Un sueño cumplido: Miñana ya tiene jardín de infantes

Era un pedido histórico, pero tomó impulso en 2021. Funciona en uno de los dos salones de la Primaria 46. "Estamos felices, este jardín era muy necesario", contó a EL POPULAR la directora de la escuela Verónica Trapani, después de aquel acontecimiento que cambiaría la vida de sus habitantes. Lo inauguró Provincia a fines de marzo y cuenta con ocho alumnos

Por Julieta Portillo

"Lo que aprendemos se vuelve parte de nuestra identidad", dice una de las paredes externas del solitario edificio fundado en 1955 en medio de estancias y algunas pocas casas. Allí en Miñana, desde entonces funciona la Escuela Primaria 46 que esta semana comenzó a albergar también un jardín de infantes, el primero en la historia de este poblado que supo crecer con el ferrocarril y que fue extinguiéndose después del paso del último tren en 1968.

El 21 de marzo, la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires inauguró el Jardín de Infantes de Matrícula Mínima (JIRIMM) N° 015 en el paraje Teniente General Miñana de Olavarría. Hubo corte de cintas, música y festejo. El acto contó con la presencia de la flamante Jefa Regional de Educación Marta Casanella; el Jefe Distrital Julio Benítez; los consejeros escolares Leonardo Wagner, Ariel Rodríguez, Mariana Martinez y Jorgelina Piccinini; e inspectoras de los niveles inicial, primaria y secundaria, modalidades de artística, educación física y psicología.

También participaron de la celebración concejales, miembros de la cooperadora de la Primaria N°46, familias de la comunidad y primarias rurales, y secundarias de Sierra Chica.

Todos disfrutaron de un "Concierto de música infantil" interpretado por niños y niñas del jardín 901 que cantaron canciones junto a la profesora Erica Lavelle. Al finalizar, intervinieron un mural con sus huellas y compartieron una merienda.

El JIRIMM N° 015 funciona en el edificio de la Escuela Primaria N°46 que en el último tiempo tuvo importantes mejoras edilicias como el cambio de letrinas y pozo de baño, la instalación de una red de gas segura, arreglos de la red de agua, pintura, instalación de luminaria led, arreglo del mástil y la compra y colocación de un circuito eléctrico de baterías de gel, la inversión ronda $1.300.000.

Era un pedido histórico, pero tomó impulso de la mano de Verónica Trapani, la directora de la Escuela del lugar. Tomó el cargo como titular en 2021 y entonces "me encuentro con esta realidad de hermanitos que no están yendo al jardín o casos como el de una nena que se queda en casa de su tía en Sierra Chica o en Hinojo para poder asistir a un jardín de infantes", contó a EL POPULAR días después de aquel acontecimiento que cambiaría la vida de sus habitantes.

Al desarraigo de algunos de esos niños se sumaba otra preocupación que hizo poner el pie en el acelerador para este pedido: "la alfabetización tardía. Cuando empecé a revisar documentos vi que muchos alumnos no habían ido al jardín o fueron muy poquito. Entonces empecé a hacer un relevamiento con datos pedidos a las familias y finalmente esta concreción que es producto de un trabajo junto con la inspectora de Nivel Inicial".

Las gestiones

A 30 kilómetros de Olavarría, el paraje nació como estación del ferrocarril Sud, en terrenos donados al Estado por el abuelo de Jorge Louge, propietario de la estancia La Isolina.

"Nuestros alumnos son todos hijos de gente que trabaja en las estancias vecinas. Cuando se fundó la escuela había 14 estudiantes, ahora son menos". La institución educativa empezó siendo un salón y después se fue ampliando por la demanda de la gente que fue asentándose producto del ferrocarril. En ese momento el lugar era grande", relató la directora de la escuela que cursa un postítulo sobre Nuevas perspectivas de la práctica docente en escuelas rurales. 

"Eso me dio el empujoncito también porque hace hincapié en esto de trabajar en el territorio con las demandas de la gente y sobre todo en los derechos fundamentales como es el acceso a la educación. A veces se piensa que por ser una escuela rural uno está solo pero no es así. Hay que empezar a gestionar y las oportunidades llegan, siempre hay gente que te escucha y te abre las puertas. Eso me pasó a mi, sentí el apoyo de la comunidad y también el de las autoridades educativas", destacó.

 Y continuó: "cerquita de la estación vive Olga Martínez, la tradicional maestra que tuvo esta escuela. Se jubiló pero sigue viviendo en el mismo lugar. La gente venía y compraba acá, había una despensa, tenía movimiento. Pero cuando el ferrocarril cerró la cosa cambió para este lugar". 

 Lo cierto es que la mayoría de los habitantes de aquella zona "son personas que vienen a trabajar a las estancias. Y ahí también nació la necesidad del jardín porque cuando tienen la posibilidad de elegir, muchos papás eligen trabajar en estancias donde haya un jardín y una escuela cerca".

Desde esta semana, el paraje Miñana ya tiene jardín. "Eso es lo más importante. En la Escuela tenemos dos salones y uno no se usaba porque son aulas pluriaño. Ahí nació la idea de poder habilitar esa sala para los más pequeños del lugar".

Hubo que hacer algunas obras edilicias, aunque si uno mira el edificio hoy "faltan cosas por hacer", resumió esta directora de escuela rural que fija como prioridad las filtraciones por la ventana de la cocina en época de invierno. 

Entre los trabajos materializados producto de esta nueva institución, Verónica Trapani resaltó "uno de los baños que era con letrina y se pudo colocar un inodoro a través del Consejo Escolar. En la cocina había garrafa e hicieron la instalación de gas por tubo. Realmente estamos felices". 

El jardín de todos

Con las gestiones avanzadas comenzó la preparación del salón y el nombramiento de una maestra jardinera, Noelia Albarrín. "El aula que teníamos en desuso se amoldó a lo que es una salita de jardín. Nos donaron un montón de juguetes y el Consejo Escolar nos dio el mobiliario". 

Previamente, "con Noelia habíamos publicado en nuestros estados de Whatsapp el pedido de juegos y juguetes, y no podíamos creer la enorme respuesta que tuvimos, cuánta gente se acercó a donarnos cosas de forma desinteresada. Incluso en el acto inaugural había dos mujeres, no sabíamos sus nombres, una de ellas es catequista en la parroquia de Sierra Chica y nos pidió formar parte de la cooperadora, nos dijo que ella quiere venir. Es increíble". 

Ahora empieza el trabajo en equipo. "Cuando una es directora de escuela rural gestiona casi en soledad. No tenés un equipo de gestión al lado. Y esto de tener a Noelia también es súper positivo", dijo.

 Y destacó también otra cuestión, "nos pasa que mientras los nenes están en el jardín las mamás se han quedado a colaborar para pintar por ejemplo. Y lo que sentimos es que esta posibilidad de que sus hijos tengan un jardín adonde ir les va a dar más tiempo a ellas para trabajar. Son mamás re jóvenes. Es decir, esto es importante no solo para los chicos, sino también para sus madres que van a poder salir a estudiar o a trabajar".

No pasó mucho tiempo desde que en la Provincia se quisieron cerrar escuelas rurales por considerarlas instituciones sin importancia y con muy poquitos alumnos. En 2018, durante la gestión de María Eugenia Vidal, se había ordenado el cierre de 47 instituciones con similares características a la de paraje Miñana.

 "Ojalá que nunca vuelva a pasar esto de que digan que porque son poquitos no se justifica. Es una cuestión de derechos porque la escuela rural no es una escuelita, los niños y niñas aprenden lo que se aprende en todas las escuelas. Y el pluriaño es muy lindo para trabajar, ver cómo se ayudan entre ellos, cómo van aprendiendo todos en un mismo salón", contó. 

Y remarcó que "yo trabajé en otras escuelas rurales y el número de alumnos siempre fue preocupación porque hace que trabajes con presión y no con la garantía de derechos. El desarraigo de estos chiquitos de tener que ir a dormir a lo de una tía o una abuela para poder ir a una escuela es doloroso. Por eso, esta posibilidad se vive con emoción. Todos estamos felices de tener este jardín". 

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