RALLY. Cantidad, y ante todo calidad, mostrarán los representantes de los países anfitriones El entusiasmo popular por el Dakar es un hecho. No se debe meramente a la pasión de los sudamericanos por los deportes de motor, sino también a los buenos resultados cosechados por sus pilotos.
Se aguarda que cerca de un millón de personas copen la zona entre La Rural y el Obelisco y también en forma dispersa a lo largo de las autopistas por las que los vehículos tomarán hacia Victoria, Entre Ríos, el punto de partida de la competencia cronometrada y cuando las máquinas empezarán a mostrar todo su poderío tecnológico.
Es que en la edición pasada, unos 800.000 espectadores asistieron a la salida de los autos de la Capital Federal, entonces hacia la ciudad bonaerense de Colón, fin de la primera etapa.
Será otro comienzo de año singular en Buenos Aires. Las máquinas tras el mediodía irán saliendo del parque cerrado de La Rural, donde ayer y hoy se realizaba la revisión técnica de las máquinas -el público asistió masivamente para ver a los bólidos de los caminos abiertos- para luego seguir hacia el Obelisco, donde se instalará la rampa de partida y a las 14.30 se dará la orden de largada.
De allí en más habrá un recorrido que comprenderá 9.000 kilómetros de rutas, pistas y dunas, 5.000 de ellos cronometrados, y que, a diferencia de la edición anterior, fue llevado un poco más hacia la zona norteña de ambos países.
Habrá 430 vehículos (un 18 por ciento más que en 2010) representando a 51 nacionalidades diferentes en la largada de la edición 32 y será récord la participación de los argentinos, un total de 84.
Entre ellos, estarán los hermanos Patronelli, Marcos y Alejandro, ganador y escolta de la edición 2010 en la modalidad cuadriciclos, consiguiendo así un hito para el deporte argentino al ser la primera victoria albiceleste en la tradicional competencia de rally off road.
Cinco días antes del comienzo de la carrera, Marcos Patronelli anunció que finalmente correrá pese a que hace poco que puede caminar tras las fracturas en sus tobillos que sufrió en un entrenamiento en cercanías de General Alvear.
Además de Patronelli estarán los otros tres ganadores de 2010: el español Carlos Sainz en autos con su Volkswagen Tuareg 3, el francés Cyril Després con KTM y el ruso Vladimir Chagin, con Kamaz, quien estuvo a punto de perderse la carrera por problemas con los vuelos desde Moscú, tapada por nieve en estos días.
Pero ellos tendrán sus rivales: el francés Stephane Peterhansel, líder del equipo BMW, ganador de nueve Dakar, todos en Africa, 3 en autos y 6 con motos. Tendrá como compañero de equipo al mendocino Orlando Terranova, quien admitió que trabajará para que gane Peterhansel.
VW es el equipo a vencer y además de Sainz estarán con los Tuareg el sudafricano Giniel De Villiers, ganador en 2009; el estadounidense Mark Miller; y el simpático qatarí Nasser Al-Attiyah.
Los Hummer, con el norteamericano Robby Gordon a la cabeza, intentarán dar el zarpazo. Esta vez tiene como compañero al ex Fórmula 1 chileno Eliseo Salazar.
En motos, Despres tendrá como rival principal al español Marc Coma, aunque apunta también Francisco "Chaleco" López, hombre de Aprilia y postulante por sus conocimientos del terreno difícil de Calama.
Patronelli va, según dijo, a "dar la vuelta y terminar el rally", aunque quién puede asegurar que no vaya a acelerar tal cual es su costumbre. El checo Machacek, ganador en 2009, es gran candidato.
La prueba culminará el 16 de enero en Buenos Aires después de pasar por Victoria, Córdoba, San Miguel de Tucumán, San Salvador de Jujuy y las ciudades chilenas de Calama, Iquique, Arica, Antofagasta y Copiapó. Regresará a la Argentina para transitar por Chilecito, San Juan y nuevamente Córdoba.
Después de la etapa entre Iquique y Arica, los competidores tendrán la única jornada de descanso de la exigente competencia.
Será la tercera edición del Dakar en Sudamérica (la 33 en su historia), después de que la prueba dejara Africa, su continente de origen, por cuestiones de seguridad.
