BASQUETBOL. Estudiantes cayó ante Unión y Progreso de Tandil por 96 a 79
En el primer partido amistoso como preparación para el Torneo Provincial de Clubes que se pondrá en marcha el viernes 5 de octubre, Estudiantes fue superado anoche con claridad en el Gran Gimnasio por Unión y Progreso de Tandil, que también jugará el Provincial, por un contundente 96 a 79.
El juego en sí de amistoso no tuvo absolutamente nada, ya que abundaron los golpes y las jugadas con mala intención que derivaron, por ejemplo, en la salida por lesión de Ignacio Catanzaro. El partido fue parejo sólo en el primer cuarto. Allí prevaleció en el inicio el local de la mano de un indefendible Braian Stanford en la zona pintada, pero cuando Darío Arenas encontró el aro y empezó a aparecer en todo su esplendor Ernesto Currat, el jugador franquicia de los serranos, el partido se dio vuelta.
Con la receta de abastecer a Currat, que a pesar de sus 37 años en este nivel marca claras diferencias tanto en defensa como en ataque, los serranos empezaron a inclinar la balanza a su favor porque cada vez que el interno recibió en la zona pintada anotó con comodidad y cuando le doblaron la marca revirtió la bola al perímetro para que los tiradores (Darío Arenas, Miguel Arrizabalaga, Alejo Meire y David Orellano) castiguen con sus triples (12 en total).
Además de contar con una gran efectividad desde el perímetro, los visitantes contaron con la ventaja de tener enfrente a una floja defensa, que recibió muchos más puntos de los recomendados como para aspirar a ganar el juego.
Si bien el Bata, que está en pleno proceso de afinar su juego luego de una exigente pretemporada, mostró destellos de calidad en algunas de sus figuras (por momentos apareció Nicolás Lorenzo y Lautaro Morel surgió como una buena alternativa en el juego exterior), anoche dependió casi exclusivamente en ataque de lo que aportó Braian Stanford (26 puntos), concentró demasiado el juego en el hijo de Steve y no le encontró la vuelta a la defensa que le planteó su rival para poder tomar lanzamientos cómodos desde afuera.
A partir del segundo cuarto y hasta el final los serranos dominaron el juego a voluntad dentro de un partido que mostró algunas reacciones del Bata que siempre fueron anuladas por los triples desmoralizadores que desde todos los rincones de la cancha clavaron los verdirrojos.
Si bien el partido se definió mucho antes del cierre y parecía que se iba a llegar a un final tranquilo, la mala actuación de la dupla arbitral, que permitió más roces de lo aconsejado, terminó por rodear al partido de un mal clima entre los protagonistas. El lunes se jugará la revancha en Tandil y es de esperar que los jugadores se tomen el juego con un poco más de tranquilidad para evitar problemas.