El testimonio de un especialista.
Durante la tarde de este martes, Rosa, vecina del barrio Pickelado mostró mucha preocupación ante la presencia de una víbora en el frente de su vivienda ubicada sobre Calle 19 entre Bolívar y Vélez Sarsfield.
Ante la presencia del reptil, su hijo se hizo cargo de matarla temiendo que fuera venenosa, ya que parecía ser una yarará.
Consultado el veterinario Fernando Romero, a quien se le envió material fotográfico de la víbora en cuestión, pudo constatar de que se trataba en efecto, de una falsa yarará.
En diálogo con El Popular Medios, Fernando Romero informó que "la yarará habita en la parte rocosa de las sierras de Olavarría. Y lo hace en la parte rocosa que no se encuentra habitada.
Inclusive señaló que ni siquiera hay ganado en esa zona".
Más adelante, Fernando agregó que "en la parte llana, en la parte baja, cerca del arroyo o de un canal, se encuentra la culebra que se llama falsa yarará, que a la vista, sin mucha comparación, es muy difícil de diferenciar".
Fernando agregó que "una de las características de estas culebras es que tienen el abdomen de color rojizo".
Más adelante agregó que "la yarará, simula mucho a la cascabel, que a simple vista uno puede ver que mueve la cola. En el caso de la Cascabel, levanta y mueve la cola haciendo el clásico sonido de cascabel. La yarará, también levanta la cola en punta hacia arriba, pero sin el sonido de las serpientes cascabel".
"Es importante saber que la culebra o falsa yarará, no hace ese movimiento de la cola. Por lo tanto a simple vista, sin tocarlas, uno puede diferenciarlas en ese aspecto. Después hay otros detalles que son muy difíciles como la coloración de la panza. La falsa yarará tiene el color de la panza de color rojizo, a veces con anillos, entre amarillos y rojizos. Cosa que no tiene la yarará, que tiene netamente la panza oscura", señaló Fernando Romero.
"Las víboras o las culebras, tiene escamas, pero las yarará posee escamas finitas al igual que las que posee en todo el cuerpo. Por el contrario, la falsa yarará tiene placas grandes en la cabeza".
Fernando aconsejó que "ante la presencia de estas culebras los vecinos no las maten porque son muy beneficiosas. Poseen una gran función dentro del ecosistema. Consumen roedores, pequeños zapitos, e inclusive también consumen insectos. Por eso hay que en lo posible, tomarse la tranquilidad de dejarlas en su entorno natural".
Más adelante agregó que "hay que empezar a aceptarlas como a cualquier otra especie o ser vivo que vive en nuestro medio".
Para finalizar, Romero dijo que "en esta epoca del año es común que se vean. Las culebras y las víboras son de sangre fría, es por ello que salen a cazar al sol para activarse. Comienzan a salir a finales de la primavera y para marzo ya se dejan de ver porque comienzan su período de hibernación".