El Popular Medios se entrevistó con la referente de Café Vega y fotógrafa, Victoria Weimann, quien habló de cómo es llevar adelante una de las cafeterías más exitosas de la ciudad y de cómo ve a la mujer de hoy.
El 1 de julio de 2016, El Popular publicaba la noticia de que Café Vega abría sus puertas. Con elogios a la decoración y a la resignificación de una esquina histórica, la crónica decía: "con amplios ventanales y un ambiente que conjuga lo moderno con lo antiguo, Café Vega también tiene mucho de historia. Ni bien uno ingresa se encuentra con enormes libros contables de lo que era la "Casa Angel de Vega", así como latas antiquísimas y objetos que hacen a cualquiera retrotraerse al pasado. El edificio conserva la fachada original, también está la misma barra que sirvió de mostrador en aquellos tiempos en que el lugar era una casa de ramos generales". Nacía allí Café Vega, hoy convertido en uno de los puntos de encuentro favoritos de los olavarrienses. Al frente de Vega está Victoria Weimann, fotógrafa y empresaria gastronómica, quien logró imprimirle arte y decoración a una esquina histórica y nos recibe para contarnos cómo es ser referente de una de las visitas obligadas de la ciudad. Una mujer empresaria, a cargo de uno de los cafés más reconocidos de la ciudad.
- ¿Cómo es estar a cargo de una de las cafeterías más importantes de la ciudad?
- Si bien soy una de las que estoy a cargo del café , trabajamos junto con mi hermano. Es un desafío constante , intentamos mejorar todos los días el servicio , cambiar , renovarnos.
- De lo que pensabas que iba a ser Vega y lo que terminó siendo: ¿cuál fue la sorpresa que te llevaste?
- De Vega lo que quizás más me sorprendió es que nosotros los empezamos como un café, cono una propuesta distinta, más que nada focalizado en los desayunos y meriendas. Y después nos dimos cuenta que funcionaba muy bien la cocina. Tuvo mucha aceptación. La propuesta gastronómica, funcionaba muy bien la cocina. Otra cosa que me sorprendió es que primero quizás apuntábamos a gente más grande -que si bien es gran parte de nuestro público- Vega es un punto de encuentro para adolescentes que salen del colegio y vienen a merendar. La verdad es que nos sorprendió y fue algo distinto.
- ¿Qué perfil de gente va a Vega?
- Si bien gran parte del público es adulto, mucha gente joven se acerca y se convirtió en algo para toda la familia.
- ¿Cuál creés que fue la clave del éxito para estar donde están hoy, uno de los lugares más reconocidos de Olavarría?
- Creo que tiene que ver con el trabajo constante y diario de todos los días. Estamos intentando prestarle atención a todos los detalles, a ver qué podemos hacer de nuevo. Prestamos atención a lo que los clientes nos dicen, a las críticas constructivas que nos hacen. Tratamos de buscarle la vuelta y volcarlo al café. Por suerte estamos muy contentos con el trabajo, con cómo se está desarrollando día a día.
- El ambiente de la gastronomía suele ser netamente machista. ¿Sentiste prejuicios por ser una mujer al frente de un negocio gastronómico?
- En general no, si bien soy una de las referentes de Vega trabajamos mucho en equipo.
- ¿Qué visión tenés de la mujer de hoy?
- Creo que hoy la mujer fue ganando muchos espacios, mayor igualdad en varios aspectos pero todavía hay para mejorar, no sólo en el aspecto laboral, sino también en otras aristas de la vida social.
- ¿Te consideras feminista?
- Sí, apuesto por una igualdad de género, de posibilidades y oportunidades para todos.
- ¿Qué le dirías a una chica joven que quiera lanzarse al mundo de los negocios o el comercio?
Que no lo dude, que hay un montón de mujeres emprendedoras acompañando, cada vez más.
- También tenés una vinculación con el arte, ¿cómo llevás esa rama con el mundo empresarial?
- Muchas veces intento combinarlas, es un trabajo que me permite en algunos aspectos jugar con lo estético, lo visual, comunicar de otra manera, eso es algo que me gusta mucho hacer.
- ¿Sentís que desde el arte se pueden implementar más cambios que desde la vida empresarial?
- Cada lugar tiene sus oportunidades, y se pueden implementar cambios de diferentes maneras. Ambos arrastran concepciones antiguas o que correspondieron a otra época, el desafío está en ir modificando y creando nuevos paradigmas, acompañando la nueva coyuntura. Creo que todo suma, que de todo se aprende y se puede ir revalorizando y resignificando el lugar de la mujer. Son cambios culturales que requieren de mucho desafío y aprendizaje, tanto para las hombres como para las mujeres. Creo que de a poco se va logrando.