FUTBOL

Pedro de la Vega, el estudio y el deporte

Inferiores de AFA

El olavarriense que la rompe en la quinta división de Lanús y viene de recibir un reconocimiento de la AFA, habló de su momento y afirmó: "el estudio viene primero, después el fútbol". 

El diario digital El-Equipo de Deportea le realizó una inetersante entre vista a Pedro de la Vega, jugador surgido en Ferro Carril Sud que hoy se destaca en el torneo Juvenil de la Asociación de Fútbol Argentina. 

Con 17 años y proveniente de la ciudad de Olavarría, provincia de Buenos Aires, Pedro De La Vega llegó a la pensión Lanús con toda la ilusión, el deseo y el objetivo de todo aquel que abandona su hogar para dedicarse a lo que más le gusta: llegar a ser profesional.

Con pinta de "entrecasa", por sus gastadas pantuflas, su pantalón del Granate y su remera pijama, sale de su habitación y encara el largo pasillo hacia el lobby del lugar. Sorprendido, saluda a El Equipo y pregunta, como buen curioso que és, quiénes son estos extraños que lo interrupen en su descanso previo al colegio. "Son periodistas. Te vienen a hacer una nota, Pedrito", le dice Daniel Canuhé, coordinador del sitio y entrenador de arqueros.

Cuando contesta, hace la pausa, piensa y elabora su respuesta sin apurarse. Es un delantero del habla y del fútbol a la hora de responder, y también en el momento de pegarle a la pelota.

Pedro es el único de todos los chicos que se alojan en el club que asiste a otra escuela, la Alfonsina Storni, como dijo él, "de mayor nivel y exigencia". Mientras que los demás van al Luis Piedra Buena.

Se encariñó con la institución desde que llegó, a los 14 años. A través del ventanal del recibidor, mira con aprecio y apego el verde césped de la cancha en donde juega los fines de semana y lo aplauden por sus gambetas y goles.

-Parecés enamorado del club

-Le fui tomando afecto. Hoy, ya se ubica en mi corazón, junto con River. Cada vez que Lanús juega de local, le alcanzo la pelota a Lautaro el Laucha Acosta, Román Martínez, José Pepe Sand, mis ídolos del club. Cuando salió campeón del torneo local 2015-2016, fui al Monumental y festejé como un hincha más.

-¿Extrañás la cotidianidad de la familia?

-En los dos fines de semana por mes que tenemos libres en el club, mis viejos -Lisandro y Silvina- me vienen a visitar y vamos al departamento de mi hermana, que está en Capital. Ahí aprovecho para recrearme con ellos y mis hermanos. Me viene perfecto ese momento. Me cargan las pilas. Pero sí, un poco lo extraño. Sin embargo, para cumplir mi objetivo sé que tengo que sacrificar algunas cosas.

-¿Tus papás están muy presentes en tu desarrollo como futbolista y alumno?

-Sí, diariamente me preguntan cómo vengo con la secundaria y en los partidos de local me vienen a ver cuando pueden.

-¿Cómo te va en el colegio?

-En el colegio me va muy bien, nunca me lleve una materia, hasta ahora (está cursando quinto año). Fue el requisito más importante para que esté acá: que me siga yendo bien. Estoy de acuerdo con la decisión de mis padres. Creo que eso está primero, después viene el futbol.

-¿Tenés decidido estudiar algo una vez que termines el secundario?

-Sí, sin dudarlo. Algo que esté relacionado con la salud y el deporte. Puede ser Medicina, Kinesiolgía, Periodismo o Profesorado de Educación Física.

-¿Considerás importante el saber?

-Totalmente. Es importante la educación y el aprendizaje en la vida, sobre todo en el post retiro de alguien que practica cualquier deporte en la élite. Por y para eso, me formaré con una carrera universitaria.

El estudio es una herramienta escencial que no todos aprovechan, ya que la mayoría de los deportitas lo descuidan por tener el fervor de llegar, produciéndoles problemas durante y después del retiro. Es fundamental para formarse y estar preparado para un golpe de profesionalidad tempranera. Como bien dice Pedro: "Ni una cosa ni la otra: ambas".

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