Alejandro Schujman analizó los cambios que se han producido en la educación de los hijos en los últimos 20 años. Este licenciado en psicología y especialista en familias disertará el jueves en el Teatro Municipal, convocado por el Colegio Libertas.
Alejandro Schujman, licenciado en psicología, especialista en familias y director de la Red de Asistencia de Psicólogos disertará este 25 de agosto a las 19.30 en el Teatro Municipal sobre "El arte de poner límites - herramientas para familias y docentes".
Convocado por el Colegio Libertas, la propuesta incluirá temas como "El complejo y maravilloso vínculo padres - hijos"; "Manejos de emociones de nuestros hijos/alumnos" y "El mundo virtual. Dispositivos y redes sociales."
Autor de títulos como "Generación NINI, jóvenes sin proyecto que NI estudian NI trabajan", "Es NO porque YO lo digo - Padres rehenes de hijos tiranos" y "Herramientas para padres", Schujman aborda la complejidad de los vínculos intrafamiliares, hace una crítica sobre la transición de hijos reprimidos a padres permisivos y, ante ello, la necesidad de poner límites de manera efectiva.
"El arte de ser padres y de acompañar a nuestros hijos es darles herramientas para que puedan entrar al mundo adulto lo mejor parados posibles, desde la cuna hasta que vuelan solos" dijo alguna vez Schujman, que además se siente en los medios como en su hábitat natural: es columnista en el programa de radio "El Exprimidor" y en distintos medios gráficos.
¿De qué hablamos cuando hablamos de límites?, fue la pregunta para abrir el juego en la charla exclusiva con este medio, a cinco días de su llegada a la Ciudad.
"De esta generación de padres y madres yo digo desde hace ya varios años que es una generación de padres amorosamente tibios, que les cuesta muchísimo una puesta de límites y les cuesta muchísimo sostener esos límites" planteó.
Schujman ubicó a los padres actuales como parte de "una generación que vienen de ser hijos de padres un poco más autoritarios de lo que hubiesen debido ser y, para diferenciarse, o para que sus hijos no sufran lo que ellos han sufrido, se han ido para el otro lado".
Dio como ejemplo un refrán a medida de esta cuestión con origen en España: "Como dicen allá, ni tan calvo, ni con 7 pelucas. Esto aplica a la actual generación de padres".
"Los chicos hoy tienen un sobre empacho de confort. Yo siempre digo que no maltratemos a los chicos dándoles todo lo que nos piden. Eso pasa, y los chicos piden límites de todas las maneras posibles" observó el licenciado Schujman.
"De esto vamos a hablar en la charla del día jueves en Olavarría" anticipó y confesó: "Tengo muchas ganas de ir para allá, de hablar con los chicos y con las familias y ojalá que la convocatoria sea grande".
Los títulos de sus libros tienen una elocuencia tan potente sobre esta cuestión que invitan a la lectura desde la primera palabra. Que salen de una realidad observada por el autor, por supuesto.
"Está agotado 'Padres rehenes - Hijos tiranos', quedan sólo dos ejemplares. Literal. Así que seguramente vamos a tener que reeditarlo el año que viene. Publiqué cuatro títulos y ahora en septiembre voy a editar 'Greta y el arte de complicarse la vida', un nuevo libro con una ilustradora colombiana" adelantó el licenciado Schujman.
Obvio, enseguida llegó el pedido de una síntesis que aporte algo más que el título de su próxima creación: "Es la historia de Greta, una chica de 20 años, que está tratando de crecer saludablemente, pero le cuesta un montón y se mete en amores tóxicos. Es un muy lindo formato, con ilustraciones, con caja de herramientas para un público más adolescente, para treintañeros. Ya no es un libro para padres. Está bueno".
Entre los antecesores de "Greta " pega fuerte el título "Es NO porque YO lo digo. Padres rehenes de hijos tiranos".
"Ahí lo que planteo es que la tiranía de los hijos no es otra cosa que el pedido de que los adultos retomen el control de la situación. Que los adultos puedan volver a ser lo que sus hijos precisan, que es guía, orientación, cuidado, referencia y no dejar que hagan lo que quieran hacer, naturalizando disparates como que los chicos tomen alcohol" explicó el licenciado Schujman.
En el mismo sentido, aportó que "hemos llegado a situaciones realmente disparatadas y estamos dejando a los chicos muy solos. Se ven en un estado de soledad y desamparo, y los chicos lo dicen".
"Voy a tener en Olavarría una charla con los alumnos del Colegio Libertas y les voy a preguntar lo mismo que les pregunto a todos los chicos en las charlas: ¿cómo se sienten con respecto a los adultos? La respuesta suele ser, y me parte el corazón como padre que soy, 'nos sentimos solos'. Lo cual es complicado, porque estamos dejando a quienes más queremos en un estado de soledad y desamparo muy complejo" diagnosticó.
"Tenemos que revisar seriamente qué estamos haciendo en la manera de acompañarlos, o más bien de darles herramientas para que entren al mundo adulto, y los estamos mandando a la selva con un escarbadientes" graficó.
Entre poner y recibir, Schujman no dudó en opinar que "es mucho más complejo poner los límites, sostener el conflicto que dejar que los hijos hagan, que es lo que habitualmente sucede. De esto también vamos a hablar con las familias y con los chicos en las charlas previas".
Identificó entre los conflictos más comunes las dificultades en el vínculo, en el diálogo, lo que tiene que ver con los momentos de disfrute, hijos que pierden la confianza en sus padres porque estos dicen que se la pasan jugando y no pueden soportar lo que ellos tienen para decir.
"Hay un vínculo fragmentado, ese es el principal conflicto, más todos los síntomas que los chicos hacen en relación al consumo de alcohol, sustancias. Esto es complicadísimo y muy doloroso" advirtió.
En la cuestión de límites, no pocas veces aparecen contradicciones entre los padres, una parte que trata de ponerlos y la otra que apuesta al laizzes faire. Esto es, padre límites - madre no o viceversa.
"Los chicos sufren las desavenencias de sus padres, y piden que los padres se pongan de acuerdo. A veces lo piden haciendo síntomas, enfermándose, a veces consumiendo alcohol o drogas. Lo piden como pueden, pero lo piden. Sin ninguna duda" afirmó.
Para los límites, dijo Schujman, no hay lugar geográfico. "En la casa en primer término, pero en todos los lugares. Lo ideal es formar bloques de adultos y redes en todos los lugares que los chicos concurran" señaló.
"Tiene que haber uniformidad y criterios comunes. Es como si en un equipo de fútbol hubiera tres directores técnicos, uno dice que ataquen, otro que defiendan y otro que manejen la pelota en la mitad de la cancha. El jugador se enloquece, y algo parecido sucede con los chicos cuando sienten esas campanas tan diversas" apuntó.
Sobre la misma cuestión, acotó que "necesitan criterios uniformes y parejos, porque está en juego el aparato psíquico, ni más ni menos".
Así la cosas, Schujman analizó la metamorfosis de aquellos, como los calificó, "padres un poco más autoritarios de lo que hubiesen debido" (que en algunos casos no ahorraban la chancleta o el cinto) a estos padres "amorosamente tibios".
"Pasó por un lado para diferenciarse y que sus hijos no sufran lo que han sufrido ellos; por otro lado, porque hay una mirada equivocada de que los tiempos cambiaron, de que los chicos hoy son nativos digitales" marcó.
"Los chicos no nacen con una pantalla agarrada del cordón umbilical, sino que al monitor se lo dan los padres para que no molesten y después no saben cómo sacárselo. La tecnología por supuesto que es parte de la crianza, y puede ser fantástica si la usamos como trampolín del mundo virtual al mundo real" describió.
Veinte o treinta años de avances tecnológicos revolucionarios hubo también en este trayecto de ayer a hoy.
"Yo digo que los tiempos cambiaron, pero la esencia es la misma. Es verdad que está la tecnología mediando en los vínculos humanos, pero un chico angustiado necesita apoyo de los padres, un abrazo, una palabra que calme" insistió.
"El chico necesita que los padres mantengan la asimetría. No somos amigos de nuestros hijos. Somos padres, madres y no pares. Yo digo que a los padres se les ha caído la letra 'D'. Que los padres no se confundan en esto" enfatizó.
El licenciado Schujman verificó esta diferenciación fallida y con el miedo de que los chicos sufran. "Y van a sufrir, porque en la vida se sufre, pero que tengan herramientas para eso sería el punto" reflexionó.
Su frase de cabecera podría una síntesis de esta charla y de lo que aplicará el jueves en el teatro Municipal: "Siempre digo que hay que estar cerca de los hijos para cuidarlos y lejos para no asfixiarlos".
Una pregunta retórica
Una de las últimas presentaciones del licenciado Alejandro Schujman fue el pasado mes de junio en el Centro Cultural Córdoba, con su obra de teatro "¿Sufriste por amor?".
"Es una pregunta retórica, por supuesto. Todos hemos sufrido por amor alguna vez" aceptó Alejandro Schujman.
"Con esa obra vengo girando por todo el país. Ahora voy a La Plata, después a Trelew y algún día, en un próximo paso, la llevaré por allá, para Olavarría" prometió.
Se trata de un unipersonal, que incluye una ida y vuelta con el público con la presencia de algún mediador.
Schujman dijo alguna vez que el corazón es el órgano que más tarda en cicatrizar, y no se refería precisamente a los tiempos que requiere una cirugía de bypass coronario.
"Eso cicatriza fácil. Lo otro tarda un rato largo" bromeó.
"Vivimos tiempos de amores cobardes. Como dice Silvio Rodríguez 'Los amores cobardes no llegan a amores. Ni a historias, se quedan allí'. Hay mucho miedo a enamorarse, eso genera que la gente se recluya puertas para adentro de su corazón y se pierda la posibilidad de vivir lindas historias" manifestó.
"Que dure un día, una semana, un año o toda la vida no importa. Que sea lindo mientras dure" sostuvo.
"El amor sano debe tener la responsabilidad afectiva por un lado y saber que lo que hacemos tiene consecuencias en la vida de quienes están cerca. La confianza, el diálogo y el disfrute como clave fundamental para ello, y sobre todo no joderle la vida a nadie" aconsejó.
Alejandro se ubicó en tiempo y espacio, y admitió que "vivimos en la época del touch and go, pero yo sigo militando el compromiso afectivo, que no tiene por qué ser para toda la vida. El tiempo que dure, pero con las cosas claras y animándose a relaciones que valgan la alegría y no la pena".
El detalle de las charlas en el Teatro
Alejandro Schujman brindará dos charlas en el Teatro Municipal el jueves 25 de agosto, en una jornada que es organizada por el Colegio Privado Libertas y es abierta a todo público, aunque habrá que abonar una entrada (en la segunda de ellas). La primera charla se efectuará a partir de las 16 horas pero es exclusiva para alumnos estudiantes del Colegio Privado Libertas y el tema será "Atreverse a crecer mirando hacia adelante", que incluirá un taller interactivo para jóvenes.
En tanto que la segunda charla se efectuará desde las 19.30 horas, para público en general y docentes y el tema será "El arte de poner límites" (Herramientas para familias y docentes), que incluirá tres aristas sumamente importantes: El complejo y maravilloso vínculo padres-hijos, Manejo de emociones de nuestros hijos/alumnos y El mundo virtual: dispositivos y redes sociales.
En este caso, los docentes deberán abonar una entrada de $800 y el público general $1.000. Para poder registrar la inscripción, los interesados podrán hacerlo en https://bit:ly/ColegioLibertas, en tanto que para contactarse con el establecimiento podrán hacerlo al e-mail [email protected] o al teléfono 02284-410276.