Estudiantes, docentes y miembros de Sadop se agruparon en las puertas del Ministerio de Trabajo para denunciar que una docente del nivel superior del Instituto Nuestra Señora del Rosario fue "despedida injustamente y sin motivo". Solicitan su reincorporación inmediata.
Este viernes al mediodía, estudiantes, docentes y miembros del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) realizaron una sentada pacifica en donde denuncian el despido injustificado de una docente del profesorado de Educación Superior del Instituto Nuestra Señora del Rosario.
De esta manera, decenas de personas se manifiestan en las puertas del Ministerio de Trabajo, ubicado en Coronel Suarez 3064, para visibilizar la situación sufrida por la docente Juliana Bravo. Quien en sus redes sociales había manifestado que "me echaron sin motivos, avalaron situaciones de violencia hacia mí y amanezaron a alumnas para que no se movilicen".
Cabe destacar que a las 13 de este viernes iba a comenzar una audiencia en el ministerio de Trabajo. Entre los manifestantes de pudieron ver carteles que indicaban: "INSRO: basta de avalar actos de violencia. Pedimos la reincorporación de Juliana Bravo ya"; "INSRO: basta de amanezas, basta de cubrir violencia institucional, basta de amiguismo" y "Nadie puede ser autentico prohibiendo que otros lo sean".
En las horas previas, desde SADOP lanzaron un comunicado donde exigian a la entidad propietaria "la reincorporación de la docente despedida del Instituto Nuestra Señora del Rosario (Nivel Superior)".
"Afirmando que cuando los vínculos se rompen y se instala el conflicto, es importante encontrar las vías de resolución que salvaguarden a las partes. Esta idea parece no ser contemplada por los representantes legales del Instituto Nuestra Señora del Rosario, quienes ante los reclamos reiterados de un docente y la presencia de un conflicto no tuvo más respuesta que el despido incausado y arbitrario poniéndole fin a una situación que, al parecer, les incomoda", argegaron.
"El Consejo Directivo del SADOP Olavarría testifica que ningún monto indemnizatorio resarce el daño emocional, afectivo y psicológico de lo que implica un despido y la consecuente pérdida del recurso para la subsistencia de un trabajador o trabajadora.
Solicitamos la reflexión de las autoridades para corregir los actos sucedidos y pensar escuelas democráticas donde podamos dialogar las disidencias y reflexionar para darle a los distintos conflictos resoluciones consensuadas", concluyeron.