Es la reemplazante de Silvana Rosales, la ex subsecretaría de Desarrollo Social que renunció tras el escandaloso uso indebido de las tarjetas Cabal y de los vales por mercadería. El Popular Medios habló con la flamante nueva subsecretaria, Romina Sponer.
La política local se vio sacudida por el llamado "escándalo en desarrollo social": un uso indebido de las tarjetas Cabal y de los vales por mercadería, los cuales eran destinados para personas de bajos recursos y en riesgo económico, pero se descubrió que eran usadas por otras personas. Se llevó a cabo una auditoría y se le quitó el puesto a Silvana Rosales, responsable de la organización de las tarjetas. Alegaron que la demanda de vales por mercadería ya estaba cubierta, pero de igual modo se trató de todo un escándalo y terminó con la renuncia de una funcionaria en un área clave del municipio. La remplazante de Rosales es Romina Sponer, quien se desempeñaba en el área de Discapacidad y a quien logramos entrevistar para esta nota.
Cuando hablamos de un "sacudón" en la política local, es casi una literalidad: se pidió una renuncia, se solicitó una sesión especial en el Concejo Deliberante- con fecha para el 13 de abril- y el Frente de Todos encabezó una denuncia penal por las irregularidades en las tarjetas Cabal y los vales de mercadería. Es en medio de este contexto difícil y con una credibilidad baja que Romina Sponer asume un nuevo y gran desafío en su carrera como funcionaria pública.
En el día de ayer fue el propio Ezequiel Galli quien le dio una "cálida" bienvenida al staff de Desarrollo Social, subiendo una selfie a sus redes sociales bajo la leyenda: "Una alegría que te hayas sumado, con tu experiencia, ganas y compromiso en el área.". No hubo menciones al escándalo que se roba titulares en la prensa local, solo palabras elogiosas hacia la nueva funcionaria. "No tengo dudas que Romina va a llevar adelante una enorme tarea en Desarrollo Social. Conozco su gran capacidad y compromiso con la gestión desde hace muchos años", reza el comunicado que emitieron desde el Municipio. También agregaron que "lamentablemente, por las condiciones socio económicas que vive nuestro país, hay mucho trabajo por hacer en el área de Desarrollo Social y no tengo dudas que Romina va a estar a la altura de las circunstancias, al lado de cada familia de Olavarría que lo necesite". Romina Sponer, en medio de este contexto, se dispuso a hablar con El Popular Medios.
¿Cuáles son las primeras medidas que pensás tomar?
Antes de tomar cualquier medida, o empezar a afrontar decisiones, tengo que hace un estado de análisis y diagnóstico del área. Recorrer los servicios a mi cargo, hablar con las personas que los ocupan para ponerme a disposición, para ver cómo están, cómo se sienten, qué necesitan y, en función de eso, ir más a una cuestión de decisión y abordaje.
¿Cómo recuperar la credibilidad en un área que quedó manchada por el escándalo de las tarjetas Cabal?
Lo que yo creo es que la credibilidad se construye, se sostiene y, en este caso, se recupera con trabajo, con gestión, estando, asistiendo a los lugares, poniendo siempre el cuerpo, escuchando todo lo que es necesario escuchar, construyendo y deconstruyendo lo que no estuvo acertado y generando un trabajo nuevo, una gestión nueva. Un posicionamiento teórico, metodológico, profesional diferente, siempre con la prioridad por delante que es el usuario, que es la persona que viene a nosotros porque está transitando alguna situación específica, que muy probablemente sea dolorosa y compleja. Priorizando siempre la gestión y a las personas.
¿Qué se va a hacer con las irregularidades que salieron a la luz?
Las irregularidades no es mi compromiso resolver algo, que, por supuesto, va por la vía de la investigación y de lo que corresponda a quienes tienen como tarea específica llegar al fondo de esa cuestión. Mi trabajo tiene que ver con lo que voy a hacer de hoy en adelante por la gestión, por el área y por el desafío que estoy asumiendo.
¿Qué impronta le podes dar a tu trabajo en esta subsecretaría?
La impronta tiene que ver con lo que te decía: sobre todas las cosas soy una trabajadora social. Esa es mi profesión. Soy licenciada en Trabajo Social. Todas las gestiones anteriores y los equipos que he llevado adelante ha sido siempre desde esta mirada social de las cosas y mi impronta está relacionada a mi profesión. Me considero una persona responsable y formada en esta materia. Trato de estar aggiornada y actualizada. Es un gran compromiso llevar adelante un equipo de profesionales que también son colegas. El sello y la impronta va a ser siempre el usuario, la persona, las instituciones, los barrios. Todo lo que hace a nuestro trabajo cotidiano. Los equipos de trabajo son fundamentales para mí.
Vos venís de un área de mucha sensibilidad social, ¿crees que eso te juega a favor para desempeñarte en el área de Desarrollo Social?
No sé si lo pondía en términos de que me juegue a favor o en contra. Si ha sido un recorrido muy valioso con el que he tenido una implicancia y un compromiso enorme, porque es una temática que así lo requiere y creo que sí me suma en recorrido y experiencia ganada para seguir poniendo al servicio. Las personas con las que trabajamos- en general, todas las personas- somos personas con distintas condiciones. Personas que podemos estar atravesando una situación dificultosa desde lo socioeconómico, podemos tener una discapacidad, ser adulto mayor, sufrir una situación de violencia o vulneración de derechos Las áreas tenemos que ir implicándonos todas con las competencias del resto, porque las familias se terminan encontrando y muchas veces terminamos siendo muchos equipos abordando y acompañando a las mismas familias. Siempre mi principal objetivo va a ser ser buena compañera, saber por dónde pasa el trabajo de mis compañeros, ponerme a disposición, contar con ellos y que ellos cuenten con mi equipo. El eje es que trabajamos para las personas, no para nosotros, sino para la comunidad.