Intercambiar, poder compartir, socializar, hablar, reflejarse en el otro o simplemente escuchar. La presencialidad llegó este año para valorar más aquello que nos era natural. La Orientación Vocacional y Ocupacional que ofrece la FIO este año tuvo nuevas dinámicas.
"La orientación vocacional ocupacional es una construcción que dura toda la vida, donde el sujeto a través de todas las socializaciones -no solo las escolares- va construyendo su propio proyecto de vida, de estudio y de trabajo" sostiene María Inés Berrino, trabajadora social e integrante del servicio de Orientación Vocacional que funciona desde hace décadas en la Facultad de Ingeniería.
Lo dice desde su vasta experiencia en este rol, pero además en un 2022 donde aquello que parecía tan natural antes de la pandemia, ahora adquiere otro valor.
Con ella, Florencia Bellomo (psicopedagoga y parte del equipo que se completa con la psicóloga Ignacia Capitanich) coincide y plantea que proyectar en pospandemia adquirió nuevas dinámicas y llegó para desnaturalizar aquellas cuestiones incluso más internalizadas: "hoy tenemos más valorado el poder encontrarnos y mirarnos a los ojos", afirma.
Intercambiar, poder compartir, socializar, hablar, reflejarse en el otro o simplemente escuchar. La presencialidad llegó este año para revalorizar incluso las cuestiones más simples de la vida. Y en este contexto, más de 1.300 jóvenes y no tanto, se pensaron en un futuro y en la necesidad de seguir construyendo un proyecto.
Muchos de ellos egresan del secundario, pero otros con mayores de 18 -los hubo de 30 años también- que decidieron retomar proyectos postergados.
Hubo muchas aristas que afloraron producto del encierro, la incertidumbre o el temor. Y de allí que este mes "haya llegado mucha gente a consultarnos porque había abandonado sus carreras en pandemia o no había dado las materias del secundario que debía. Mucha gente con padecimientos emocionales y que están volviendo a empezar o están pidiendo ayuda para poder relacionarse nuevamente con el entorno, la naturaleza, con otras personas", explica la licenciada Berrino.
Y cuenta que "actualmente recibimos muchas consultas sobre retomar sus estudios o decidirse finalmente a hacer aquello que les gustaba y que por ahí habían dejado de lado por restricciones familiares o económicas. Han trabajado en pandemia, entonces piensan que con ese trabajo van a poder sostener su proyecto de estudio o con el apoyo de la familia han podido conversarlo y desean llevar adelante las carreras que realmente les gustaban, pero sin dejar de trabajar".
En ese volver a proyectar el futuro, a seguir construyendo proyectos, "llegaron muchas mujeres, más que varones, que no resignan esa posibilidad. También hay mujeres de más de 30 que se deciden a terminar el secundario, a cerrar ciclos, y a sentirse mas fortalecidas con alguna acreditación secundaria. Lo tenían pendiente, en general por maternidades juveniles no programadas".
Reencuentro y nuevas dinámicas
"Fue un año muy emotivo. Volver a la presencialidad nos motivó a todos: a ellos y a nosotras. Volvimos a la rutina, al encuentro con el otro desde lo físico, sin tantos temores y con muchas más certezas de lo que se trataba el encuentro presencial. Este año lo disfrutamos con un plus de volver a encontrarnos desde otro lugar. Y la verdad que en cuanto a lo que es la dinámica que se fue dando, fueron estudiantes que en su mayoría empezaron y terminaron los cursos, se pudo sostener eso que es algo que no nos venía pasando", define la licenciada Florencia Bellomo.
En este 2022 la FIO recibió a 1321 personar a través del servicio de Orientación Vocacional y Ocupacional. Representan el 87% de la matrícula global de quienes egresan del turno diurno en 40 escuelas secundarias, y además, 500 personas mayores de 18 años que estudiaron a través de los Programas CENS-FINES.
Medicina y cualquiera de las Ingenierías lideraron el ranking de las elecciones. El 72% seguirá una carrera, un 13% buscará empleo y el resto no sabe. Creció el número de adolescentes que estudian y trabajan, pero aumentó el interés por el nivel superior.
"La mayoría decide quedarse y continuar estudiando en Olavarría. Esa es la primera opción y la cuestión económica tiene mucho que ver", analiza la psicóloga Florencia Bellomo. Y agrega que "la oferta académica que hay acá es cada vez más amplia y mejor. El nivel académico también es muy bueno, entonces apostar a esto de lo local me parece que es fundamental, y está bueno también que eso suceda".
E insiste en destacar en que "muchos han hecho reorientación vocacional este año consultando más que nada para poder elegir una opción mas real, para poder definirse mucho más. Les costó mucho pensar en esto del proyecto de vida, han sostenido con mucha regularidad la asistencia, pudieron empezar y terminar los cursos".
En líneas generales, "vimos que hubo mucho compromiso, con muchas ganas del encuentro. Se generaron dinámicas muy lindas, por ahí el que era más tímido o más introvertido aprovechó esto de poder poner palabras en otro. Eso ayuda mucho a la reflexión".
Más allá de una carrera
A su turno, María Inés Berrino destaca "una gran cualidad en las juventudes de hoy que es muy interesante y positivo que son sus formas de organizarse que tienen otras reglas, otros dinamismos, otros modos diferentes en esta ola de transformación que estamos viviendo y eso es muy importante. No es exactamente una adaptación a los nuevos tiempos sino una forma de adecuación y de sobrellevar lo que está sucediendo para poder ir construyendo sus propios proyectos".
La trabajadora social remarca que la Orientación Vocacional y Ocupacional va más allá de la elección de una carrera. Es un proyecto de vida que empieza a construirse mucho antes, a partir de experiencias escolares y no escolares, intercambios y contextos.
"Aquella pregunta que nos hacen desde nuestra infancia de qué queremos ser cuando seamos grandes no solo tiene que circunscribirse a qué carrera estudiar -sobre todo en las clases económicas que tienen condiciones más favorables para dedicar tiempo a un estudio- sino que tendría que ser un derecho de todos el poder capacitarse y sentarse a pensar en su deseo", explica.
Y sostiene que "cuando pensamos en orientación vocacional ocupacional siempre nos resuena aquello tan cotidiano que por ahí dicen las familias y que ahora en diciembre suele repetirse. Nos preguntan qué vamos a hacer cuando seamos grandes y últimamente esa pregunta por ahí nos acompaña un largo trecho de la vida. Ese qué vas a hacer cuando seas grande se acota algo más en los grupos sociales que tienen las necesidades básicas satisfechas sobre todo, donde directamente plantean qué vas a estudiar. Esa observación cotidiana de las familias siempre me ha llamado la atención y desde que me especialicé en orientación vocacional mucho más por el hecho de cómo se va construyendo ese proceso vital, esa subjetividad de cada persona, cómo se van construyendo sus deseos en base a los deseos de los demás y a las expectativas de las otras personas".
"La orientación vocacional no es solamente elegir una carrera al término de la secundaria, sino es que esa carrera es una herramienta más junto a otras, de entretenimientos, de experiencias, de viajes familiares, de mentores, de ideas y actividades que va construyendo el ser humano y que de alguna manera toman una dirección u otra. A la vez se van construyendo paulatinamente y en consonancia con todas las experiencias según el contexto en el que se enclave, los apoyos y ayudas con los que se cuenta. Nadie construye solo su destino, no es sobra de que tal persona es inteligente entonces le va a ir bien en la vida", agregó.
"Es según los apoyos y ayudas con los que haya contado y según haya tenido las necesidades básicas satisfechas en los primeros años de vida y posteriores, para poder constituirse en una subjetividad en experiencia y en contexto", agregó. La Orientación Vocacional Ocupacional "es una construcción que dura toda la vida donde el sujeto a través de todas las socializaciones va construyendo su proyecto de vida, de estudio y de trabajo" termin+o diciendo Berrino.