Dentro de una Facultad como la de Ingeniería con sede en Olavarría a la que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, le resulta especialmente movilizador, su decana, la ingeniera María Peralta, realiza un balance de la fecha que se conmemoró ese día , del rol de la mujer en el ámbito de la Ingeniería y de la unidad académica local, poniendo énfasis en temáticas como la graduación y la inserción laboral
La Facultad de Ingeniería de Olavarría (FIO) dependiente de la Unicén exhibe un largo recorrido en materia de inclusión de la mujer, algo trascendental en un campo particular como son las carreras de base científico-tecnológica. Ya en 1989 tuvo su primera mujer ocupando el decanato, y desde 2021 la ingeniera María Peralta se ha convertido en la segunda mujer en ocupar el máximo cargo de la reconocida institución de la Unicén (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires).
Preocupada y ocupada por los derechos de género, Peralta comanda las acciones en tal sentido dentro de una Facultad a la que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, le resulta especialmente movilizador.
- ¿Qué reflexiones le merece esta nueva edición del 8M?
- Desde la Facultad de Ingeniería, desde la Universidad pública, este 8 de marzo reflexionamos sobre cómo entendemos el tema de la inserción de la mujer, de la inclusión en general en el mundo laboral, profesional y de formación, particularmente en lo relacionado con lo científico tecnológico. Es importante contextualizar el tema de violencia -a nivel general- y discriminación por cuestiones de género, como problemas a abordar, en este caso desde nuestra institución.
Estamos ante un problema de derechos humanos. ¿Por qué? Los estereotipos sociales que se han ido afianzando con las prácticas culturales han afectado gravemente la igualdad entre todos los seres humanos. Es una problemática enraizada estructuralmente en nuestras comunidades, por lo cual también amerita políticas estructurales para prevenirla y erradicarla.
En tal sentido, se destaca como motor de cambio lo que la Organización de las Naciones Unidas plantea, desde sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, respecto a: "poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que además es crucial para el desarrollo sostenible. Se ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial". El contexto que aporta la ONU, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, siempre los traemos a colación y creo que deben ser nuestro foco, porque ahí están los acuerdos de cuáles son los grandes temas a abordar y los grandes desafíos de la humanidad.
- ¿Cómo advierte el panorama de la mujer en la educación hoy, especialmente para el ámbito de la FIO?
- Cuando hablamos de la inclusión de la mujer en la educación, entendiendo a la educación como transformadora de vidas, particularmente en el ámbito científico-tecnológico aunque se ha avanzado mucho en nuestro país y en el mundo, los indicadores evidencian una marcada brecha de género que hay que seguir trabajando.
La historia muestra desde la no posibilidad de acceso a la Universidad hasta la invisibilización de los logros de las mujeres. Hoy se han logrado importantes avances a partir del trabajo incansable que en este sentido se realizó y se continúa realizando. Los cambios o los derechos sociales se logran a partir de acciones. Y desde nuestro juicio, esas acciones deben venir desde lo institucional para impulsar, luego, políticas públicas porque sabemos que son las que motorizan el cambio que es necesario hoy para atender lo mencionado anteriormente en relación a la violencia y la discriminación por cuestiones de género.
- Usted mencionó que la problemática de la mujer es un tema de derechos humanos. ¿Puede ampliar el concepto?
- Hablamos del no acceso a la educación que sabemos que es uno de los derechos humanos básicos. Si entendemos que los derechos humanos son construcciones sociales e históricas que han cambiado y cambian a través del tiempo, esto es lo que se transforma en el motor de las acciones que se generen para impulsar el cambio necesario. Por eso me refiero al protagonismo que cada uno debe tener desde el lugar que ocupa, y particularmente aparece entonces el protagonismo que debemos tener como Universidad pública, como Facultad de Ingeniería. Ahí es donde enfocamos el tema ya no en un sentido tan amplio, sino en cuanto a carreras STEM (N. de R.: son las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) que son las que nos ocupan en nuestra gestión diaria. Los datos de nuestra matrícula de ingreso cada año, la permanencia, la graduación, la inserción laboral se transforman en indicadores que analizados con perspectiva de género contribuyen al diagnóstico de base para trabajar en el tema de las mujeres en las actividades científico-tecnológicas. Hay una brecha marcada en el país, en Latinoamérica y en el mundo.
- ¿Cuál es la situación de la FIO?
- En nuestra Facultad específicamente tenemos una mejora respecto a lo que ocurre a nivel país. Este año, por ejemplo, han ingresado un 36% de mujeres respecto al total de ingresantes de nuestras carreras, que se mantiene en relación al año anterior. La brecha existe, aunque según la carrera que se analice tiene algunas diferencias porcentuales. No hay dudas de que tenemos que trabajar en ese sentido. ¿Cómo tenemos que trabajar? Creemos que hay que partir de acciones institucionales, acciones que deben transformarse en buenas prácticas. Cuando nosotros hablamos de buenas prácticas no dejan de ser acciones pero que son sostenibles en el tiempo, que puedan ser replicables, que sean eficientes, innovadoras. En eso estamos trabajando. Nuestras acciones iniciales, si nos remontamos a unos 10 o 12 años atrás, que es cuando la Facultad de Ingeniería ha puesto en su agenda la cuestión de la brecha de género en nuestras carreras, podemos decir que hoy estamos en instancias de esforzarnos para que sean buenas prácticas. Nos esforzamos para que todo lo que se trabaja al interior de la institución a través de un grupo de mujeres preocupadas y ocupadas por este tema, pueda a la vez salir de la FIO y sumarse al trabajo que se realiza en otras universidades del país a través del vínculo que propicia el Confedi (N. de R.: sigla del Consejo Federal de Decanos y Decanas de Ingeniería). También contamos con otros grupos de trabajo como el generado en Latinoamérica a través de la Cátedra abierta latinoamericana "Matilda y las mujeres en ingeniería". Eso hace posible compartir las experiencias y mejorar esas buenas prácticas -o las acciones que aún no son buenas prácticas- para mejorar los indicadores que mencionaba antes.
- ¿En qué acciones concretas se focaliza su gestión para mitigar la problemática?
- Fundamentalmente creo que hay aspectos que podemos destacar entre otros que se abordan con acciones o buenas prácticas: uno es construir vocaciones, que tiene mucho que ver con el ambiente en que las niñas y jóvenes se desarrollan, y cómo ese entorno influye para que elijan o no las carreras científico-tecnológicas. Esto lleva a impulsar acciones que favorezcan construir vocaciones para que en nuestros ingresos de cada año esa brecha siga disminuyendo como ocurre año a año; para mejorar también la permanencia.
Otro aspecto fundamental es la inserción laboral. En este campo los indicadores marcan que también hay una brecha importante que entiendo que impacta a la hora de elegir una carrera. Es decir, cuando uno construye un proyecto de vida, se termina el nivel secundario y hay que elegir una carrera, que es un proyecto de vida porque estamos decidiendo cuál va a ser mi profesión que luego me va a dar un trabajo y me va a permitir insertarme en la vida laboral, para construir alrededor la vida de cada persona. Me ubico en ese momento en que uno va a elegir una carrera, siempre tenemos la mirada puesta en qué voy a poder hacer. Además de la vocación, por supuesto, la inserción laboral siempre es algo de peso en esa decisión. Entonces, hay mucho para trabajar en ese aspecto, con las empresas y con las diversas instituciones para que realmente sigamos disminuyendo la brecha existente. Debemos lograr que la mirada de las empresas sobre la mujer profesional de las carreras STEM no sea diferenciada de la del hombre. Que no haya una cuestión de género para decidir a quién incorporo en un lugar de trabajo, teniendo las capacidades que requiera el puesto.
- ¿Cuál es su mensaje para este 8M?
- Considero que todos los días son el Día de la Mujer, porque debemos trabajar para las mejoras que cada mujer necesita, cada uno desde su lugar debe hacer el aporte posible. Nosotros, estando en la Facultad de Ingeniería y aportando a que más mujeres puedan graduarse e insertarse laboralmente.
- Esto tiene un impacto muy fuerte en el desarrollo de las comunidades. ¿Cuánto aporta una mujer en un equipo de trabajo?
- Como se mencionó antes, empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial.
En tal sentido, este mes de marzo lo que nos hace es incrementar las reflexiones, revisar lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo para seguir mejorando, convencidos que con el aporte de todos un mundo mejor es posible.