Los sospechosos se dedicaban a la sustracción de datos personales para realizar operaciones bancarias no autorizadas; uno de los 70 allanamientos se hizo en el penal de Sierra Chica.
Un botín de 2.000.000 de dólares y 50.000.000 de pesos. La millonaria cifra es el resultado de una megaestafa hecha con la falsificación de tarjetas de crédito y el robo de datos personales que derivó en la detención de 40 sospechosos en 70 allanamientos simultáneos hechos en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, en Córdoba y en la ciudad de Buenos Aires.
Participó de los operativos el Fiscal de nuestra ciudad, Lucas Moyano.
Cabe destacar que cuatro de los objetivos se encontraban en las Unidades Penitenciarias, de Baradero, Olmos, Sierra Chica y Mercedes. Allí se secuestraron dispositivos tecnológicos no autorizados que utilizaban los internos para cometer las ciberestafas, donde funcionaban células criminales denominadas "call center", refiriéndose a detenidos que operan desde el interior de los penales con teléfonos celulares y computadoras con acceso a internet.
Así lo informó la Procuración General bonaerense en un comunicado de prensa. "Se trata de estafas hechas por medio de ingeniería social [sic] y la sustracción de datos personales para realizar operaciones bancarias no autorizadas y falsifcación de tarjetas de crédito, simulaciones de ventas de productos en redes sociales, sustracción mediante engaños de cuentas de Whatsapp y minado ilegal de criptomonedas", según se explicó oficialmente.
Los allanamientos fueron hechos en Trenque Lauquen, Vicente López, El Talar, Tigre, Los Polvorines, Pilar, Baradero, San Nicolás, Quilmes, Berazategui, Florencio Varela, Bella Vista, La Plata, Avellaneda, Lomas de Zamora, Bahía Blanca, Moreno, José C. Paz, San Miguel, Mercedes, Necochea y en Ciudad de Buenos Aires y en Córdoba.
Fueron detenidos 40 sospechosos
"Cuatro de los objetivos se encontraban en las unidades penitenciarias de: Baradero, Lisandro Olmos y Mercedes donde se secuestraron dispositivos tecnológicos no autorizados, que utilizaban los internos para cometer las ciberestafas", se agregó en el citado comunicado de prensa.
El megaoperativo se hizo por investigaciones de agentes fiscales de 13 departamentos judiciales bonerenses: Martí Laius, de Junín; Pablo Aguilar, de Pergamino; Sebastián Parraviicini, Trenque Lauquen; Guillermo Sabatini, de Necochea; Alejandro Musso, de San Isidro; Lucas Moyano, de Azul; Jorge Leveratto, de San Nicolás; Ana Laura Brizuela, de Zárate Campana; Rodolfo De Lucia, de Bahía Blanca; Walter Mercuri, de Dolores; Andrea Andoniades, de San Martín; Gabriela Mateo, de Berazategui; María Curra Zamaniego, Quilmes, Juan Ignacio Mennuci, de La Plata.
La investigación estuvo bajo la dirección de la Secretaría de Política Criminal de la Procuración General bonaerense, a cargo de Francisco Pont Verges y la coordinación del Departamento de Ciberdelitos, dirigido por Gisela Burcatt y la colaboración de la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial de la policía bonaerense, conducida por el comisario general Héctor Cisneros.
"En Quilmes, se desarticuló una granja clandestina de minado de criptomonedas instalada con cables eléctricos robados y consumo ilegal de energía eléctrica. También, en San Martín, se descubrió un laboratorio donde se falsificaban documentos de identidad y tarjetas de crédito", según se explicó en el comunicado de prensa.
Fuente: La Nación