso a esta plataforma es muy importante para quienes hacen docencia en la escuela. Para los chicos es un doble aprendizaje: los contenidos por un lado y saber que no siempre estudiar es aburrido.