Emilio Wagner: "Diego tenía un corazón de oro"

El padre del Capitán de Corbeta olavarriense Diego Manuel Wagner brindó un emotivo homenaje al cumplirse el quinto año de la trágica desaparición del submarino ARA San Juan.

Daniel Lovano - [email protected]

Al cumplirse el quinto año de la trágica desaparición, familiares del Capitán de Corbeta olavarriense Diego Manuel Wagner llevaron adelante un acto en su memoria y de los restantes 43 tripulantes del submarino ARA San Juan.

"Es un día más que especial. Se cumplen 5 años para la sociedad y para el país, pero para nosotros es como si hubiera pasado una semana" reflexionó Emilio Wagner -papá de Diego- a minutos de comenzar el homenaje en el anfiteatro de Hinojo. 

"Queremos recordar a nuestro hijo y a la tripulación de ARA San Juan de la mejor forma que ellos se merecen, porque todos los honores, el recuerdo y el cariño son pocos y porque se lo ganaron" resaltó Emilio Wagner. 

"Ellos pasaron a la eternidad. No tendría que haber pasado lo que sucedió, pero -así y todo- cumplieron con el deber, en condiciones que no estaban dadas. En medio de una terrible tormenta, 500 millas mar adentro, siguieron navegando desde el 14 por mantener la nave" evocó. 

Emilio reconoció que se emociona ante cada homenaje que recibe Diego en su tierra: "Porque la gente lo sintió mucho. Lo vemos en cada escuela que damos una charla, en la que lleva su nombre, cada vez que venimos con Katy a pintar acá en el Parque y en la sociedad toda el afecto que nos brindan". 

Emilio rescató de sus recuerdos que "Diego era un chico muy amoroso, especial. Tenía un corazón de oro para los hermanos, para sus papás, para su esposa e hijos. Era muy querido en la Armada".

"Donde estuviese se lo pasaba trabajando, de perfil muy bajo. Cuando tenía 7 años, un día que pasamos por afuera de la Base Mar del Plata, nos dijo 'voy a ir a la Armada para defender a mi patria desde un barco. Algún día me van a ver acá adentro', y en principio no le creímos" agregó Emilio. 

Con el paso de los años, aquella frase fue tomando cada vez más fuerza de realidad. 

"El estaba convencido, pero una visita de integrantes de la Armada a la Escuela Industrial, en el último año del secundario, lo terminó de entusiasmar" certificó su papá. 

La inscripción llegó algo tarde y Diego debió esperar otro año pero su vocación no se diluyó, aunque en ese tiempo transitó por las aulas de la Facultad de Ingeniería. 

El resto es historia conocida.  

Diego Wagner ofreció su vocación de servicio, su talento, su generosidad, y cumplió con su palabra: hasta con su vida, defendió la patria arriba de un barco.

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