Visita del juez internacional Juan Pablo Pompei a los árbitros locales El árbitro olavarriense pasó por Laprida. Habló con los medios y mantuvo un encuentro con sus colegas de nuestra ciudad y La Madrid. Repasó los momentos salientes de su carrera. Y habló del fútbol argentino actual.
El árbitro internacional Juan Pablo Pompei se reunió con sus pares del Colegio de Arbitros de Laprida, en dependencias de la Liga Lapridense donde fue recibido por el titular liguista Walter Rogelio Bidart y el presidente del Tribunal de Penas Miguel Angel Lacal.
Junto con el olavarriense y ex árbitro Daniel Cerdera, Pompei comparte un proyecto en común como instructores de los árbitros de la Liga de Olavarría y surgió la posibilidad de desembarcar en nuestra ciudad. Así lo hizo el último jueves por la tarde. Primero atendió a los medios locales en una conferencia de prensa, para luego mantener el encuentro con los árbitros de Laprida y General La Madrid.
La charla estuvo enfocada a compartir sus experiencias e intercambios de pareceres en el fútbol profesional, que a su criterio "no dejan de ser muy parecido a los que les toca dirigir en la Liga de Laprida, nada más que potenciado por la caja de resonancia que es el fútbol a nivel nacional", expresó.
Contó que llegó al arbitraje por un caso muy especial, primero por herencia familiar, ya que nació en el final de la carrera de su padre como árbitro y el comienzo de su hermano en el arbitraje y luego como un juego en su club, donde dirigió un entrenamiento "y luego uno no sabe porque se hace árbitro", acotó.
Para agregar: "Y el día que uno se mete como árbitro, es la famosa frase de Loustau cuando dejó de dirigir: "dejo una novia fea que quise mucho".
Además de la adrenalina que esa pasión genera en su caso particular, el arbitraje disciplinó su vida como persona. "A los 21 años dije: no puedo salir más, tengo que dirigir el domingo y eso me llevó que a los treinta y pico de años estaba en el fútbol profesional", recordó el olavarriense que entre sus referentes del arbitraje tuvo al lapridense Luis Leary.
En el plano de marcar diferencias entre el arbitraje de sus inicios con el de este momento. "No hay muchas diferencias", dijo. "Ahora estamos viviendo una etapa como sociedad mucho más acelerados. Cuando yo comencé, soñar que iba a dirigir en AFA era un desafío personal porque no pudo mi viejo y no pudo mi hermano y comparado con esos años, hoy no hay tanta vocación porque la juventud no asume tanta responsabilidad como asumíamos antes".
En relación con la preparación física de los árbitros, contó que quienes viven en Capital Federal entrenan tres veces por semana en distintos lugares que dispone AFA, a excepción de los Internacionales que van al predio de Ezeiza donde entrena la selección. Los árbitros que viven en el interior, caso Pezzota, Laverni, Pitana y el suyo, cada uno lo hace por su cuenta con un preparador físico y cada dos meses dan la prueba física en distintas sedes.
Se mostró conforme con el respaldo de los dos sindicatos que los agrupa. "Son las reglas del juego, si te equivocaste te tienen que sancionar, y la sanción no depende del sindicato, depende del Colegio de Arbitros que es quien "para" el árbitro", aclaró.
En este sentido fue claro cuando cito las declaraciones de Angel Cappa cuando pidió públicamente para que Pompei no dirija. "Salió Lamolina a respaldarme, porque interpretó que no fue un arbitraje brillante, pero tampoco para pararme".
En otro pasaje consideró que luego de un partido polémico, volver a dirigir a las cuatro fechas al mismo equipo, en este momento del arbitraje argentino, "es mandar al árbitro al muere, porque te sacan todas las estadísticas y es un arma que el periodismo no se da cuenta que genera un tufillo en el ambiente, cuando la mayoría de los árbitros no saben o están ajenos de estas cosas".
Sobre la aplicación de la tecnología en el fútbol, lo único que marcó como valorable es poner algo en el arco para una jugada como el gol de Inglaterra a Alemania en Sudáfrica. "Es imposible agregar tecnología porque en el fútbol hoy se protestan hasta los laterales por el grado de fanatismo que hay", resumió.
Sobre la ley del último recurso analizó que no es una sanción severa y que existe "porque los árbitros hemos sido muy permisivos, al igual como la doble amarilla, cuando el reglamento ampara para expulsar por roja directa".
También disparó que entre los jugadores y entrenadores hay un desconocimiento de las reglas del juego. "Si el arquero inglés hubiera sabido el reglamento, no le hubieran convertido el gol, sabiendo que si el árbitro no toca el silbato la pelota está en juego.
Para reafirmar esta tendencia señaló que el fútbol "es el único deporte que los protagonistas no saben el reglamento. Si uno quiere jugar al básquetbol y no conoce el reglamento no puede jugar, al fútbol más o menos, si te tocan es foul, me tiro... Si yo a un jugador profesional le hago una pregunta capciosa del reglamento que puede pasar en una situación de juego, no la sabe responder. Cuando dirigí Olimpo - Colón un jugador me pidió offside de un rebote propio, una cosa de locos...".
Consultado por un medio colega si desde los Colegios de Arbitros se hace algo para que el jugador aprenda lo esencial del reglamento, Pompei recordó que desde 1996 se mandaba una invitación a capitanes y entrenadores para que vayan a AFA, el único que iba era Carlos Timoteo Griguol. Después cambiamos íbamos nosotros. En Olavarría todos los años se ofrece y van uno o dos clubes, que son los que al final tienen menos problemas con los árbitros", concluyó.
