LAPRIDA

En medio de debilidades y fortalezas, las lluvias trajeron tendencias alentadoras

Informe de la situación hídrica y productiva del Partido de Laprida Aun con marcas dispares en la zona rural, el año llegó con buenos registros de lluvia, que dejan tendencias alentadoras para el futuro de la producción.

Marcelo R. Beltrán

Con marcas muy dispares en la zona rural, el comienzo de año ha llegado con buenos registros pluviométricos que acumulan en lo que va de 2010 tendencias más alentadores para el futuro de la producción, comparativamente con la situación y la lluvia caída en el 2009. Igualmente la aguda crisis agroclimática sufrida deja al sector por definir el conjunto de debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades que caracterizan la situación actual del Partido para el resto del año.

Las recientes modificaron el ánimo, generan optimismo y se espera que mantengan continuidad, pensando en un buen desarrollo de verdeos de invierno, con mejor perfil del panorama forrajero, con mejores reservas de humedad para la siembra de la fina y con tendencias que alientan a que este año el panorama sea otro.

Un dato revelador es que las primeras precipitaciones del año totalizan 215 milímetros contra los 545 milímetros que cayeron en los doce meses de 2009, cifra que estuvo muy por debajo de los 800 mm. que oscila el promedio anual.

Estos valores refieren globalmente a la zona urbana, pero conviene citar que en producciones ubicadas en el sur y sudeste del Partido las marcas en algunos casos no superaron los 400 milímetros en el año (Ej. zona de Paraguil). Esta sustancial disparidad de lluvias hace que el Partido desde la ruta 86 hacia el sector de Olavarría tenga mejores condiciones que muchos de las producciones ubicadas hacia el sector de Coronel Pringles, donde sus estados se comparan a campos de la zona crítica al sur de la provincia de Buenos Aires.

La cosecha fina de granos atravesó serias dificultades ya que el perfil de los suelos no contaron con las reservas de humedad necesaria, hecho que se tradujo en considerable merma de desarrollo y rindes. En lo que hace a pronósticos, se estima que habría marcados cambios en relación con sequías y heladas comparadas con las de los períodos 2007-2008 y 2008-2009. Estos factores aparentemente dejarían de constituirse en una amenaza, aunque entre los riesgos el granizo mantendría su incidencia.

La agresividad en materia climática que sufrió el Partido dejó secuelas importantes para el distrito tanto en lo económico como en el arco productivo, con campos aniquilados y en medio de un marco de variables de mercado y polémicas decisiones gubernamentales que se vieron a contramano del sector productivo.

Desde otro ángulo la sequía dibujó la postal desoladora de las lagunas "El Paraíso", Quillalauquen y Piorno, constituyéndose en otro de los marcadores, pero en este caso por su impacto visual, dado que este hecho no se repetía desde 1975 cuando una merma hídrica similar arrasó con el espejo de agua más importante que tiene la ciudad. Las lluvias de estos tres primeros meses han vuelto en parte a beneficiar y reencontrar a la vista del lapridense una laguna en plena recuperación. Llevado a lo productivo las lagunas cuentan con pastizales naturales que trabajan con agua donde están los bajos dulces y bajos alcalinos, donde la situación también mejora cuando estas depresiones tienen agua, explicaba el Ing. Agr. Kevin Leaden de INTA local. (ver aparte)

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