El presidente de la Unión Industrial, César Longo, remarcó la importancia de la institución y un crecimiento sostenido. Comenzó con 54 asociados y hoy tiene 168. En la UIO asesoran, capacitan y abren puertas.
Preside la Unión Industrial de Olavarría desde 2020, asumió en medio de las restricciones y con la pandemia a pleno, pero está ligado a la entidad desde hace más de una década. Para César Longo, las bases para un empresariado fuerte y sustentable deben ser la unión. "Nosotros generamos mano de obra genuina que le aporta un valor agregado al país y por eso tenemos que estar unidos", expuso.
Y en este camino, el empresario olavarriense remarcó la importancia de la institución y el crecimiento que ha tenido en el último tiempo. Comenzó con 54 asociados y hoy son 168. En la UIO asesoran, capacitan y abren puertas. También elaboran estrategias y trabajan sobre las problemáticas de los distintos sectores empresariales.
"La unión hace la fuerza. Es una frase muy trillada, pero es verdad. Cuantos más somos, más nos hacemos escuchar en los niveles donde se toman las decisiones", sentenció.
El máximo referente de la Unión Industrial habló con EL POPULAR de la actividad en un contexto donde las variables económicas juegan un rol fundamental, y todavía más en una ciudad industrial por naturaleza y muy heterogénea en su matriz productiva.
"A veces uno se pregunta por qué está en este rol o para qué existe la Unión Industrial. Hasta que no te acercás, no entendés bien pero una vez adentro la perspectiva te cambia: tenemos que tener unidad y eso es lo que le da fortaleza al país. Creo que ése es el gran triunfo del gremialismo, por ejemplo, son todos unidos y esa unión hizo les da la fuerza".
En esta misma línea, planteó que "a veces los gobernantes toman decisiones sin saber por qué. Nosotros somos los que estamos en el campo de batalla y tenemos idea de lo que está sucediendo en la calle. Somos los encargados de poder decirles lo que pasa, lo que se está viviendo, darles ideas".
La gremial empresaria
La Unión Industrial de Olavarría nació a partir de un grupo de empresarios que se autoconvocaban con el objetivo de promover y realizar acciones concretas que permitan a las empresas de la ciudad enfrentar las problemáticas e impulsar los proyectos que surgían de la realidad del ámbito industrial.
De aquellas reuniones y acciones surgió esta asociación civil, en septiembre del 2005, cuyo principal fundamento es llevar adelante una gremial empresaria con la participación de las diferentes industrias, pymes, empresas de servicios afines y profesionales de la ciudad y la zona.
"En la Unión industrial lo que hacemos es representar a la mediana y pequeña empresa, dar herramientas para los asociados, ayudarlos a emprender el camino, apoyarlos cuando tienen emprendimientos y no saben bien qué camino seguir. Ahí empieza la función de la asociación".
Partiendo de esta base, además "estamos creando un montón de herramientas para darle un servicio al socio porque en general sucede que hasta que el empresario no se topa con algún problema, no se acerca. Creo que no entiende bien de qué se trata esta institución. Recién cuando entrás y empezás a ver cómo se trabaja, automáticamente te empezás a involucrar, a dar cuenta todas las herramientas que tenés".
Así, mencionó que en la sede que funciona en Coronel Suárez 2543, además de asesorar y acompañar al empresario ofrecen servicios de cobro de facturas para el socio. Y en breve lanzarán una tarjeta de beneficio para los empleados de las empresas asociadas a la UIO. Habrá descuentos en comercios para las 4500 personas que integran el sector empresarial adherido a la gremial empresaria.
Un sector heterogéneo
"Olavarría tiene una matriz productiva muy diversa, es muy heterogénea. Lo bueno que tiene es que cuando se cae un sector se levanta otro, precisamente por esta diversidad", explicó el empresario.
Y enumeró que la ciudad "tiene distintas alternativas, tiene empresas extractoras que son Loma Negra y Cementos Avellaneda que son las que generaron en los años '70 todo lo que es una mano de obra o empresas indirectas que les prestan servicios. Hoy está ramificado en todo lo que son las empresas mineras, más de 40 en Olavarría. Después está la industria metal-mecánica que es muy importante para todo lo que es el servicio. Y no solo abastecen el mercado local sino también a Argentina, e incluso fuera del país".
Las empresas de servicios a la industria tienen una fuerte presencia. "Hay todo un sistema de logística en Olavarría que hoy cuenta casi con 5.800 camiones, con 160 empresas de transporte. Por día salen de la ciudad casi 3 mil camiones, hay un flujo que tiene Olavarría que no lo tiene otra ciudad del centro de la Provincia".
Se suma la ganadería, con 800 mil cabezas de ganado. Esto hace que la ciudad sea "un mix entre industrial y agro ganadero muy importante. Por eso tenemos que estar a la altura de las circunstancias", definió Longo.
Y sostuvo que, en cuanto a una entidad intermedia como es la UIO, "esto hace que tengamos que estar atentos a todo lo que sucede como los vaivenes económicos que tiene Argentina como la devaluación o la inflación que es un flagelo. Hasta que no se acomode ese tipo de variables es muy complicado tener una proyección a largo plazo. Cuando se hacen las proyecciones se toma una inflación que después en la realidad termina siendo otra".
El gen está en producir
¿Cómo planificar en un contexto de inflación desmedida? "Muy difícil. Esa situación genera dos cosas importantes: por un lado una pelea interna y por otro, una externa. La primera es con tus colaboradores, a los empleados obviamente el sueldo no les alcanza, a veces alcanza para las necesidades básicas, y eso es complejo porque acá las Pymes somos todos conocidos, amigos, somos una gran familia y queremos lo mejor para cualquier trabajador. Entonces la inflación hace que no te alcance, que vos no puedas aumentar porque si aumentás no te dan los costos y quedas fuera del mercado. Es muy compleja la convivencia, entonces invertís mucho más tiempo en acomodar eso que en tu propio negocio".
La pelea externa "es con el proveedor o con el cliente por el mismo tema. Así, lo que la inflación hace, básicamente, es un trabajo en sí mismo. En vez de ocuparte del negocio, de lo que sabés hacer bien, te toma un trabajo extra entender cómo ajustar o qué conviene hacer por el tema inflacionario".
Lo mismo sucede con el tipo de cambio. "El costo depende de la matriz, de lo que estés haciendo, qué incidencia tiene el dólar en ese costeo. A algunos les incide más y a otros menos, pero en algún punto tiene una incidencia. Entonces se trata de ir viendo qué medidas ir tomando en función de cómo costear un producto o un servicio. El tipo de cambio hace proyectar y no saber a qué tipo de cambio podes costear: podés quedar o bien o quedar mal. Entonces siempre está el 'por las dudas' que hace que los precios aumenten, por la misma historia que tenemos".
De todas maneras, "el empresario es optimista por naturaleza porque tiene muchas de éstas y sin embargo cuando tiene plata en el bolsillo en lo primero que piensa es en cambiar el camión, o arreglar la planta, o comprar una máquina. O sea, no se piensa en especular, el gen de la mayoría es saber producir".
Mano de obra genuina
"Argentina tiene que salir de la mano de las Pymes que abarca el 80 u 85 por ciento de la masa laboral", asumió César Longo desde la presidencia de la Unión Industrial de Olavarría.
El empresario olavarriense dijo que "conocemos la cultura del emprendedor o del empresario Pyme. Si tiene 10 pesos los va a volcar a la producción y eso va a generar mano de obra. Ese es el círculo virtuoso que se genera en la economía: un trabajador que pueda consumir, que pueda gastar en Olavarría, que pueda tributar Es positivo en todo sentido", explicó.
Y agregó que "por eso insistimos que quien nos gobierna, de un partido o del otro, no importa; que pueda entender la necesidad de lo importante, que pueda entender a un emprendedor o a un Pyme que apuesta a la Argentina, no que tiene forma de irse a otro país. Esa apuesta hace que genere mano de obra genuina. Y esa mano de obra se traslada a un crecimiento de la economía y a un mayor consumo".
Ser empresario en Argentina "es vertiginoso, pero también es lindo. Acá hay muchas cosas muy buenas y el país te brinda oportunidades de trabajo y de negocios que en otras partes no tenés. No es que está todo perdido, hay muchas cosas por hacer".