Tensión en Brasil: bolsonaristas destrozaron el Congreso, la Corte y el Planalto

Reclamaron la intervención militar para derrocar a Lula. Además, ingresaron en la sede presidencial. Horas después, militares y fuerzas de seguridad retoman el control de los edificios gubernamentales. Hubo más de 400 arrestados.

Miles de simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial de Planalto, sedes de los poderes en Brasilia, causando numerosos destrozos, según imágenes difundidas por la televisión brasileña y las redes sociales, en medio de una protesta contra Lula Da Silva, quien posteriormente condenó el hecho y ordenó una intervención de Brasilia. La policía detuvo al menos a 150 manifestantes y recuperó el control de los edificios.

Vestidos de verde y amarillo, los alborotadores fueron captados por las imágenes de medios en medio de la invasión a las instalaciones del Congreso, pero también llegando hasta el palacio presidencial de Planalto y del Tribunal Supremo -máximo tribunal- de Brasil, ubicados en la misma área donde se concentran los tres poderes del Estado, la denominada Explanada de los Ministerios.

El persidente Lula no se encontraba en Brasilia sino en la ciudad de Araraquara, en el interior de San Pablo, para comprobar los daños causados por las fuertes lluvias en la región. Desde allí siguió los hechos y posteriormente emitió un discurso en el que apuntó contra grupos nazis y responsabilizó al expresidente Jair Bolsonaro.

Qué ocurrió

En lo que se estaba desarrollando rápidamente como un episodio grave de inestabilidad política, las autoridades acordonaron el área alrededor del edificio legislativo en Brasilia. Sin embargo, miles de partidarios de Bolsonaro que se niegan a aceptar la victoria electoral del izquierdista Lula se abrieron paso, superaron las vallas, subieron por las rampas y se congregaron en el techo del edificio de arquitectura modernista, constató un reportero de la AFP.

"Este absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza no prevalecerá", advirtió el nuevo ministro de Justicia, Flavo Dino, en su cuenta de Twitter. El alto jerarca agregó que "habrá refuerzos" de las autoridades para reprimir esta invasión.

Las impactantes imágenes divulgadas en los medios y las redes recuerdan a la violenta invasión del edificio del Capitolio en Estados Unidos el 6 de enero de 2021 en Washington por parte de los partidarios del entonces presidente republicano Donald Trump, un aliado de Bolsonaro, para impedir la certificación del demócrata Joe Biden como vencedor de las elecciones.

La marea de personas también irrumpió dentro del Congreso nacional, muchos ondeando banderas brasileñas en un tinte patriótico similar.

En ese edificio es donde el Senado y la Cámara de Diputados de Brasil llevan a cabo sus sesiones legislativas.

Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos en un intento fallido por dispersar a los manifestantes.

Máxima tensión en Brasil: bolsonaristas invadieron el Congreso

Los manifestantes pidieron una intervención militar para derrocar al actual Presidente de Brasil. Cientos de bolsonaristas radicales acamparon frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, desde el día posterior a las elecciones del pasado 30 de octubre, en las que Lula derrotó a Bolsonaro en segunda vuelta.

El área alrededor del Congreso había sido acordonada por las autoridades, tras la llegada de varios micros con manifestantes del expresidente Bolsonaro, quienes se niegan a aceptar la victoria de Lula en las elecciones del pasado mes de octubre.

Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también han atacado algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso. También han destruido barreras de protección y, armados con palos, se enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los bolsonaristas.

Los campamentos de los bolsonaristas radicales, que se han multiplicado en ciudades de todo el país, comenzaron a ser desmontados el viernes en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, donde ocurrieron algunos disturbios.

Este sábado, el ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, autorizó la actuación de la Fuerza Nacional de Seguridad, un grupo de élite de los cuerpos de Policía de todo el país, que se moviliza para misiones especiales. Antes de los sucesos de este domingo, el funcionario se pronunció en las redes sociales y dijo que los opositores deberán esperar hasta 2026, cuando se celebren las próximas elecciones presidenciales.

Detenidos

Más de 400 bolsonaristas fueron arrestados por la noche en Brasilia tras la invasión. Poco antes de las 19 horas (22 GMT) un grupo de personas, algunas con casacas amarillas de la selección brasileña, con las manos esposadas, escoltados por policías, dejaron el Palacio del Planalto, al cual invadieron y depredaron durante horas.

Otros manifestantes fueron arrestados en el Palacio del Congreso, donde fueron destruidos despachos e incendiados muebles. Agentes de la Policía Militarizada llegaron al centro de Brasilia luego del inicio de los incidentes por parte de cientos de manifestantes, varios llegados de un campamento instalado en el Cuartel General del Ejército.

"Vengo a informar que más de 400 personas fueron detenidas y pagarán por los crímenes cometidos, trabajamos para identificar a los que participaron de los actos terroristas", aseguró el gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha.

Los detenidos fueron llevados a las sedes de la Policía Civil (investigaciones) de Brasilia luego de que Rocha echara de su cargo al secretario de Seguridad de la capital, Anderson Torres, exministro de Justicia de Bolsonaro, acusado de liberar la zona.

Rocha es un aliado de Bolsonaro y hoy le pidió "disculpas" a Lula por la intentona de golpe.

Fuente: Ámbito

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