Fue fundador, profesor y director de la Escuela Municipal de Orfebrería y Artesanías Tradicionales que, desde 2001, lleva su nombre. En su extensa trayectoria de 50 años recibió distinciones, reconocimientos y premios.
Armando Nestor Ferreira nació en San Antonio Oeste (Río Negro) en 1941. Con casi 11 años se trasladó a Olavarría, ciudad donde se radicó. A los 11 años se inició en el aprendizaje del oficio de la orfebrería en la reconocida Platería "Amoroso y Llera" (conocida como "Antigua Casa Arce"). En estos talleres tuvo como maestro de cincelado y grabado a Mario Llera y en liso a Roberto Llera, ambos discípulos y sobrinos de Dámaso Arce.
Complementó sus conocimientos del oficio con estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Azul y con la concurrencia al taller de escultura del artista español José Herrero Sánchez. Su obra está impregnada de la escuela de Olavarría, pero contiene aportes de estilo y temática personales que permiten su identificación. Por la fuerte personalidad de su estilo, ya hay discípulos e iniciados seguidores de Ferreira.
Fue fundador, profesor y director de la Escuela Municipal de Orfebrería y Artesanías Tradicionales de Olavarría desde su fundación en 1978. Debido al reconocimiento a nivel nacional como platero, era invitado en forma permanente a participar en las principales exposiciones de artesanías y de arte del país. En todos los casos concurrió con discípulos, aprendices y egresados, como una forma de difusión de las tareas de la Escuela, además de proyectar a sus alumnos en un potencial mercado.
Desde el año 2001, la dicha escuela lleva su nombre. En un primer momento, Armando era partidario de ponerle el nombre de Dámaso Arce a la Escuela, pero el entonces intendente municipal, Don Helios Eseverri, lo convenció de que Arce ya tenía su reconocimiento y que era el momento de que la escuela reconociera al maestro que le dio vida. Desde entonces, la Escuela Municipal de Orfebrería comenzó a llamarse "Maestro Armando Ferreira".
Al definir a la escuela de platería olavarriense, en una nota que se ganó su espacio en la contratapa de El Popular en diciembre de 2002, el maestro Armando Ferreira afirmaba que "se caracteriza fundamentalmente porque tiene un cincelado muy elaborado que generalmente en todo el resto de la provincia no se hace, sino que es más lisa. Acá es muy trabajado, muy barroco... eso quedó tal vez desde Arce, que rompió con todos los moldes".
En la misma nota, Armando se refería a las características del cincelado de la escuela diciendo que es "muy profuso, con mucho relieve, muy prolijo, donde generalmente las piezas se oscurecen con un líquido. La mayor parte de los trabajos son del color de la plata, y acá se oscurecen para justamente resaltar el cincelado, que es lo más importante de la platería de Olavarría. Eso seguimos haciendo hasta hoy y es la técnica que transmitimos en la escuela".
Estudiantes llegaban desde otras latitudes para aprender el arte de la orfebrería, con características únicas, que el Maestro se encargó de proyectar al mundo. De esta manera, su sencillo taller del barrio San Vicente era visitado por alumnos, que recibían los conocimientos que Armando les ofrecía con infinita generosidad.
En las muestras donde participa la Escuela se hacen demostraciones de técnicas de orfebrería y se proyectan videos, difundiendo no sólo la labor de la Escuela sino también la historia y las características de nuestra platería. Esta constante presencia de la Escuela, desde sus inicios, tal como fue proyectada, justifica la fama y el prestigio que en la actualidad goza entre los plateros y conocedores.
En la Escuela Municipal de Dibujo, Ferreira fue alumno de la profesora Di Lorenzo y luego del escultor español José Herrero Sánchez, de quien se convirtió en aprendiz y ayudante en su taller de escultura. Paralelamente estudió historieta en la Escuela Panamericana de Arte, donde sus dibujos los corrigieron, por ejemplo, Hugo Pratt y Alberto Breccia, entre otros. En la Escuela Nacional de Bellas Artes de Azul tuvo como maestros al propio Herrero Sánchez y a Adolfo Pérez Esquivel, entre otros. En los años 1970-1980 obtuvo varios premios en pintura y dibujo, en Ayacucho, Tandil, Azul, Bahía Blanca y en los 90', en la categoría Dibujo, en los Torneos Bonaerenses de Mar del Plata.
Por supuesto en su extensa trayectoria de 50 años en el mundo del arte recibió distinciones, reconocimientos y premios, y fue jurado en infinidad de exposiciones.
Entre tantos reconocimientos se destacó uno otorgado en el año 2012 por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, que le hizo entrega del Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes.
El 12 de noviembre del año 2014, en el marco del 6º Encuentro de Platería que se desarrolló entre el 14 y el 16 de dicho mes en el Museo Dámaso Arce, el entonces intendente municipal José Eseverri, por decreto municipal número 2737, declaró al Maestro Armando Ferreira como "Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Olavarría".
Uno de los últimos homenajes tuvo lugar el 4 de septiembre de 2021, en la sala del Teatro Municipal, sede del primer festival "Septiembre Surero". Recibió la Mención Honorífica por su trayectoria y aporte a la cultura local, nacional e internacional. Antes del inicio del festival, fue oportuno el espacio para brindar un reconocimiento a Armando Ferreira, definido por sus pares como "El gran artesano de nuestro país". El intendente municipal, Ezequiel Galli le entregó la llave de la Escuela de Orfebrería, con técnica de cincelado de alto relieve -con sus iniciales- realizada por Jano Chasman, su sobrino.
En esa oportunidad, el Maestro hizo uso de la palabra expresando que "yo he hecho muchas llaves para muchos visitantes, tuve el honor de hacerla para Alfonsín y Milstein. Eso es lo que más me enorgullece. Los trabajos los hago con todo el placer, teniendo en cuenta que la platería olavarriense se difunda. Yo he luchado mucho por eso, que fuera reconocida en todos lados. Hoy lo he logrado". Más adelante agregó con emoción y orgullo que "es impresionante la calidad de la platería nuestra. Desde 1983 con el mismo estilo. Arce lo magnificó y así seguimos hasta hoy. Si eso no es tradición...", aseguró.
"Dito", como lo conocían en la intimidad familiares y amigos, supo cosechar amistades en cuanto lugar lo llevó los derroteros del arte. Formó su familia con su esposa Nora y sus hijos Natalia y Pablo, quien aprendió de su padre el arte del cincelado olavarriense.
Hoy el mundo del arte y de la cultura en general se ve enlutado por la triste noticia de su deceso. Pero más allá del dolor, existe la certeza de que su legado no morirá jamas.