BASQUET

Peñarol cerró un año brillante y Oberto se retiró de la competencia profesional

BASQUETBOL. Un balance de lo que dejó el año 2010

Seguramente este 2010 será recordado por el mundo basquetbolístico como "el" año de Peñarol de Mar del Plata, no sólo por el juego desplegado por su equipo sino por los dos títulos conseguidos en la temporada. En febrero pasado el conjunto milrayitas se consagró campeón de la Liga de las Américas de la FIBA, tras superar en el partido definitorio a Halcones de Xalapa, México, por 93 a 91 en tiempo suplementario. Esa fue la segunda Liga alcanzada por el equipo de Sergio Hernández, que ya había logrado el trofeo en la edición 2007/2008.

Sin dudas la base de ese equipo con Sebastián "Tato" Rodríguez, Leonardo Gutiérrez y Martín Leiva entre sus máximos estandartes, sumado al valiosísimo aporte del foráneo Kyle Lamonte, tuvieron incidencia para que los marplatenses ganen la Liga Nacional poco después.

El 25 de mayo Peñarol cerró la serie final del torneo local al superar contundentemente 80 a 60 a Atenas de Córdoba en el quinto partido y dejó el global 4-1. El título marcó la segunda conquista de los Milrayitas en la Liga, luego de coronarse en la temporada 2003/2004. Ambos logros tuvieron la particularidad de haberse conseguido en el Polideportivo "Islas Malvinas", con todo el público de Peñarol de testigo.

Entre los puntos negativos y, si se quiere, que dejaron un sabor agridulce en el ambiente, estuvo la decisión tomada por el pivote Fabricio Oberto de abandonar la actividad profesional. El jugador nacido en Las Varillas hizo el anuncio luego de haber "experimentado mareos y vértigo durante la primera mitad de juego de Portland en Milwaukee el 2 de noviembre", según rezó la página de su equipo Portland Trail Blazers.

"Tomé esta decisión de poner mi salud y mi familia delante de básquetbol. Fue una decisión difícil de hacer después de jugar durante tantos años, pero fue la correcta", fueron las palabras del mejor pivote de la historia argentina en aquel momento.

Oberto puso fin a una carrera llena de títulos que incluyen la medalla de oro en los Juego Olímpicos de Atenas 2004, un anillo de la NBA con San Antonio Spurs en 2007, una medalla de plata en el Mundial de Indianapolis 2002 y una de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

La participación argentina en el Mundial de Turquía fue buena con un quinto lugar que le permite al conjunto albiceleste seguir entre los mejores del mundo. El equipo de Sergio Hernández sufrió bajas sensibles para la competencia ecuménica, ya que no pudo contar con Emanuel Ginóbili, quien fue padre de mellizos y decidió darle tiempo a su familia, y Andrés Nocioni, quien hasta ese momento arrastraba una lesión de tobillo y su equipo de la NBA, Philadelphia, le negó la posibilidad de jugar.

El punto más alto en el equipo argentino fue Luis Scola, quien terminó el Mundial con el porcentaje más alto de anotaciones por juego: 27,1. En la primera ronda la Argentina le ganó a Australia, Angola, Alemania y Jordania, pero perdió ante Serbia. En octavos los albicelestes dejaron en el camino a Brasil y en cuartos no le encontraron la vuelta a Lituania, que perforó los 40 minutos las redes argentinas con lanzamientos a distancia.

Para llegar a la quinta colocación la Argentina le ganó primero a Rusia y luego a España, último campeón mundial en Japón 2006. El cetro quedó en manos de Estados Unidos.

Tras el Mundial, la Confederación Argentina de Básquetbol no le renovó el vínculo a Sergio Hernández y optó por repatriar a un viejo conocido de la casa: Julio Lamas. El técnico de Obras Sanitarias iniciará un trabajo part time y será el encargado de comandar el destino del seleccionado argentino hasta la finalización del Mundial de España 2014.

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