Homenaje de la dirigencia al ex presidente El propio Simón descubrió la placa que lleva su nombre, que define a la secretaría del Auto Moto Laprida. Fue el sábado, en el transcurso de una ceremonia para la que llegaron representantes de la Federación de Automovilismo.
Un momento muy especial se vivió cuando Roberto "Tito" Servat invitó a Miguel a descubrir la placa en la secretaría de la sede de la entidad que funciona en la prolongación de la calle Pellegrini.
Queda claro que Miguel Simón no pasó inadvertido por la entidad tuerca. Se le podrán endilgar y criticar muchos aspectos en su accionar de dirigente, pero nadie le podrá arrebatar e igualar la pasión que siempre le puso a todo lo que hizo dentro del Auto Moto Náutico Laprida.
En épocas donde los dirigentes y el compromiso no abundaban, a veces muy solo o con un minúsculo grupo llevó a adelante la institución y luchó en defensa del automovilismo local en épocas de "vacas flacas" cuando la soledad de las categorías zonales era una constante. Siempre se preocupó para que Laprida tuviera una carrera en el año.
Discutido, polémico, frontal en su forma de ser y decir las cosas, siempre estuvo preocupado por hacer: manejaba el regador, trabajaba en la pista, pintaba la pista, llevaba hasta los trofeos al podio, le faltó correr nomás.
El padre Roberto Priore bendijo la placa y el señor Perfecto López, en nombre de Antonio Maciel, presidente de la Federación de Automovilismo Deportivo, hizo extensivo el saludo a la nueva dirigencia y especialmente para "este monumento", dijo en referencia al ex presidente Simón, "que tantas veces nos hemos peleado, luego nos arreglamos, porque todos queremos al automovilismo zonal. Hoy todos discuten los circuitos de tierra pero si nos ponemos a analizar, los mejores pilotos del orden nacional salieron de estos circuitos y estas categorías. Valoremos a las personas que trabajan en estas instituciones, las que estaban, las que están, las que vendrán y apoyemos a todos los pilotos", sostuvo. Finalizado el acto los presentes compartieron un lunch en el fogón de la confortable sede local.