En el Teatro Municipal En 1970, Astor Piazzolla junto con su Quinteto y Amelita Baltar se presentaban en Olavarría y allí interpretaban el ciclo "Las Estaciones Porteñas".
El bandoneonista y compositor Astor Piazzolla es considerado uno de los músicos más importantes del siglo XX a nivel mundial y uno de los referentes del tango a lo largo de su historia. Justamente, en sus primeros años, Piazzolla generó gran polémica en ámbito tanguero, ya que los tradicionalistas del género (los de la "Guardia Vieja") señalaban que su obra no era tango. Sin embargo, el paso de los años superó esos desencuentros y Piazzolla no sólo fue destacado y reivindicado por la posteriores generaciones tangueras, sino también por otros géneros como el jazz, el clásico y el rock, no sólo en la Argentina, sino en todo el planeta.
Para Astor Piazzolla, 1970 fue un año importante. Ese año completaba su ciclo "Las Estaciones Porteñas", con la composición de "La Primavera" y "El Invierno", y dicha suite completa era presentada en el Teatro Regina, junto con su Quinteto (que además de Piazzolla también integraban Antonio Agri en violín y viola, Osvaldo Manzi en piano, Cacho Tirao en guitarra eléctrica, y Kicho Díaz en contrabajo), concierto que se encuentra editado discográficamente. También publicaba otros dos discos: "Pulsación", que incluía el tema "Fuga y Misterio"; y "Concierto para Quinteto".
En ese marco, Piazzolla, su Quinteto y Amelita Baltar realizaban una gira por interior del país, incluyendo la ciudad de Olavarría donde se presentaban el sábado 24 de octubre en el Teatro Municipal -concierto del cual este sábado se cumplen 50 años-, dentro del ciclo "Arte y Tango".
Dos días después, El Popular publicaba una crónica titulada "Tango, por Piazzolla", ampliando en la bajada que "Astor Piazzolla, su conjunto y Amelita Baltar se presentaron en el Teatro Municipal. ¿Es tango lo que ellos hacen, como se preguntan algunos? Creemos que sí, pero por sobre todo es arte, es inspiración. Amelita Baltar y su carisma capaz de absorber al público, igual que Piazzolla".
Luego la nota señalaba que "la presentación del conjunto orquesta y Amelita Baltar en el Teatro Municipal la noche del sábado fue un verdadero concierto de tango. Comenzó la velada con 'Otoño porteño' y continuó con "Invierno", "Primavera' y 'Verano', elevando cada vez más el interés del público, que cuando finalizó 'Verano Porteño' estalló en un aplauso que duró 36 segundos".
"Luego, Amelita Baltar. Un fenómeno extramusical. (...) Cuando a comenzó a cantar "Chiquilín de Bachín" un silencio pesado se abatió en la sala. Luego, a medida que la canción toma fuerza, ya Chuiquilín era un pibe olavarriense que revoloteaba entre las butacas vendiendo rosas y que nos metía con una mano helada su hambre en nuestro corazón... 'Balada para un loco', ese monumento al absurdo, esa simbiosis de disparate y ternura, cerró con un aplauso cerrado la primera parte del programa", continúa la reseña.
"En la segunda parte, nuevamente Piazzolla y su conjunto. 'Lo que vendrá', 'Buenos Aires Hora Cero' y un genial, increíble, inolvidable 'Adiós Nonino' fueron interpretados. Piazzolla, aparte de sus dotes musicales 'formales' digamos, se prodiga en una serie de interminables de hallazgos que van más allá de la simple composición. Si Amelita Baltar tiene carisma, Piazzolla no le va en zaga, ni sus músicos (...) Además cada uno de los músicos agrega a su música su personalidad y entablan una constante comunicación con el público. Finalmente se hizo su segunda y última entrada Amelita Baltar con 'Balada para él', 'Balada para mi muerte' y 'Buenos Aires 3001' ".
La crónica concluía expresando "la aclaración que hicimos al principio no fue casual: hay muchos que opinan que lo que hace Piazzolla no es tango, que Amelita Baltar no posee buena voz y que las letras de Horacio Ferrer son un 'cóctel' de figuras literarias copiadas de otros poetas. En este tema -tan cargado de subjetividades- no vale la pena entrar en discusiones. Lo que sí vale la pena fue escuchar lo que escuchamos. Lo mejor de este tipo de música que ha oído Olavarría en mucho tiempo".
En 1983, Astor Piazzolla volvería a brindar otro concierto en Olavarría, nuevamente en el Teatro Municipal, en la que sería su última presentación en la ciudad antes de su fallecimiento, el 4 de julio de 1992.