Aunque se trató de un lanzamiento de prueba, nadie esperaba el desenlace que se vivió con el Super Heavy Booster 7.
El cohete Super Heavy Booster 7 de SpaceX estaba listo para concretar el despegue de prueba en las instalaciones de Starbase, en el sur de Texas, cuando un desperfecto ocasionó una explosión que generó su destrucción.
Las pruebas que se llevan a cabo se realizan en todos los procedimientos de desarrollo, pero en esta ocasión el cohete tenía la particularidad de ser el encargado de en un futuro llevar humanos a Marte.
La explosión quedó grabada por las cámaras que captan diversos ángulos de los despegues. Allí se comienza a ver humo habitual en este tipo de actividades, pero segundos después se ve el momento que el cohete explota y empieza a generar fuego. Según indicaron más tarde, hubo un incendio en las cercanías de la plataforma que se habría originado por el hecho.
Ante el escenario, Elon Musk viajó hasta la central, donde evaluó los daños y conversó con las personas que llevan adelante el proyecto para ver cuáles serían los pasos a seguir. Luego de que muchos usuarios de redes sociales manifestaran que se trató de un ensayo, por la noche, el magnate utilizó su cuenta personal de Twitter y sostuvo que no fue un hecho intencional.
También explicó que en esta ocasión la prueba estaba basada en lo que corresponde al "arranque de giro" y, aunque la explosión no tendría relación con ello y no se esperaba, la situación era compleja.
Se estimaba que en 2025 -o más adelante- podría ser el lanzamiento del cohete que enviará humanos a Marte, por el momento y a partir de los hechos no se confirmó cuando será, pero sin dudas esta explosión generó gran preocupación en las personas que esperan más pruebas que reglamenten el plan. (NA)