Se celebra este 9 de agosto con el objetivo de concientizar sobre la igualdad en la enseñanza. En Olavarría existen diferentes espacios destinados a acompañar a niños, jóvenes y adultos con discapacidades en el camino del aprendizaje. Hoy se realizará una barrileteada en Plaza Aguado.
Cada 9 de agosto se celebra el Día de la Educación Especial con el objetivo de reafirmar que todas las personas tienen derecho a la educación en todos los niveles. Este día surgió en el marco de la "Declaración de los Derechos Humanos", el 9 de agosto de 1940 se creó en Argentina la Dirección de Educación Especial. Este hecho permitió garantizar la igualdad en el acceso al aprendizaje y enseñanza en todos los niveles del sistema educativo.
Con la propuesta de CORIM para celebrar el Día de la Educación Especial hoy se llevará a cabo una barrileteada en la Plaza Aguado, ubicada en Brown y Vélez Sarsfield. El encuentro será de 14 a 16 horas y deberán llevar barrilete. Participarán todas las escuelas de modalidad especial, quienes realizan constantemente un trabajo en equipo y articulado con todos los niveles.
CORIM es una institución educativa de gestión privada, tiene una trayectoria de 54 años y trabajan con todos los niveles educativos, estos son atención temprana, nivel inicial, nivel primario y CFI (Centro de Formación Integral). Desde su instagram @corim_olavarria comparten fotos de todas las actividades que llevan a cabo. Actualmente hay una matricula de aproximadamente 95 chicos. "Ha incrementado bastante la matricula este año, hemos superado nuestras expectativas, estamos súper felices porque eso significa que las familias nos están eligiendo", señaló Emilio Vicente, vicedirector de CORIM.
Emilio hace 14 años que trabaja en el ámbito de la educación especial y hace un año que asumió como vicedirector. Siempre trabajó en CORIM y expresó que "para mi es como mi familia, es mi segunda casa, me abrieron las puertas cuando yo era muy chico, tenía 22 años cuando ingresé y hoy lo estoy disfrutando muchísimo". En la institución trabajan dos equipos, uno que funciona en sede en nivel inicial y otro que funciona en sede en nivel primario. Cada equipo está compuesto por una asistente social, una asistente educacional, un fonoaudiólogo en cada sede, una médica pediatra y una terapista ocupacional. "Destaco la calidez humana del equipo con el que trabajamos, acá somos todos compañeros", aseguró el vicedirector.
Desde el Instituto de Enseñanza Oral (IDEO) realizan diferentes actividades educativas y recreativas para incentivas a los niños. Esta institución funciona hace 36 años, destinada a niños sordos hipoacúsicos, también cuenta con un servicio de trastornos específicos del lenguaje. Maitén Arrondo, directora del Instituto de Enseñanza Oral, trabaja en la educación especial hace 25 años. "Elegí esta carrera porque me encanta enseñar, me encanta más que nada el tema de trabajar con la diversidad, son todos desafíos donde uno aprende y aprende mucho de ellos", manifestó la directora. Maitén decidió la especificidad en sordos hipoacúsicos y "fue un mundo que lo descubrí con ellos, con los niños, con los jóvenes, también a trabajar en equipo, uno no trabaja en soledad, se forma un gran equipo entre los niños, las familias, los colegas, los profesionales particulares, las escuelas de nivel", indicó.
Talleres Protegidos es una entidad de bien público sin fines de lucro, su principal trabajo es la confección de diferentes productos para vender, todo tipo de bolsas de papel blanco, papel madera, todo tipo de envases, sobres, bolsas con manijas, trapos de pisos y rejillas. Se fundó hace 38 años y surgió con el objetivo de "no dejar personas con discapacidad sentados en la cocina de su casa sin hacer nada, nuestro objetivo es que se sientan personas por sobre todas las cosas, útiles, que estén incluidos en la sociedad, que la sociedad los incluyan y que sepan que todos pueden hacer algo", señaló Rosa Muia, docente y directora de Talleres Protegidos. Rosa hace 27 años que está en el taller, "mi trabajo es tratar de solucionar los problemas que surgen en la vida diaria, no solamente con ellos en particular, sino también con los papás. Es muy variado mi trabajo, lo hago con mucho amor, con mucha dedicación", manifestó.
Este espacio se creó por la inquietud de 8 padres que sus hijos egresaron de la escuela laboral y no tenían un lugar donde continuar formándose. Actualmente hay 70 operarios que participan en Talleres Protegidos, cada uno con una tarea en la confección de cada producto, ya sea cortar, pegar o moldear. "Son muy trabajadores, les gusta mucho lo que hacen y nosotros respetamos mucho a cada uno en lo que es capaz de hacer", expresó.
El trabajo que realizan en casi todos los productos es totalmente manual, menos las bolsas de poliestireno que se hacen con máquinas y las bolsas de panadería que se hacen con unos cajones especiales que fueron diseñados por un papá hace muchos años. "Lo que tenemos pendiente es poder abrir el hogar que está construido ya hace uno años, que tiene todas las habilitaciones, pero nos falta una parte muy importante que es el dinero para poder pagar a los empleados, que ahí si se necesitan médicos, terapistas ocupacionales", indicó Rosa Muia. Además agregó que "sería un hogar para los chicos, tenemos ya unos cuantos en hogares de ancianos, los chicos nuestros que están en hogares están muy bien atendidos con personas muy responsables, pero ellos necesitan estar con sus pares, no con personas tan mayores, además su actividad sería otra".