BASQUETBOL. Nicolás Lorenzo juega el Torneo Nacional de Ascenso en Sportivo 9 de Julio de Río Tercero, Córdoba
Luis Ahumada
Tras jugar tres torneos Provincial de Clubes consecutivos en Estudiantes, el base olavarriense Nicolás Lorenzo tuvo la oportunidad de pegar el gran salto. Sportivo 9 de Julio de Río Tercero, provincia de Córdoba, lo incorporó a su plantilla con la cual está participando en el Torneo Nacional de Ascenso, la segunda categoría del básquetbol argentino.
Lorenzo, de 27 años recién cumplidos el pasado 24 de noviembre y 1,71 metros de altura, tras quedar eliminado en el pasado Provincial de Clubes con Estudiantes a manos de Liniers de Bahía Blanca se incorporó a Sport Club de Cañada de Gómez, en la Liga Nacional "B", y tanto él como el equipo tuvieron un rendimiento espectacular.
El equipo santafesino, que era candidato a descender, tuvo una gran levantada tras la incorporación del olavarriense y luego de ganar varios partidos llegó a jugar cuartos de final por el ascenso, precisamente ante Sportivo 9 de Julio, que luego terminó ascendiendo al TNA. Ante los cordobeses el base ex Estudiantes tuvo una serie fantástica y por eso los de la provincia mediterránea posaron sus ojos en él.
Sin grandes figuras, Sportivo 9 de Julio está realizando una buena campaña en la Zona Norte. Con récord de 5 y 5 marcha en la cuarta posición y le quedan dos juegos como local en esta primera fase: el miércoles ante Alma Juniors de Esperanza, Santa Fe, y el domingo 10 de enero contra Asociación Italiana de Charata, Chaco.
Son dos rivales a priori accesibles (ambos ganaron 3 y perdieron 7), por lo que las chances de clasificar para el TNA 1 y mantener la categoría son muy buenas.
El equipo cordobés es dirigido por el joven Sebastián González (33 años) y tiene a Gustavo Ismael "Lobito" Fernández como asistente técnico, de recordado paso por Estudiantes en la Liga Nacional "A", club en el que dejó un gran recuerdo como jugador y más que nada como persona. Con el fichaje del pivote estadounidense Aaron Williams, el equipo se potenció y por eso aspira a algo más que mantener la categoría.
En una visita relámpago a la ciudad para pasar fin de año, el base, que promedia 10 puntos y 20 minutos por juego, contó sus impresiones y no ocultó toda su alegría en estos primeros pasos que está dando en la antesala de la élite del básquetbol argentino, a la cual sueña con llegar.
-¿Qué balance podés hacer de estos primeros meses en el Torneo Nacional de Ascenso?
-La verdad es que estoy muy contento. El balance hasta esta fecha en los primeros diez partidos es muy bueno. En todo sentido, desde lo deportivo hasta en la forma de trato con los compañeros y el cuerpo técnico. No me puedo quejar de nada.
-¿Hay mucha diferencia con lo que es un Provincial de Clubes o una Liga Nacional "B"?
-Por ahí se nota mucho la diferencia en el tema de la organización. En cuanto al juego se nota también la diferencia del Provincial de Clubes a la Liga Nacional "B" y de la "B" al TNA, por el nivel. Pero no me ha costado mucho el cambio de adaptación. Mis compañeros, que son muy buenos jugadores, me dan ese plus que se necesita para seguir mejorando.
Pero se nota el cambio de categoría. Más que nada en el sentido de la organización. El TNA es un torneo mucho más largo. Es todo un circo que se arma desde la televisión hasta la forma de presentar a los equipos, la ropa, la forma de entrenar, todo. Es mucho más profesional.
-¿Tuviste que cambiar tu modo de juego en esta categoría tan competitiva?
-Ya las características mías de juego las sabían de antemano. Estoy en este equipo porque necesitaban precisamente de mi estilo de juego. No tuve que modificar prácticamente nada. Como adaptación a la categoría tuve que cambiar algunas cositas en el tema de la defensa o tener en cuenta otras cosas.
Al haber más jugadores, el equipo no depende de mí, como a lo mejor era en Estudiantes, que tenía mucho más protagonismo. Ahora estoy en un equipo en el que las cosas se emparejan un poco, se tienen en cuenta a otros jugadores, otras jugadas.
También en la defensa te cobran faltas más fácilmente. Hay que tener muy en cuenta el tema del contacto y del roce. Son cositas que hay que saberlas e irlas cambiando. Al principio salía por cinco faltas con facilidad. Además, los árbitros no te respetan mucho sabiendo que sos debutante y tenés que tener al menos un añito de pagar derecho de piso.
-¿Todavía tenés el sueño de llegar a jugar la Liga Nacional "A"?
-Yo traté de jugarme las últimas fichas este año para entrar a jugar el TNA. Hacía rato que venía tratando de jugar en esta categoría. Sabía que podía jugar y jugar muy bien. Yo me sentía con nivel para poder jugarlo al TNA.
De hecho creo que lo estoy demostrando y me está yendo bien, tanto en lo grupal como en lo individual. Yo tengo expectativas que las cosas siguen bien y poder seguir subiendo más adelante. Si no se da, mala suerte, pero el trabajo y las ganas siempre están. Me entreno muy duro y sueño con llegar a la Liga Nacional.
-¿Te llama la atención la buena campaña que están haciendo en un equipo sin grandes figuras?
-Eso sorprende a muchos, pero a los que estamos ahí adentro, no tanto. Somos un equipo que juega muy bien al básquetbol porque tiene una camada de jugadores que viene jugando junta desde el Provincial. Siempre ha mantenido el mismo grupo y sumando muy pocos jugadores, realmente los que necesita el equipo.
Somos un equipo de verdad, no dependemos de un par de jugadores. Cada uno aporta lo suyo y eso es lo que termina de definir a un buen equipo. Además, la pegamos con el extranjero, que era fundamental y era uno de los miedos que había a principio de temporada. Sabíamos que iba a ser difícil arrancar sin extranjero, pero por suerte nos está dando una mano muy grande.
El se terminó de adaptar bien y eso fue lo que terminó de afianzar al grupo, que ya venía trabajando y los que nos sumamos como refuerzos nos adaptamos rápidamente.