El Fortín se quedó medio corto en goles

Daniel Lovano / elpopular.com.ar

Fotos: Carlos Ramírez

Cuando a los 6m del segundo tiempo, a la salida de un lateral, Juan Longhini la calzó de derecha y un mal pique le jugó una mala pasada a quien hasta ahí era la figura excluyente de la noche, una sensación de alivio se apoderó de la inmensa mayoría. Por fin El Fortín empezaba a romper el embrujo en un partido que al cabo del primer tiempo tendría que haber terminado con tres o cuatro goles de diferencia.

Durante buena parte de la noche (por cierto más de la mitad del partido) El Fortín pagó muy cara su falta de efectividad frente a un equipo al que superó en todos los sectores de la cancha y en todos los aspectos del juego. Balonpié soportó con la guardia alta un cuarto de hora y el resto fue asedio absoluto, hasta que en el cuarto de hora final El Fortín se decidió a sacar el pie del acelerador.

Con otra postura con respecto a la cancha de Estudiantes. Más preocupado por la tenencia, por asumir el protagonismo, por ir para adelante que en el Parque Carlos Guerrero; con Frías como dueño de la mitad de la cancha, bien acompañado por Sánchez y Alvarez, más Longhini que durante casi todo el primer tiempo resignó su perfil de delantero para dedicarse más al armado, El Fortín se cansó de llegar a posiciones de gol.

Encontró muchas líneas de pase en el juego interior, siempre con Frías como ideólogo, tuvo desborde por la derecha con Ferrara cuantas veces se lo propuso en ese primer tiempo, aparecieron no pocas veces del otro lado Echarri o Alvarez, pero falló en el pase a la red.

En la última toma de decisiones frente a la ocasión de gol o en la definición, y así se fueron sucediendo las ocasiones: primero Piecenti exigió a Aranas; después se lo perdió Cancina de cabeza, más tarde le tocó a Frías desde la medialuna; Ferrara no pudo empujar una puñalada de Alvarez al punto del penal; Piecenti no pudo resolver un pase-gol de Frías; Alvarez le metió un terrible cambio de frente en la cabeza a Longhini (de "3" para "7") y salvó Aranas; repitieron la fórmula y el arquero sacó un atajadón.

¿Hay más? Si, se juntaron Alvarez y Echarri, pero Longhini la tiró afuera de cabeza; Longhini llegó al fondo y Piecenti la pifió en el punto del penal; Lareu metió el enésimo desborde en la derecha y no llegó nadie para empujarla; Longhini apareció libre a espaldas de Sardón y eligió romper el arco en lugar de asistir. Todo eso pasó en el primer tiempo, como corolario de un interesante juego asociado, y también de la permeabilidad del rival. Pero faltó la definición.

Antes de que los malos pensamientos empezaran a hacer mella en la psiquis de los jugadores (porque en la última del primer tiempo hubo una entrada muy dudosa dentro del área  a Molina), apareció el derechazo de Longhini, el pique traicionero en el área que da a las vías y así llegó el primer gol.

Enseguida el segundo (Longhini la bajó de cabeza en la izquierda, Piecenti la agarró de volea del otro lado) y al rato el tercero: Marín le rompió las manos al arquero y Sánchez definió con un pase a la red.

Lo que tendrían que haber hecho a lo largo de ese primer tiempo que, increíblemente, terminó 0 a 0.

Esta es la síntesis del partido:

El Fortín: Néstor Ramírez; Nicolás Lareu, Hugo Larregina, Sergio Cancina (ST 11m Enzo Suárez), Cristian Echarri; Daniel Sánchez (ST 26m Rodrigo Salvareschi), DIEGO FRÍAS, Juan Manuel Alvarez; Juan Longhini; Lorenzo Ferrara (ST 16m Quimey Marín) y Emiliano Piecenti. DT: Maximiliano Mayoz

Balonpié Bolívar: Aranas; Centurión, Kunz, Ortíz, Sardón; Facundo Sierra, Emilio Miramón, Elio Cuello (ST 17m Lescano), Gutiérrez (ST 41m Stampone); Antonio Pierguidi y Molina (ST 20m Nicolás De Filippi). DT: Guillermo Panaro

Goles en el segundo tiempo: 6m Juan Longhini, 11m Emiliano Piecenti y 25m Daniel Sánchez (EF)

Amonestados: Miramón y Pierguidi (BB); Larregina y Cancina (EF)

Arbitro: Claudio Elichiri (mal)

Estadio: "Ricardo Sánchez"