Guilleume Quatrini es un parapentista de Lyon, Francia, que por primera vez visitó General La Madrid atraído, en parte, por las condiciones climáticas para realizar vuelos cross y en parte por la fama que precede a Damián Lestarpe, quien desde hoy comenzará a volar en Brasil intentando lograr nuevos récords y mantenerse en el más alto nivel mundial del deporte.
"Estuve volando en Chile y en Brasil, y ahí me contactaron con Damián (Lestarpe)", cuenta sobre su llegada a la ciudad.
"Es la primera vez que volé con torno. Fue muy bueno, un poco de miedo, pero se pasa bien por la buena instrucción de Damián. Para mí es nuevo porque yo vuelo en la montaña con el sistema natural y aquí se hace con una mecánica", relata el piloto que tiene más de dos años de experiencia.
Lestarpe explica que en Europa y en muchos lugares del mundo el parapente se practica en zonas montañosas y para el despegue no se utiliza el torno como en el llano.
"Hay similitudes y diferencias: se necesita del viento para despegar pero después, cuando vas a correr no hay pendiente sino plano y el cable te permite despegar, es muy diferente a lo que yo estoy acostumbrado", explica sobre los vuelos.
"Empecé a volar porque te da sensación de libertad. Volar lo pensé de niño como Superman. Volar es una manera de tener este objetivo. Cuando estás en el aire es el mejor no momento: no tienes problemas y te gusta la sensación. Cuando estamos en la tierra tenemos una vista muy plana y cercana, pero en el aire hay una gran perspectiva y te permite ver el mundo de diferente manera", apunta.
"Cuando pisás por última vez, el suelo es una buena sensación y para mi vista y el cuerpo es otra cosa, cuando girás más fuerte es como estar en un auto con mucha velocidad", explica Guilleume Quatrini.
