La olavarriense que vive en Qatar hace 6 años y fue elegida 'fan líder'

María Belén Hermina fue elegida por el Comité organizador del Mundial. Es contadora, tiene 28 años y llegó en 2016 a Qatar para acompañar a su pareja.

Una nueva historia se ha dado a conocer respecto al Mundial en Qatar. En esta ocasión salió a la luz la historia de María Belén Hermina, una contadora argentina de 28 años que llegó dicho país hace seis años, y ya tiene sellado su certificado de adaptación. Se trata de un lugar donde la temperatura supera por poco los 40 grados, y la humedad llega al 85 por ciento. "Estamos contentos porque el clima está más agradable", dice no obstante la protagonista de esta historia.

Doha es una ciudad caracterizada por no tener árboles donde las sombras, flacas como agujas, llegan de los rascacielos. Cuando Hermina arribó a la ciudad, en 2016, ya era sabido que Qatar iba a ser la sede del Mundial 2022. Es por esta razón que María Belén es una testigo local de la apresurada transformación del país de un desierto a un imponente shopping de lujo.

Antes de asentarse en Qatar, Belén solo se había trasladado 300 kilómetros de su casa para viajar de nuestra ciudad  a Mar del Plata, donde realizó la carrera de contadora en la universidad nacional. Nunca se había distanciado de su familia, nunca había vivido en el exterior, ni viajado en avión. Llegó por una propuesta laboral para Pablo, su pareja, que es preparador físico del equipo de vóley Police, un club de la liga profesional de Qatar dependiente del Ministerio de Interior.

Hace seis meses, contó a Canal Local: "Hay más de 2 millones de personas y se espera el doble" para el Mundial

Para poder ingresar a Qatar y vivir con Pablo, Belén requería una visa de familia. Fue así que a los 22 años tuvo que firmar una unión convivencial con su pareja, una suerte de trámite intermedio entre el noviazgo y el matrimonio. En este lugar, hasta la intimidad está regida por las normas. No están permitidas la convivencia sin tener una unión legal; ni las expresiones de afecto entre personas del mismo sexo y las relaciones sexuales fuera del matrimonio.

Belén se adaptó socialmente en un momento más o menos preciso. "Al principio me costó un poco porque no conocía a nadie. Me quedaba encerrada en mi casa y esperaba a que Pablo llegara para salir a recorrer la ciudad. A los tres o cuatro meses, cuando empecé a tener mi grupo social, cambió. Creo que el deporte me ayudó mucho porque armamos un equipo de vóley de mujeres o amigas de jugadores de los equipos de acá, que son todas extranjeras. Nos empezamos a juntar a entrenar dos o tres veces por semana y a hacer planes juntas", narra.

La adaptación cultural, por otra parte, fue otra faena. Como sucede con las enfermedades, Hermina aconseja no buscar en Google frente a lo desconocido. Previo a tomar la decisión de radicarse en el país, la información que estaba rondando en internet la alertaba respecto a las privaciones que padecería siendo mujer en un país de mayoría musulmana. Seis años después, afirma que esas prohibiciones son -en parte- prejuicios. No obstante, en su narración ofreció algunos puntos a destacar que pueden considerarse en el decálogo del hincha que llegue en noviembre para ver el Mundial.

No puede usarse tanto escote ni andar de short en todos lados. En una clínica, en un banco, en una dependencia pública o en una universidad no te dejan pasar porque existe un código de vestimenta tanto para mujeres como para hombres.

Caminar de la mano, abrazar, besar, está permitido, pero como nadie hace esas cosas, tampoco las hacés. Determinados locales (menos del 20 por ciento de la población) sí pueden ser muy distantes. A algunos ni siquiera se les puede dar la mano. Fundamentalmente porque no saben si estás casada o no.

En Qatar son de acatar al máximo lo que les solicitan. Si hay alguna norma, se debe cumplir hasta que alguien que tiene poder exprese lo contrario.

Fan líder del Mundial

Belén le detalló a los colegas de Clarín cómo es su trabajo en la Embajada de Uruguay y en una agencia de recursos humanos en la que se encarga de llevar chicos de Latinoamérica a trabajar a Medio Oriente. Comentó que juega al vóley y al pádel, y que la mayoría de los jueves va al boliche Toro Toro donde a los argentinos les regalan un fernet.

 En Qatar, la mayoría de la población es inmigrante de países que no han clasificado para el Mundial, pero todos tienen una camiseta puesta.

"Más allá de que económicamente estamos bien, lo bueno es que cuando trabajás acá te dan alojamiento, auto, pasajes para volver a la Argentina una vez por año. Acá ya tengo amigos, compañeros, todo normal", comentó. Una vida tranquila que recibe el condimento del Mundial. Hace un tiempo el Comité Superior que organiza la competencia seleccionó hinchas representantes de las 32 selecciones clasificadas para la Copa del Mundo. Belén es una de esas fan líder.

- ¿Por qué creés que se fijaron en vos?

- En la comunidad argentina yo soy muy activa. De hecho, un día publiqué en Facebook que quería hacer una juntada de argentinos porque no conocía a nadie. Así que llamé a un hotel, le pedí una promoción de pizza y cerveza y fueron como 50 argentinos. Después también hicimos un asado para 100 personas. De hecho, el grupo de WhatsApp de los argentinos lo hice yo y ya somos como 280. Ahora, con la movida del fútbol, como hay futbolistas argentinos jugando, arreglé para ir a ver a algunos y de repente éramos como 150 yendo a alentar. Cuando nos vieron tan ruidosos, con las camisetas, nos empezaron a llamar de otros clubes para que fuéramos a hinchar por ellos.

- ¿Cuál es la tarea de una fan líder?

La función es mover a la comunidad argentina con actividades relacionadas al fútbol. Soy el nexo entre los hinchas y el Comité Supremo. Por ejemplo, ahora en la previa nos llaman para ir a conocer los estadios, para cenas con otros fan líder o para actividades culturales.

Belén ha sido testigo del vertiginoso cambio del país desde que en diciembre de 2010 fue elegido como sede del Mundial. Un proceso de modernización que a la ciudad de Buenos Aires le costó más de un siglo, a Qatar sólo una década y de forma extrema. Con los petrodólares, construyeron autopistas, torres de lujo, shoppings, centros urbanos… Una ciudad moderna erigida donde sólo había desierto. "En medio de todo este proceso, hace tres años hubo una lluvia muy fuerte, así que volvieron a romper toda la ciudad para hacer desguaces porque acá llueve en diciembre y tenían miedo que se inundara durante el Mundial", contó Hermina.

Los qataríes están esperando con ansias la Copa del Mundo. "¿Tenés entradas para los partidos?" es la consulta que realizan todos en la calle. Belén dice que sus amigos locales no hablan de otra cosa. "Hace diez años que están esperando un Mundial en Medio Oriente", señaló. En Qatar, la mayoría de la población es inmigrante de países que no han clasificado para el Mundial, pero todos tienen una camiseta puesta. Y Belén, la fan líder, no tiene dudas: la hinchada argentina va a ser una de las de mayor agite.

Fuente: TodoJujuy.com

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