El viaje será del 20 al 22 de marzo y se conoce después de que China publicó el mes pasado un plan de 12 puntos para "una resolución política de la crisis ucraniana".
El presidente de China Xi Jinping viajará a Rusia la próxima semana para mantener conversaciones con el presidente Vladimir Putin, anunciaron ambos países el viernes, mientras Pekín promociona un plan para poner fin a la cruenta guerra de Ucrania que ha recibido una tibia acogida por ambas partes.
El viaje de Xi será del 20 al 22 de marzo se conoce después de que China publicara el mes pasado un plan de 12 puntos para "una resolución política de la crisis ucraniana", después de que un alto diplomático chino pidiera el jueves negociaciones en una llamada con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania.
El plan aboga por la protección de la población civil y por que Rusia y Ucrania respeten mutuamente su soberanía.
Sin embargo, Estados Unidos y la OTAN dijeron que los esfuerzos de Pekín por mediar no son creíbles, ya que se abstuvo de condenar la invasión rusa de Ucrania, que Moscú califica de "operación militar especial".
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, dijo que la visita de Xi a Rusia su primera en casi cuatro años es en parte para promover la "paz", aunque no hizo ninguna mención explícita a la guerra de Ucrania.
También se intercambiarán opiniones sobre los principales asuntos regionales e internacionales, se reforzará la confianza bilateral y se profundizará en la asociación económica.
Asociación "sin límites"
El Kremlin informó en un comunicado de que Xi y Putin debatirían "cuestiones de actualidad sobre el desarrollo de las relaciones de asociación global y la cooperación estratégica entre Rusia y China". El comunicado tampoco menciona a Ucrania.
Según algunos medios, Xi mantendrá una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tras su visita a Rusia. Pekín no confirmó la llamada.
China y Rusia anunciaron una asociación "sin límites" en febrero de 2022, cuando Putin visitó Pekín para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, días antes de que enviara decenas de miles de tropas a Ucrania, desencadenando el mayor conflicto visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, Pekín y Moscú no dejaron de reafirmar la fortaleza de sus lazos. El comercio bilateral se disparó desde la invasión y China es el mayor comprador de petróleo de Rusia, una fuente de ingresos clave para Moscú.
Decenas de miles de personas murieron y millones huyeron de sus hogares en Ucrania desde la invasión y actualmente no hay señales de que ninguna de las partes busque activamente el fin del conflicto.
Ucrania discrepó con las propuestas de Pekín por no establecer que Rusia deba retirarse tras las fronteras vigentes desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, aunque posteriormente dijo estar abierta a "partes del plan".
Rusia acogió con satisfacción la iniciativa de Pekín y dijo que haría un "estudio matizado" del plan, pero también indicó que, por ahora, no ve indicios de una resolución pacífica.
Moscú dice que Ucrania debe aceptar su anexión de cuatro regiones en el este y el sur del país junto con la pérdida de Crimea, la península del mar Negro que se anexionó por la fuerza en 2014.
Rusia afirma que sus acciones en Ucrania son una respuesta defensiva frente a un Occidente hostil y agresivo, mientras que Kiev y sus aliados occidentales dicen que representan una apropiación de tierras de carácter imperialista.
Fuente: Noticias Argentinas / Reuters