Participó el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof. También todo el Gabinete nacional, legisladores y dirigentes del Frente de Todos.
El Gobierno dio este mediodía una muestra de unidad en respaldo a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de una misa por la paz que se realizó en la Basílica de Luján, de la que participaron el presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof y gran parte del Gabinete nacional, mientras que ningún referente opositor se hizo presente.
La misa, que comenzó poco después de las 13 en la Basílica de Nuestra Señora de Luján, fue presidida por el arzobispo de Mercedes-Luján -monseñor Jorge Eduardo Scheinig, quien dio un fuerte mensaje contra la división política.
"Estamos en un tiempo extremadamente delicado, la paz social está frágil y amenazada", señaló el párroco. "Cuando el señor intendente de Luján me propuso hacer esta misa y hacer una convocatoria amplia para reconocernos en esta oración por la paz social y el diálogo entre líderes, sentí que era muy buena idea y le dije que sí", señaló.
Y en ese sentido, sostuvo que "la oración por la paz y la fraternidad es urgente. Y este es el espacio indicado para rezar por la patria".
"Participamos de la "Misa por la paz y la fraternidad de los argentinos y las argentinas". Como escuchamos en la homilía: "por la patria, por esta casa, esta familia que somos. Difícil, compleja. Pero familia al fin. Somos Argentina". Hoy nos hemos reunido para reflexionar", señaló más tarde el Presidente en un mensaje publicado en su cuenta oficial de la red social Twitter.
Y en ese sentido, el mandatario agregó: "La fraternidad es un don y una tarea'. Es por ello, el don y la tarea de nuestro pueblo, que debemos construir una mejor sociedad. En diálogo, sin odio y sin violencia. Como expresó el Papa Francisco, nadie se salva solo".
Más temprano, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, había hablado sobre la convocatoria al diálogo con la oposición realizada por el Gobierno, de la que él se ocupó personalmente. Y tras los cuestionamientos expresados por varios dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC), que afirmaron no haber sido contactados por el oficialismo, el funcionario reconoció que "tal vez" le faltó hablar con "alguno".
Sin embargo, insistió en la necesidad de dar un debate político con miras a alcanzar "consensos básicos". "Hablé y voy a seguir hablando", dijo.
Presente en la misa, el expresidente Eduardo Duhalde se mostró esperanzado de que esta convocatoria sea la primera de muchas y consideró que hay que seguir llamando al diálogo, porque "la gente está cansada de la división y del odio". "Este es el primer paso del camino hacia el encuentro de los argentinos, no podemos seguir peleándonos como perros y gatos", sostuvo en declaraciones televisivas.
En esa línea se expresaron varios dirigentes peronistas, quienes sostuvieron que el Gobierno continuará convocando al diálogo a la oposición. "Realmente palabras inspiradores del obispo, con un llamado a la concordia de todos los argentinos, en línea con lo que está necesitando la Argentina. Y ahora lo que queda es la responsabilidad de los dirigentes en seguir abonando en buscar todos los mecanismos posibles para que no se lesione el pacto democrático", sostuvo por su parte el canciller Santiago Cafiero.
Y añadió: "Es una lástima que la oposición no haya estado acá, pero nuestro compromiso como Gobierno es seguir convocándolos al diálogo".
No obstante, la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, sostuvo que "fue una decisión errónea de la oposición no participar" y consideró "no hay ninguna posibilidad de diálogo con algunos actores". Asimismo, dijo que "debemos parar la pelota y pensar qué Argentina queremos para adelante".
Al salir de la Basílica, el senador Oscar Parrilli deseó que "ojalá nos ayude a pensar a todos que la Argentina tiene que mejorar en su vida democrática porque la democracia no es derribar al otro" al mismo tiempo que Katopodis exhortó a "encontrar un camino de paz". (DIB)