LAMADRID

José Eseverri: "el mejor presidente desde 1983"

Paso e impronta de Néstor Kirchner en Olavarría "Una profunda tristeza personal". Ese era ayer el sentimiento del Intendente. Kirchner pasó dos veces por Olavarría como Presidente de la Nación. Generó fervor en la gente. Políticamente, marcó un hito: tanto Helios como José Eseverri dejaron el radicalismo para compartir el espacio kirchnerista. En General La Madrid, hace una semana, el Intendente estuvo por última vez con él.

"Acá muchos hablan pavadas pero yo soy el único que habla con Kirchner". José Eseverri lo decía en momentos airados, cuando se lo relacionaba ya más con la oposición que con el "campo nacional y popular". Tenía razón: hace una semana el ex presidente lo llamó al celular, horas después de haber hablado sobre obras posibles durante el acto en La Madrid. Y hacía poquito tiempo habían estado reunidos a solas.

"Siento una profunda tristeza personal. Más allá de lo político hay gente con la que tenés una relación distinta. Con él era un profundo aprecio personal". Temprano le llegó un mensaje. "Lo internaron", decía. Minutos después "estaba recorriendo las obras del Parque del Bicentenario y me enteré ahí". Primero fue "la sensación de incredulidad. Y después me cayó la ficha del dolor".

José Eseverri lo enaltece como gestionador: "tengo un gran recuerdo de él como presidente, fue el mejor presidente de esta democracia post 1983, por lo que significó como administrador; hay que aprender mucho de lo que fue gestionando. Dejó plantada la bandera de un modelo de desarrollo económico. Dejó cosas concretas para el futuro como la asignación universal, la inclusión jubilatoria, la inclusión social a través del trabajo. Después de las transformaciones del 45 o el 50 fue el momento de mayor transformación social en el país".

La imagen de aquella primera reunión con Kirchner presidente, de la que participó junto a su padre, es única y paradigmática. Fue el 1 de junio de 2005. "Para mí fue conocer a un tipo que decía en privado lo mismo que en público. Fue comprobar que existía en política alguien así. Las veces que hablé con él me dijo lo mismo que en público. Y eso no es poco".

José resaltó que "fue el presidente que se fue mejor del gobierno, con un 80 % de imagen positiva". Durante su gestión "era un presidente que no necesitaba de los medios, que se comunicaba directamente con la gente. Sin intermediación política". El Intendente recuerda alguna conversación con Raúl Alfonsín pero después, las largas charlas con Kirchner. "Es el tipo que me abre las puertas para la entrada al peronismo, sin importarle de dónde venía".

Habló por última vez con él el martes pasado. Habían estado juntos el lunes, durante el acto en La Madrid. "Yo estaba en el despacho, con Margarita, y me llamó al celular. Le expliqué sobre las obras de las que habíamos hablado el día anterior, el ensanche de la 3 entre Azul y Monte y la obra en la ruta 51".

Improntas

La impronta de Néstor Kirchner marcó la política de la ciudad pero también la infraestructura, a partir de la adhesión de Helios y José Eseverri al proyecto que encarnó el ex presidente. Fue en 2005 cuando padre e hijo dejaron el radicalismo y se sumaron al Frente para la Victoria.

Un año antes, el 18 de enero de 2004, Olavarría había vivido una de las jornadas más eufóricas que recordara en su historia por la visita de un presidente.

Ese día, pleno verano, Kirchner empezó a relacionarse con la gente como nunca dejaría de hacerlo, hasta el lunes pasado en el acto de General La Madrid: la crónica de ese día decía que "el Presidente comenzó a tocarse con la gente cuando puso el primer pie en el aeropuerto. Y no dejó de hacerlo hasta el final, cerca de las diez de la noche, cuando miles de personas se agolpaban para que, antes de irse, colorado y despeinado, les firmara la última banderita, el último gorro, el último papelito hurgado de un bolsillo. Salió para la ciudad en combi pero terminó caminando las últimas siete cuadras antes de llegar al Palacio, desbordado por la gente, por un cariño y una esperanza fervorosa que nadie podía haber imaginado unos meses atrás". Cuando había ganado las elecciones con un 22 por ciento de los votos y el abandono de Menem en la segunda vuelta.

El acto fue en las puertas del Palacio y "mientras el locutor oficial anunciaba firmas y convenios él firmaba autógrafos: banderitas celestes y blancas, papeles, pañuelos, lo que tuviera cada uno a mano se le acercó para guardar un recuerdo. Algo tangible de ese día en el que un hombre lejos de ser bello, grandote y desgarbado, con poco carisma y floja vocalización despertó un fervor quién sabe si visto alguna vez en la historia reciente de una ciudad sin muchas emociones. Para colmo era un político. Y, encima, el Presidente. Una mezcla que solía terminar en insulto hasta hace poco tiempo".

El mismo Felipe Solá, que lo acompañó ese día como Gobernador, estaba sorprendido por "los rostros de la esperanza, de agradecimiento de la gente a un presidente que ha devuelto el camino de la dignidad".

Néstor Kirchner volvió como presidente el 6 de diciembre de 2005. Con los Eseverri ya en el Frente. Hacía más frío y la gente seguía entusiasmada pero en menor cantidad. Las obras del enlace y la autovía, ya anunciada varias veces, volvieron al discurso.

Ese día, según la crónica, "decenas de personas lo besaron, lo apretaron y le entregaron cartas y pedidos urgentes durante una caminata de un par de cuadras y todas las paradas que decidió, desde Brown y Alvaro Barros hasta Belgrano y Alsina. Acompañado del gobernador Felipe Solá, llegó a la ciudad como de paseo. Como a agradecer, según dijo. El acto de aquel enero, que le quedó pegado en las retinas y en la piel, y la jugada de los Eseverri en octubre. "Prometí que iba a venir a Olavarría después de las elecciones y aquí estoy".

Ese día Helios Eseverri le dijo "gracias señor por devolvernos las ilusiones. Usted, señor Presidente, nos está devolviendo la Patria".

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