LAMADRID

Carlos March visitó nuevamente La Madrid

Avances del proyecto de integración social del club Deportivo Barracas Por tercera vez visitó nuestra ciudad Carlos March, periodista del diario La Nación y uno de los responsables de la Fundación Avina, que trabaja en conjunto desde el año 2005 con el club Deportivo Barracas.

El periodista del diario La Nación y uno de los responsables de la Fundación Avina, Carlos March, quien trabaja en conjunto desde el año 2005 con el club Deportivo Barracas, dialogó con esta Agencia sobre cómo encontró al club, la marcha de los proyectos, y brindó una mirada de nuestra ciudad.

"Hacia mucho tiempo que no venía -expresó March- y realmente lo encuentro muy consolidado y creo que va rumbo a convertirse definitivamente en un espacio abierto a la integración social, que era el objetivo. Mi presencia se debe en parte al acompañamiento simbólico que un momento les dimos a Diego (Rivada) y a su equipo. En realidad, esto era lo que se había programado en ese momento, ya que el liderazgo que surgía de este club convierte al deporte en un dinamizador social, es decir que convierte al deporte en las condiciones de factibilidad para que aquellos que menos posibilidades tienen puedan generar un acceso más equitativo a nuevas oportunidades. Y en ese sentido, Barracas ha transformado al deporte en un factor de inclusión social".

Y agregó que "curiosamente el deporte profesional, sobre todo hoy, está subsidiado por todos nosotros. En cambio, éste es un modelo totalmente distinto, es un modelo que aporta a la sociedad y no quita.

"Ahora la idea es que la organización a la cual pertenezco y que institucionalmente viene acompañando este proyecto ha encarado una serie de refocalizacion de sus estrategias y básicamente se va a concentrar en apoyar y en articular a los líderes sociales en plataformas regionales a nivel de impacto latinoamericano. Entonces la idea es charlar con Diego para ver cómo podemos aprovechar toda esta energía que se va a aplicar a nivel regional. El objetivo es apoyarlo a nivel local integrándolo a distintas iniciativas y a distintos actores que puedan sumarles por un lado recursos no sólo económicos, sino también intangibles, pues este tipo de organizaciones son grandes administradores de recursos como voluntariado, capital social, etc. Entonces vamos a ver cómo podemos enriquecer esa faceta de este espacio, ya que lo demás viene solo o por lo menos debería derramar solo".

Sujetos de derechos

Luego el periodista señaló que "lo principal de este tipo de iniciativa es que no corre el formato en el sector vulnerable como objeto de planes de asistencia y se empiezan a construir sujetos de derecho, es decir que un chico entienda que integrándose a un grupo a través del deporte y acompañándolo en su incentivo, que es lo lúdico que es el juego y que es lo propio de su edad, después pueda recibir en otros componentes como puede ser el acceso a salud, a educación, a una biblioteca. Ese me parece que es el trabajo fundamental de Barracas y de este tipo de organizaciones, o sea entender que hay que consolidar en los chicos un proyecto ético. Que se entienda bien: ético no entendido como moralina, sino como la capacidad que tienen las organizaciones de buscar aquello que les convenga a todos para su dignidad humana. Entonces, a mí me parece que básicamente ése el trabajo que tiene este tipo de organizaciones: consolidar un proyecto ético en la sociedad que garantice dignidad humana y que transforme a objetos de clientelismo o asistencialismo político en sujetos de derechos y que facilite accesos a oportunidades".

"Las ciudades son

bienes públicos"

En otro tramo, March explicó "me parece que las ciudades son bienes públicos, esto entendido como en los bienes y los servicios que le llegan en igual manera e igual calidad. Ese es el concepto de bien público, o sea la educación es pública cuando el hijo del portero y el hijo de un gerente de una multinacional reciben la misma educación. Para mí, ése es el concepto de educación pública, entonces, volviendo al principio decimos que la ciudad es un bien público. A mí me parece que en la dimensión que tiene hoy La Madrid, con alrededor de diez mil habitantes, hay una gran oportunidad. De esta dimensión de ciudades enseñarles a las grandes urbes, como pueden ser Buenos Aires o muchos municipios del Conurbano bonaerense, sobre la manera en que hay que trabajar para construir y convertir a la ciudad en un bien público que garantice lo que decíamos antes: dignidad humana y calidad de vida".

"Entonces, me parece que en organizaciones como Barracas o como Poder Ciudadano son espacios que justamente deberían ayudar a involucrar a la gente en el acceso a oportunidades y en ciudadanos que participen más allá del voto. Que se apropien de las ciudades y que construyan juntos bienes públicos, e incorporar al sector empresario, ya que la empresa no es solamente un espacio de generación de riqueza, sino que también es un espacio de construcción de comunidad y construcción de lo público. Entonces, en ciudades como en La Madrid hay muchas más posibilidades de articular a quienes pueden construir dignidad humana y calidad de vida. En ciudades mucho más numerosas, en donde es todo más enajenante, la participación y la dimensión de esas ciudades escapan a la dimensión que puede tener un ciudadano".

Degradación educativa

Finalmente, March se refirió a la educación pública. "No creo que haya habido políticas de degradación de la educación pública, que es el piso que masivamente garantiza la inclusión de los niños y los jóvenes. Creo que la degradación pública es absolutamente deliberada por una clase de dirigentes a los que no les importa que haya ciudadanos activos, que haya ciudadanos controlando y que haya ciudadanos que estén capacitados para recuperar el sentido público del Estado. La dirigencia política, en general los dirigentes políticos, que hoy marcan las reglas del juego se dedican a administrar tres cosas. Se dedican a administrar la pobreza, digo esto en sentido liberado ya que no es lo mismo que administrar escasez, o sea hay un plan deliberado de cómo administrar pobreza a través del clientelismo político y el asistencialismo, que es distinto a la asistencia. Lo segundo es administrar delito para financiarse, y lo tercero es administrar ignorancia. Entonces, digo que la degradación de la educación pública, desde mi punto de vista, es un plan deliberado para que la ciudadanía esté inactiva y no tenga capacidad de construir tejido social que permita recuperar el sentido comunitario de la cosa pública y del Estado.

"Me parece que hay que empezar a recuperar esto y creo que atando tu pregunta anterior que si ciudades como La Madrid podrían hacerlo, yo estoy convencido de que ciudades como la Madrid son las que pueden hacerlo", concluyó.

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