LAPRIDA

Y un día los pibes de la "Juve" sacaron el carnet de grandes

Festejo colorido de Juventud tras la obtención del Integración Calurosa bienvenida de Laprida a los campeones. Juventud terminó el año como nadie imaginaba. En la caravana no faltaron las viejas glorias del club.

Nadie de Juventud imaginaba a comienzo de año cuando su equipo quedaba sin chances y lejos de la punta del primer torneo del año, que su nombre podría estar ampliamente vinculado con este proceso, con este equipo que en quince días, infló el pecho, se sacó de encima a Newbery y el domingo fue legítimo campeón del Integración 2009 frente a El Fortín, empatando la serie y ganando con autoridad desde el punto del penal.

Juventud le ha puesto marco a un año que termina siendo soñado por toda la dirigencia y colaboradores en lo que hace a realizaciones y posibilidades desde lo institucional. El pueblo se paralizó el domingo con una larga caravana donde no faltaron viejas glorias del club con camisetas de 1993 y 2001 que contrastaban con el brillo y textura del campeón 2009.

Soñado, decimos por ese fruto de jugadores surgidos de "la quinta" y respaldado por dos experimentados como Palmieri, clave en los momentos difíciles, y el vasco Aranzábal con un compromiso personal tremendo -jugó con un solo tobillo- y fueron junto con Iván Diribarne referentes de una cantera de jugadores que se viene asomando, y que empiezan a acostumbrarse a ganar las primeras cosas importantes para el club.

Año soñado por el trabajo de un equipo técnico que desde "Maja" Otero y el mismo Cristian Bordacahar con los más chiquitos, pasando por Maxi Bayonés, DT campeón 2009 de la quinta división, hasta llegar a Daniel y Martín Longo con "Calelo" Reyes como ayudante de campo de la primera, han sido cada uno desde su lugar determinantes.

¿Y por qué? Porque de la escuelita un día llegaron a primera para escribir otra hoja de la historia, los hermanos Padín y Bordacahar, Maxi López, José Monclá, Guillermo Castro, todos con 100% de sangre albiverde y no es casualidad que el proceso tenga este resultado a la vista. A ello se sumaron Julio Miranda -determinante en la final por partida doble- , el lateral Pablo Acosta -trabajo y humildad-, Leandro Fuhr con mucha personalidad, Fabián Hatrick o el mismo Taca Correa que cuando tuvieron que entrar lo hicieron bien, al igual que el Ruso Parrella con una mitad de campeonato de muy buen nivel.

Párrafo aparte para "Chapu" Bordacahar, emblema de este Juventud campeón. De pocas palabras, una clara señal de humildad para los chicos del club, admirado por propios y extraños y con sobrados argumentos individuales y futbolísticos para emigrar a otro nivel. Sus goles en el último tramo no se olvidarán fácilmente, tuvieron su sello y la calidad de un jugador diferente.

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