Se movilizaban en moto e hicieron vigilancia del lugar Tras asegurarse de que la empleada estaba sola, uno de los ladrones entró al local y el otro actuó como "campana". Se llevaron 700 pesos, un teléfono celular y una cámara fotográfica.
El asalto fue cometido en el locutorio de Del Valle y Lamadrid. Claudio MartÃnez
Yanina Castro le hizo frente una vez a un ladrón, pero ahora la encañonaron con un arma de fuego. Claudio MartÃnez
El caso ocurrió en el comercio ubicado en avenida Del Valle y Lamadrid, aproximadamente a las 23 del lunes, donde según relató Yanina Castro, la empleada que estaba en el local, un hombre armado ingresó al lugar mientras otro oficiaba de "campana" en una moto.
Los delincuentes se llevaron todo el dinero que se encontraba en la caja, además de un teléfono celular, una cámara digital y otros objetos personales que estaban en la cartera de la mujer.
La mujer explicó a EL POPULAR Medios que cinco minutos antes del asalto vio pasar a dos jóvenes en moto que observaban el comercio, uno de los cuales ingresó más tarde al local.
Ante la entrada del joven, la mujer desconfió y guardó su celular para evitar que lo robaran. Uno de los jóvenes solicitó una tarjeta de celular pero la empleada respondió que sólo efectuaban cargas virtuales.
El ladrón se acercó sin responder y pasó hacia el otro lado del mostrador, donde amenazó a la mujer con un arma de fuego y le ordenó quedarse quieta al tiempo que la insultaba: "Sentáte ahí o te hago boleta", le ordenó.
Tras buscar más dinero del que había en la caja, que no superaba los 100 pesos, el ladrón se agachó y revisó debajo del mostrador buscando un botín mayor. Allí encontró una caja que contenía dinero y una billetera en la que guardaban los billetes de mayor valor.
Con unos 700 pesos, además de un teléfono celular y una cámara fotográfica que estaban dentro de una mochila, el asaltante escapó en la moto con su cómplice.
Rápidamente, Castro llamó al servicio de emergencias policiales y concretó la denuncia en la Comisaría Primera, aunque hasta anoche no había novedades sobre los autores del hecho delictivo.
Este fue el segundo robo que sufren en el locutorio, aunque en el caso anterior fue una persona menor de edad la que entró y no llevaba armas: "La vez pasada le hice frente, pero ahora con un arma ya no podía hacer nada", reflexionó la empleada.
Finalmente, la mujer planteó que "te da mucha impotencia, bronca, porque te están apuntando todo el tiempo y no sabés qué puede pasar".
