El partido está en una zona baja por lo que las fuertes tormentas de viento y tierra no son comunes. No fue prolongada, pero llegó rápidamente. El cielo se pintó de negro y automáticamente cambió a un color más amarronado.
Las sequías y el cambio climático, debido en gran parte a la acción del hombre están volviendo cada vez más inestables las condiciones y no sería extraño volver a ver en un futuro un fenómeno parecido al del martes en tierras lamatritenses.