Habrá un tope de devolución de $1.000 por operación, pero no habrá límites mensuales.
El Gobierno nacional anunciará en los próximos días un plan de descuentos del 10% para la compra de carne vacuna con tarjetas de débito en carnicerías, por lo que los consumidores podrían recibir reintegros de hasta $1.000 por transacción.
En medio de la suba de precios en el sector y luego que el valor del novillo en pie pasó de $ 309 el kilo en la primera operatoria de enero a $418 a fines de la semana pasada, los clientes recibirán un descuento del 10% en sus compras con tarjeta de débito en las carnicerías.
En principio, el consumidor tendrá ese reintegro en su cuenta por hasta un tope de $1.000 por operación. Es decir, si gasta $12.000, solo le devolverán $1000. Pero si gasta $20.000 en dos compras diferentes de $ 10.000 cada una, tendrá un descuento de $2.000.
Si bien en el Gobierno reconocen que el 90% de las ventas de los carniceros se realiza en la informalidad, considera que pueden llegar a tentarse para operar en blanco por el incentivo de vender más.
En concreto, los beneficios para el carnicero vendrán por el lado impositivo, ya que "van a tener el beneficio de pagar solo el 10% de la alícuota correspondiente del régimen de autónomo". Esto incluye tanto a los monotributistas como a quienes están inscriptos en el régimen general.
El programa establecerá la entrega de posnets a aquellas carnicerías que carezcan de estos aparatos para el cobro con tarjeta. Además, los comerciantes podrán descontar el 5% de las facturas de las compras que hagan al frigorífico del impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, y utilizar ese crédito durante el período fiscal de doce meses.
Entre las principales razones que se esgrimen desde el sector ganadero y de la industria para justificar tal salto en los precios, se encuentra el retraso de los valores de la hacienda y de la carne al consumidor respecto a la evolución de la inflación a lo largo de 2022. Según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), durante 2022, el precio promedio de la carne al consumidor creció 42,2%, mientras que la inflación cerró en el 94,8%.
A esto se suma la reducción del stock disponible a causa de la sequía y la retención de animales, lo que se tradujo en una suba del 40% del precio de la hacienda en el Mercado de Cañuelas. (DIB)