Carlos Diribarne el primer aviador del Aero Club Laprida "Para aquellos a quienes el espacio y la aventura nubla su pensamiento y les teje el corazón, para aquellos que piensan que Dios es velocidad y altura, para los que vuelan y sienten la sagrada libertad".
Fue en la década de 1950 uno de los fundadores del Aero Club Laprida formando parte de la primera comisión directiva. Se recibe como primer piloto del Aero Club local junto con otros siete compañeros de vuelo.
Su alto espíritu solidario hizo que volara ad-honorem varios años para la institución, integrando una escuadrilla que surcaba el aire de Laprida en cada fiesta popular como aniversarios del pueblo y fiestas patronales.
Su pasión por volar se fue nutriendo de familia e hijos, teniendo en ellos otro punto de apoyo a mucho de lo que en su vida hizo.
Su historia tiene adjuntada en 1958 un papel preponderante en los trabajos de exterminación de la tucura y como jefe de cuartel.
En medio de las inundaciones de 1980 su actuación desde el aire aún se recuerda muy firme en quienes la vivieron y sintieron en la piel. Desde el avión y colaborando con la Sociedad Rural cruzó una y cien veces el cielo del distrito para llegar con esa bolsa de alimentos en ayuda de muchas familias aisladas por el agua, a veces sin descansar, sin importarle otra cosa que llegar porque su pasión fue volar.
En la meseta de su madurez fue protagonista de una apuesta fuerte integrando el grupo del proyecto de la Usina Láctea, las crisis como visitantes naturales de cada década hizo que viera caer un gran sueño personal. En el recuerdo de sus camaradas del aire y amigos, su humor y su sello será por siempre un recuerdo que ni los años y el tiempo borrará.
