El violinista Alfonso Pacín se presentó en el Festival de la Creación El músico lamatritense, radicado en Francia, está de paseo en su ciudad natal. Su padre, el recordado Juan Carlos, fue uno de los impulsores del encuentro y por eso, cada vez que puede se da el gusto de tocar. En una entrevista a solas cuenta sus recuerdos.
Aún no hay público, excepto conocidos y familiares. La armonía de la bossa nova se expande por todo el lugar, los visitantes se detienen un segundo para escuchar. El violinista, sin ensayos previos con el grupo, se ajusta instantáneamente.
Luego de unos instantes de ensayo se muestra predispuesto a conversar. "De nuevo por La Madrid, hacía rato que no venía", dice, aunque aclara que el año pasado estuvo junto a Raúl Barboza y su grupo en un recital en Ingeniero Jorge Newbery. "Vinimos un solo día para dar un concierto. Pero de vacaciones, para disfrutar, hacía muchos años que no venía", comenta Alfonso.
Recuerda que hace dieciséis años dejó su hogar. Radicado en Francia, este lamatritense que se mantiene igual "con algunos kilos de más", se ríe. Recorrió el mundo junto con los grandes interpretando el violín.
"A La Madrid la encuentro cada vez más linda, hermosa, hay una actividad cultural muy intensa así que es un placer. Hay cosas de calidad todo el tiempo y eso es muy agradable. Sé que el Complejo ha estado en constante actividad y convocando a muchísima gente, trayendo artistas de mucha calidad, es muy valorable lo que se ha hecho últimamente", sostiene.
Ante la pregunta de lo que significa el festival para él, lanza una expresión. "Es difícil describir lo que significa para mí, yo he sido parte de sus comienzos. Significaba una forma de ver las cosas, una manera de ver la cultura y la identidad de la gente".
Además, "fue un sueño de mi padre y lo realizamos entre todos. Fue muchísima gente la que participó. Para mí es algo inseparable de la identidad y de lo que es General La Madrid. Esa capacidad de generar un espacio de expresión con el cual todo el mundo puede identificarse. Yo veo que sigue siendo eso, el espíritu de la cosa siempre está ahí, creciendo y cambiando de forma, siempre está en un proceso de cambio y desarrollo, que es el espíritu del festival. Es algo que está en pleno después de tantos años y sigue vigente y siendo constructivo", relata el eximio músico. En ese momento llega Evelina Aitala, su madre, uno de los referentes culturales de la ciudad. En silencio se sienta a la mesa y escucha.
"Lo que más recuerdo es esa explosión de creatividad y ese entusiasmo de la gente por hacer parte de esto y participar. Empezó en una época donde la gente no tenía un lugar de expresión, no tenía la costumbre de expresarse libre y públicamente. Fue un elemento de apertura importantísimo. Recuerdo esa explosión de colores y manifestaciones diversas, esa euforia colectiva de creación durante tres días y noches sin parar, millones de cosas todo el tiempo y esas ganas de hacer, esa fuerza y sobre todo la imagen de mi padre siendo el motor y gestor", dice.
Sobre Papá Juan Carlos dice que "él era un creador de espacios y oportunidades y un inspirador. Inspiraba a la gente y le daba los espacios para que la gente lo haga, sin condicionarlos en la forma. Era un espacio de libertad en la creación mi padre, ése era el dispositivo para que las cosas funcionen. Daba el espacio pero sin predeterminar la forma de la expresión, dándoles libertades".
También habla sobre el 2010 que se viene: "trabajo con distintos grupos, tengo una multiplicidad de proyectos. Mi idea, desde hace un par de años es concentrarme en las cosas personales y tratar de hacer un poco menos parte de cosas ajenas. Trataré de estar en mi casa escribiendo", comenta.
"Quiero escribir y hacer música. Tengo dos formaciones personales a las cuales les quiero poner energía. Uno es el grupo de cuerdas, el ''Alter Quintet'', con el cual vine el año pasado y con un grupo que es más fusión, que se llama ''La Tregua''".
Explica que hace unos años viajó a la Argentina para participar de Guitarras del Mundo y que además está planificando una gira por Europa. "Tengo varios proyectos ambiciosos". Mientras desde lo lejos comienza a escucharse nuevamente a Cecilia Ricón junto con el resto del grupo que vuelve a ensayar y ajusta su voz a la danza de los instrumentos.
"La cultura argentina vista desde Francia en particular, ha tenido una especie de boom o de pequeña moda en los últimos tiempos alrededor del tango. Que se globalizó de nuevo, no digo que está por todos lados pero se oye y que es parte de distintas manifestaciones. La lucha de algunos que damos vueltas por ahí es difundir lo nuestro más allá del tango y que muestre toda nuestra riqueza. Tenemos una imagen cultural muy positiva y otra como país y como economía no tanto", aclara.